/ lunes 11 de julio de 2022

El pleito mediático y frontal

La oposición carroñera, por su puritito gusto va quedando reducida a la intrascendencia, porque desde que la desfondaron no ha sabido articular una concepción alternativa. Como tampoco ha sabido estructurar un discurso creíble y con un mínimo de profundidad.

Sus embestidas hasta ahora, se han basado en los videos incómodos que involucran a los hermanos del presidente, así como a la casa gris del hijo. Lo demás es una retahíla vulgar de sacos de pus camuflados de honestidad; machos y golpeadores disfrazados de feministas; payasos y depredadores enmascarados de ecologistas; violadores y pederastas embozados de pacifistas y derechohumaneros y para completar el cuadro no podrían faltar los demonios ensotanados que exigen los balazos y repudian los abrazos.

La pelea se agudiza, cuando los opositores reclaman, que ellos mismos no han sido investigados y remitidos a prisión. Para que la 4ª transformación sea digna de homologarse con sus gobiernos criminales, exigen una masacre al estilo Felipe Calderón. Pero son peores cunado se ven obligados a pasar a la defensiva; cuando se victimizan y se aplican la injusticia de perseguidos políticos, a la que ellos, cuando se enquistaron en el gobierno, persiguieron a miles y miles de mexicanos, a los que ahora exigen a AMLO que los indemnice.

Es tanto el odio a la administración actual, que no tienen sonrojo en asegurar que al retomar el poder, cancelarán el aeropuerto Felipe Ángeles y retomarán el Lago de Texcoco. Además no tienen empacho en afirmar que la barda de Calderón refina más gasolina, que la que se acaba de inaugurar en su primera etapa. Y así, su maldad mediática sube de tono, cuando aseguran que los saqueos de Enrique Peña Nieto, son cortinas de humo para despistar los excesos de la parte acusadora.

A dicha gama de afirmaciones se suman los diputados de Durango, que se la viven despotricando en contra de AMLO; pero se pasan de discretos y piadosos, cuando se trata de medir a su patrón con la misma vara. “Candiles de la calle y oscuridades de sus casas”.

Pero la carroña no teme exhibirse, cuando los símbolos del dinosaurio, aseguran que Alito nos los representa, pero ese dicho se cae cuando el cinismo y el descaro del aludido se elevan, ya que a todos los mexicanos nos consta que el susodicho es la perla negra del poder, donde se aglutina la pus del priismo corporal. Pero tampoco la torpeza panista tiene comparación, cuando su genética de traidora, queda evidenciada al cerrar filas de lealtad, en torno a Ricardo Anaya y a Francisco García Cabeza de Vaca.

Con dichos referentes, no cabe duda que el jefe de la banda Claudio X, se da por bien servido, al conservar su capital intoxicado a través de la infamia y odio que les inoculan todos los días en contra de López Obrador, donde destacan que es un presidente peligroso, rodeado de narcos y malandros y encaprichado a seguir hundiendo al país con el aval de los idiotas e ignorantes.

O sea, que el riesgo de una involución o de una restauración no radica en el pleito mediático; pero sí en las inercias corruptas que el PRIAN dejó sembradas en todo el territorio nacional; donde las transas contaminaron a todas las instituciones, donde el servicio público se convirtió en el prostíbulo del enriquecimiento y el desprecio hacia la población, la que siempre ha sufrido los estertores de la corrupción y de la violencia legal para imponerla.

Tal ha sido el precio a pagar por evitar combatirla en el mismo tenor y apostar a un cambio por una pacificación sin sangre, lo que ha incomodado al adversario y a que reviente su frustración, porque hasta ahora sus leyes de “mátalos en caliente” no les ha hecho disfrutar la adrenalina.

De ahí que veamos a la mediocridad y ruindad rampantes, desbozaladas y desatadas, exigiendo que la sangre y fuego con que gobernaron, vuelva a hacer bienvenida y bien aventurada, por aquellos que les da lo mismo bendecir las cachas de oro que las manos asesinas que las engatillan.

La oposición carroñera, por su puritito gusto va quedando reducida a la intrascendencia, porque desde que la desfondaron no ha sabido articular una concepción alternativa. Como tampoco ha sabido estructurar un discurso creíble y con un mínimo de profundidad.

Sus embestidas hasta ahora, se han basado en los videos incómodos que involucran a los hermanos del presidente, así como a la casa gris del hijo. Lo demás es una retahíla vulgar de sacos de pus camuflados de honestidad; machos y golpeadores disfrazados de feministas; payasos y depredadores enmascarados de ecologistas; violadores y pederastas embozados de pacifistas y derechohumaneros y para completar el cuadro no podrían faltar los demonios ensotanados que exigen los balazos y repudian los abrazos.

La pelea se agudiza, cuando los opositores reclaman, que ellos mismos no han sido investigados y remitidos a prisión. Para que la 4ª transformación sea digna de homologarse con sus gobiernos criminales, exigen una masacre al estilo Felipe Calderón. Pero son peores cunado se ven obligados a pasar a la defensiva; cuando se victimizan y se aplican la injusticia de perseguidos políticos, a la que ellos, cuando se enquistaron en el gobierno, persiguieron a miles y miles de mexicanos, a los que ahora exigen a AMLO que los indemnice.

Es tanto el odio a la administración actual, que no tienen sonrojo en asegurar que al retomar el poder, cancelarán el aeropuerto Felipe Ángeles y retomarán el Lago de Texcoco. Además no tienen empacho en afirmar que la barda de Calderón refina más gasolina, que la que se acaba de inaugurar en su primera etapa. Y así, su maldad mediática sube de tono, cuando aseguran que los saqueos de Enrique Peña Nieto, son cortinas de humo para despistar los excesos de la parte acusadora.

A dicha gama de afirmaciones se suman los diputados de Durango, que se la viven despotricando en contra de AMLO; pero se pasan de discretos y piadosos, cuando se trata de medir a su patrón con la misma vara. “Candiles de la calle y oscuridades de sus casas”.

Pero la carroña no teme exhibirse, cuando los símbolos del dinosaurio, aseguran que Alito nos los representa, pero ese dicho se cae cuando el cinismo y el descaro del aludido se elevan, ya que a todos los mexicanos nos consta que el susodicho es la perla negra del poder, donde se aglutina la pus del priismo corporal. Pero tampoco la torpeza panista tiene comparación, cuando su genética de traidora, queda evidenciada al cerrar filas de lealtad, en torno a Ricardo Anaya y a Francisco García Cabeza de Vaca.

Con dichos referentes, no cabe duda que el jefe de la banda Claudio X, se da por bien servido, al conservar su capital intoxicado a través de la infamia y odio que les inoculan todos los días en contra de López Obrador, donde destacan que es un presidente peligroso, rodeado de narcos y malandros y encaprichado a seguir hundiendo al país con el aval de los idiotas e ignorantes.

O sea, que el riesgo de una involución o de una restauración no radica en el pleito mediático; pero sí en las inercias corruptas que el PRIAN dejó sembradas en todo el territorio nacional; donde las transas contaminaron a todas las instituciones, donde el servicio público se convirtió en el prostíbulo del enriquecimiento y el desprecio hacia la población, la que siempre ha sufrido los estertores de la corrupción y de la violencia legal para imponerla.

Tal ha sido el precio a pagar por evitar combatirla en el mismo tenor y apostar a un cambio por una pacificación sin sangre, lo que ha incomodado al adversario y a que reviente su frustración, porque hasta ahora sus leyes de “mátalos en caliente” no les ha hecho disfrutar la adrenalina.

De ahí que veamos a la mediocridad y ruindad rampantes, desbozaladas y desatadas, exigiendo que la sangre y fuego con que gobernaron, vuelva a hacer bienvenida y bien aventurada, por aquellos que les da lo mismo bendecir las cachas de oro que las manos asesinas que las engatillan.