/ domingo 27 de marzo de 2022

El precio de ir juntos

Después del tsunami de más de 30 millones de votos a favor de Andrés Manuel López Obrador, le cambió el rostro a la partidocracia nacional. Hace apenas unos años, el PRI estatal presumía de tener cuadros hasta para exportar. Hoy, la realidad política les hizo ver que su famosa aplanadora estaba prendida con alfileres.

La alianza PRI, PAN y PRD tiene su origen histórico en los resultados electorales de 2018. Sin embargo, a nivel local la alianza Va Por Durango está pagando un precio muy alto al verse obligada a tener que dejar a muchas y a muchos colgados de la brocha. Esta alianza no ha podido cumplir con la integración de su planilla al Ayuntamiento de Durango, porque al final las regidoras y regidores son las cuotas de las cúpulas del poder, por eso los dedazos y las imposiciones han generado una crisis.

En el caso de Durango, de acuerdo a la ley electoral, al Ayuntamiento le corresponden 17 regidores, y estos son de representación proporcional. Por esta razón ha sido la guerra de los partidos que conforman la alianza Va Por Durango, para colocar en las primeras posiciones a las y los afortunados. De ahí su importancia a la hora de las asignaciones que hace la partidocracia local. Para evitar las luchas internas para su asignación, urge una reforma a la ley electoral, y que así los 17 regidores de los que se compone el Ayuntamiento sean electos por el principio de mayoría relativa. Es decir que se ganen su puesto en las urnas de manera directa, y no como hoy sucede: dependen de los votos que obtengan sus partidos y del número que les son asignados.

Otra de las bondades de la actual ley electoral: quienes buscan la reelección en el proceso 2022, no están obligados a separarse de su cargo. Usted recordará que en 2021 cuando se eligieron diputados para el Congreso del Estado, fue lo mismo. Son heridas que hasta el día de hoy no han sanado. Lo mismo pasará con la repartición de las regidurías, son pocos los espacios y muchos los aspirantes. Por la lucha para integrar el Ayuntamiento, los partidos que componen la alianza han exhibido una vez más su falta de democracia. Por el contrario, los principales actores han colocado a sus amigas y amigos, y no a quienes sí tienen mérito para ser regidoras o regidores, y que son bien vistos por la sociedad.

En todos los partidos tenemos muchos ejemplos de aquellos que no tienen la suerte de ser amigos de las cúpulas partidistas. Como dijo el poeta: para muestra basta un botón, los demás a la camisa. Un tema emblemático resulta Mar Grecia, quien fue dejada en el camino por los intereses de grupo en el PRD. Mar Grecia es uno de los cuadros de lujo con los que cuenta ese partido. Tiene carrera política, administrativa, preparación académica, lucha en favor de los grupos vulnerables y abiertamente apoya el matrimonio igualitario. Pero la ex candidata al gobierno del estado también tiene la suerte de no ser amiga del grupo que encabeza Miguel Lazalde. Pusieron a otro que sí representa sus intereses, que ya fue una vez regidor y lo único que se recuerda es que cobró puntualmente sus quincenas y otras linduras como “líder social”.

La alianza Va Por Durango, como dice el refrán, en el pecado podría llevar la penitencia. Lo que acaba de suceder en San Juan del Río resulta muy simbólico. La salida de priistas, encabezados por Jaime Escajeda puede tener un efecto dominó en varios municipios. La integración de Lourdes Quiñones al equipo de Marina Vitela no es asunto menor. Si no se registra Leticia Herrera como candidata en Gómez Palacio, sería muy grave. Las y los que quedaron fuera de las regidurías, no se preocupen: “en este proyecto todos caben, nadie sobra”.


Después del tsunami de más de 30 millones de votos a favor de Andrés Manuel López Obrador, le cambió el rostro a la partidocracia nacional. Hace apenas unos años, el PRI estatal presumía de tener cuadros hasta para exportar. Hoy, la realidad política les hizo ver que su famosa aplanadora estaba prendida con alfileres.

La alianza PRI, PAN y PRD tiene su origen histórico en los resultados electorales de 2018. Sin embargo, a nivel local la alianza Va Por Durango está pagando un precio muy alto al verse obligada a tener que dejar a muchas y a muchos colgados de la brocha. Esta alianza no ha podido cumplir con la integración de su planilla al Ayuntamiento de Durango, porque al final las regidoras y regidores son las cuotas de las cúpulas del poder, por eso los dedazos y las imposiciones han generado una crisis.

En el caso de Durango, de acuerdo a la ley electoral, al Ayuntamiento le corresponden 17 regidores, y estos son de representación proporcional. Por esta razón ha sido la guerra de los partidos que conforman la alianza Va Por Durango, para colocar en las primeras posiciones a las y los afortunados. De ahí su importancia a la hora de las asignaciones que hace la partidocracia local. Para evitar las luchas internas para su asignación, urge una reforma a la ley electoral, y que así los 17 regidores de los que se compone el Ayuntamiento sean electos por el principio de mayoría relativa. Es decir que se ganen su puesto en las urnas de manera directa, y no como hoy sucede: dependen de los votos que obtengan sus partidos y del número que les son asignados.

Otra de las bondades de la actual ley electoral: quienes buscan la reelección en el proceso 2022, no están obligados a separarse de su cargo. Usted recordará que en 2021 cuando se eligieron diputados para el Congreso del Estado, fue lo mismo. Son heridas que hasta el día de hoy no han sanado. Lo mismo pasará con la repartición de las regidurías, son pocos los espacios y muchos los aspirantes. Por la lucha para integrar el Ayuntamiento, los partidos que componen la alianza han exhibido una vez más su falta de democracia. Por el contrario, los principales actores han colocado a sus amigas y amigos, y no a quienes sí tienen mérito para ser regidoras o regidores, y que son bien vistos por la sociedad.

En todos los partidos tenemos muchos ejemplos de aquellos que no tienen la suerte de ser amigos de las cúpulas partidistas. Como dijo el poeta: para muestra basta un botón, los demás a la camisa. Un tema emblemático resulta Mar Grecia, quien fue dejada en el camino por los intereses de grupo en el PRD. Mar Grecia es uno de los cuadros de lujo con los que cuenta ese partido. Tiene carrera política, administrativa, preparación académica, lucha en favor de los grupos vulnerables y abiertamente apoya el matrimonio igualitario. Pero la ex candidata al gobierno del estado también tiene la suerte de no ser amiga del grupo que encabeza Miguel Lazalde. Pusieron a otro que sí representa sus intereses, que ya fue una vez regidor y lo único que se recuerda es que cobró puntualmente sus quincenas y otras linduras como “líder social”.

La alianza Va Por Durango, como dice el refrán, en el pecado podría llevar la penitencia. Lo que acaba de suceder en San Juan del Río resulta muy simbólico. La salida de priistas, encabezados por Jaime Escajeda puede tener un efecto dominó en varios municipios. La integración de Lourdes Quiñones al equipo de Marina Vitela no es asunto menor. Si no se registra Leticia Herrera como candidata en Gómez Palacio, sería muy grave. Las y los que quedaron fuera de las regidurías, no se preocupen: “en este proyecto todos caben, nadie sobra”.