/ miércoles 13 de mayo de 2020

El tortuoso camino de vuelta a la normalidad

Desde que comenzó el confinamiento por la pandemia del Covid-19, acompañado de un freno a buena parte de la actividad productiva, lo que invariablemente estamos pensando en los diferentes niveles en que esto afecta, es ¿cuándo volveremos a la normalidad?

Se trata de una normalidad en la que incluimos volver a hacer vida social, acudir a restaurantes, ir al teatro, asistir a conciertos, y ni qué decir de viajar con todo lo que puede implicar, como abordar aviones, movilizarnos dentro y fuera del país, y en general retomar todas las posibilidades que tuvimos hasta el primer trimestre de este año.

Pero es algo que no se recuperará de la misma forma en que se perdió, casi de un día para otro, ya que la pandemia como tal no desaparecerá así, incluso ni cuando se disponga de algún tratamiento para curar el Covid-19 o de una vacuna que permita anular al coronavirus, ya que cuando éstos existan, faltará aún fabricar los suficientes para ponerlos al alcance de los más de 7 mil millones de habitantes del planeta y distribuirlos para que lleguen, con el despliegue de recursos económicos, humanos y técnicos para hacerlo, algo que por lo menos podrá demorar un año o más, mucho más.

Mientras el coronavirus siga siendo una amenaza para la salud y la vida en todo el mundo, la vida no podrá retomar la normalidad de una forma siquiera parecida a lo que conocíamos, ya que, aunque gradualmente la población vaya regresando a las calles, de entrada, será necesario conservar la sana distancia y medidas de protección como los cubrebocas y en los casos que sea posible usar goggles para proteger los ojos o máscaras de acrílico que cubran la cara.

Por otra parte, los restaurantes que vayan abriendo, deberán tener una separación de al menos 2 metros entre mesas, se deberán evitar encuentros a los que acudan más de 50 personas y eso sólo en la medida en que haya espacio suficiente para que los asistentes mantengan una sana distancia.

Para ver lo que ocurre y lo que ocurrirá en una dimensión, aunque sea aproximada, es importante que veamos lo que pasa en naciones que comenzaron con la crisis sanitaria antes que nosotros, como China, nación en la que tuvo su inicio la pandemia del coronavirus y las que están cerca y les llegó antes que a Occidente, como Corea del Sur.

En esos países ya se ha conseguido detener en buena medida los contagios y las muertes por Covid-19, aunque al igual que en el resto del mundo, la pandemia como tal sigue latente, por lo que no se pueden escatimar las precauciones, aún al retomar gradualmente las actividades.

Siendo tanto China, como Corea del Sur, economías enteramente abiertas, con total interacción global, requieren también reabrir sus fronteras con fines de negocios, siendo una tarea compleja, dadas las circunstancias, teniendo en cuenta que Beijing cerró sus fronteras a todos los extranjeros el 28 de marzo y que Seúl le exige una cuarentena de 14 días a todo aquel que llegue de otra nación, sea o no connacional.

Ante lo mencionado, China y Corea del Sur acordaron generar una vía rápida que facilite que ejecutivos de los dos países puedan visitar de forma recíproca los dos territorios para hacer negocios sin que para ello tengan que someterse a los estrictos controles que hay para el resto de las personas, por lo que ese tipo de viajeros deben controlar su salud las dos semanas previas a su viaje y dar negativo en una prueba de detección del Covid-19 hecha en uno de los laboratorios hechos para tal fin por el gobierno en las 72 horas previas a su salida, al llegar a su destino deben presentar una invitación y los resultados del examen médico y pasar hasta 48 horas en un centro designado, donde se les hará un nuevo test y ya con resultado favorable en mano, podrán continuar su viaje.

Queda un largo camino por andar, sin duda.

FB: YolandaDeLaTorreV

@Yoladelatorre

Desde que comenzó el confinamiento por la pandemia del Covid-19, acompañado de un freno a buena parte de la actividad productiva, lo que invariablemente estamos pensando en los diferentes niveles en que esto afecta, es ¿cuándo volveremos a la normalidad?

Se trata de una normalidad en la que incluimos volver a hacer vida social, acudir a restaurantes, ir al teatro, asistir a conciertos, y ni qué decir de viajar con todo lo que puede implicar, como abordar aviones, movilizarnos dentro y fuera del país, y en general retomar todas las posibilidades que tuvimos hasta el primer trimestre de este año.

Pero es algo que no se recuperará de la misma forma en que se perdió, casi de un día para otro, ya que la pandemia como tal no desaparecerá así, incluso ni cuando se disponga de algún tratamiento para curar el Covid-19 o de una vacuna que permita anular al coronavirus, ya que cuando éstos existan, faltará aún fabricar los suficientes para ponerlos al alcance de los más de 7 mil millones de habitantes del planeta y distribuirlos para que lleguen, con el despliegue de recursos económicos, humanos y técnicos para hacerlo, algo que por lo menos podrá demorar un año o más, mucho más.

Mientras el coronavirus siga siendo una amenaza para la salud y la vida en todo el mundo, la vida no podrá retomar la normalidad de una forma siquiera parecida a lo que conocíamos, ya que, aunque gradualmente la población vaya regresando a las calles, de entrada, será necesario conservar la sana distancia y medidas de protección como los cubrebocas y en los casos que sea posible usar goggles para proteger los ojos o máscaras de acrílico que cubran la cara.

Por otra parte, los restaurantes que vayan abriendo, deberán tener una separación de al menos 2 metros entre mesas, se deberán evitar encuentros a los que acudan más de 50 personas y eso sólo en la medida en que haya espacio suficiente para que los asistentes mantengan una sana distancia.

Para ver lo que ocurre y lo que ocurrirá en una dimensión, aunque sea aproximada, es importante que veamos lo que pasa en naciones que comenzaron con la crisis sanitaria antes que nosotros, como China, nación en la que tuvo su inicio la pandemia del coronavirus y las que están cerca y les llegó antes que a Occidente, como Corea del Sur.

En esos países ya se ha conseguido detener en buena medida los contagios y las muertes por Covid-19, aunque al igual que en el resto del mundo, la pandemia como tal sigue latente, por lo que no se pueden escatimar las precauciones, aún al retomar gradualmente las actividades.

Siendo tanto China, como Corea del Sur, economías enteramente abiertas, con total interacción global, requieren también reabrir sus fronteras con fines de negocios, siendo una tarea compleja, dadas las circunstancias, teniendo en cuenta que Beijing cerró sus fronteras a todos los extranjeros el 28 de marzo y que Seúl le exige una cuarentena de 14 días a todo aquel que llegue de otra nación, sea o no connacional.

Ante lo mencionado, China y Corea del Sur acordaron generar una vía rápida que facilite que ejecutivos de los dos países puedan visitar de forma recíproca los dos territorios para hacer negocios sin que para ello tengan que someterse a los estrictos controles que hay para el resto de las personas, por lo que ese tipo de viajeros deben controlar su salud las dos semanas previas a su viaje y dar negativo en una prueba de detección del Covid-19 hecha en uno de los laboratorios hechos para tal fin por el gobierno en las 72 horas previas a su salida, al llegar a su destino deben presentar una invitación y los resultados del examen médico y pasar hasta 48 horas en un centro designado, donde se les hará un nuevo test y ya con resultado favorable en mano, podrán continuar su viaje.

Queda un largo camino por andar, sin duda.

FB: YolandaDeLaTorreV

@Yoladelatorre

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