/ sábado 30 de octubre de 2021

El truco de la distracción

Si hablamos de distracciones, conviene enterarnos que existen muchas de ellas y en diversos campos. Todos podemos haber sufrido la distracción cuando conducíamos algún vehículo y llegamos a tener un accidente.

Pero cuando se hace a propósito, buscando la distracción de otros, es para evitar se atienda algún hecho y engañar los sentidos de los espectadores; como en el arte de la prestidigitación que depende precisamente, de la distracción que se logre llevar a cabo para lograr el objetivo deseado.

En el gobernante, existen varios trucos que se usan para justificar sus actuaciones, tales como: Buscar una excusa. - Si se ha hecho algo gordo, negarlo. – Divide y vencerás. –

Buscar los mayores distractores; y quizás otras estrategias, pero por lo pronto estas son las que de momento vienen a la memoria.

La distracción utiliza los límites de la mente de las personas para dar una imagen y memoria equivocada. La mente del ser humano se concentra en una cosa a la vez, o tratándose de la estrategia de los gobernantes, en aquello que le causa una reacción de indignidad, sensación, descrédito, estigmatización, etc. Y así como el mago utiliza la distracción para manipular las ideas o las percepciones de información sensorial de la audiencia, llevándola a conclusiones falsas, de la misma manera el gobernante con sus excusas, estrategias o trucos.

AMLO le ha dado la vuelta a las estrategias que he comentado anteriormente, se excusa constantemente; niega todo lo que puede, aunque después la misma tecnología lo descubra; divide a todo el que se deja; y todas sus absurdas acusaciones, suspicacias, falsedades e invenciones no son otra cosa que DISTRACTORES, que en forma muy astuta le han aconsejado use para tener al pueblo abstraído y manipular sus ideas.

Últimamente, el distractor es contra la UNAM, hasta los ha retado para que hagan marchas en contra de él, lo que aumentaría más la distracción de quien le hagan caso; por si fuera poco, hasta los Derechos Humanos buscan distraer a lo tonto, reviviendo el caso de Mario Aburto, en lugar de ponerse a trabajar en tantas cosas que necesitan atender.

Podemos afirmar que, el arremeter en contra de algo o de alguien es buscar distractores, como lo ha hecho cuando ataca a Calderón, a los neoliberales, a los fifís, a los de cuello blanco, a los periodistas, a Anaya, al INE y ha puesto a toda su gavilla a difamar en su contra; a las energías renovables, a Estados Unidos, a España, a los intelectuales, a los abogados, a los médicos, a la OEA, a la ciencia y los científicos, a los planteles escolares, a los videojuegos, a los profesionales, a los que estudian en los países del primer mundo con excepción de sus consentidos; al Poder Judicial, a la DEA dizque por fabricar pruebas en su contra, a Bimbo y Oxxo, a éstos porque ellos pagan la luz que ellos mismos generan, etc.

Para el presidente es mejor emprender guerras en contra de todos y distraer lo más que pueda, para que no le reclamen tanta mentira que predica y que no tiene ningún proyecto definido para el país; evitar que le demanden que aún se siguen muriendo niños por falta de quimioterapias y muchos más por el desabasto de medicinas creada por su mala administración.

Que no hay guarderías, ni refugios para mujeres violentadas; lo mal llevada que ha sido la pandemia del Covid-19; que no se ha procedido en contra de sus hermanos, o de su tía Felipa; los enriquecimientos de casi todos los de su gabinete; la saña en contra de Rosario Robles y la benevolencia a favor de un criminal confeso como Lozoya y los del crimen organizado; la gran estupidez de haber tirado el aeropuerto de Texcoco que distinguiría a nuestro país dentro de los mejores, que contaría con 120 posiciones y el de Santa Lucía tendrá solamente 14 y que, le saldrá económicamente peor el remedio que la enfermedad y que reafirma que sólo un enajenado mental pudo haber realizado semejante idiotez; que es candil de la calle y oscuridad de su casa, que regala dinero y vacunas a otros países; y que, en síntesis, no ha hecho nada, sino puras tonterías.

Si hablamos de distracciones, conviene enterarnos que existen muchas de ellas y en diversos campos. Todos podemos haber sufrido la distracción cuando conducíamos algún vehículo y llegamos a tener un accidente.

Pero cuando se hace a propósito, buscando la distracción de otros, es para evitar se atienda algún hecho y engañar los sentidos de los espectadores; como en el arte de la prestidigitación que depende precisamente, de la distracción que se logre llevar a cabo para lograr el objetivo deseado.

En el gobernante, existen varios trucos que se usan para justificar sus actuaciones, tales como: Buscar una excusa. - Si se ha hecho algo gordo, negarlo. – Divide y vencerás. –

Buscar los mayores distractores; y quizás otras estrategias, pero por lo pronto estas son las que de momento vienen a la memoria.

La distracción utiliza los límites de la mente de las personas para dar una imagen y memoria equivocada. La mente del ser humano se concentra en una cosa a la vez, o tratándose de la estrategia de los gobernantes, en aquello que le causa una reacción de indignidad, sensación, descrédito, estigmatización, etc. Y así como el mago utiliza la distracción para manipular las ideas o las percepciones de información sensorial de la audiencia, llevándola a conclusiones falsas, de la misma manera el gobernante con sus excusas, estrategias o trucos.

AMLO le ha dado la vuelta a las estrategias que he comentado anteriormente, se excusa constantemente; niega todo lo que puede, aunque después la misma tecnología lo descubra; divide a todo el que se deja; y todas sus absurdas acusaciones, suspicacias, falsedades e invenciones no son otra cosa que DISTRACTORES, que en forma muy astuta le han aconsejado use para tener al pueblo abstraído y manipular sus ideas.

Últimamente, el distractor es contra la UNAM, hasta los ha retado para que hagan marchas en contra de él, lo que aumentaría más la distracción de quien le hagan caso; por si fuera poco, hasta los Derechos Humanos buscan distraer a lo tonto, reviviendo el caso de Mario Aburto, en lugar de ponerse a trabajar en tantas cosas que necesitan atender.

Podemos afirmar que, el arremeter en contra de algo o de alguien es buscar distractores, como lo ha hecho cuando ataca a Calderón, a los neoliberales, a los fifís, a los de cuello blanco, a los periodistas, a Anaya, al INE y ha puesto a toda su gavilla a difamar en su contra; a las energías renovables, a Estados Unidos, a España, a los intelectuales, a los abogados, a los médicos, a la OEA, a la ciencia y los científicos, a los planteles escolares, a los videojuegos, a los profesionales, a los que estudian en los países del primer mundo con excepción de sus consentidos; al Poder Judicial, a la DEA dizque por fabricar pruebas en su contra, a Bimbo y Oxxo, a éstos porque ellos pagan la luz que ellos mismos generan, etc.

Para el presidente es mejor emprender guerras en contra de todos y distraer lo más que pueda, para que no le reclamen tanta mentira que predica y que no tiene ningún proyecto definido para el país; evitar que le demanden que aún se siguen muriendo niños por falta de quimioterapias y muchos más por el desabasto de medicinas creada por su mala administración.

Que no hay guarderías, ni refugios para mujeres violentadas; lo mal llevada que ha sido la pandemia del Covid-19; que no se ha procedido en contra de sus hermanos, o de su tía Felipa; los enriquecimientos de casi todos los de su gabinete; la saña en contra de Rosario Robles y la benevolencia a favor de un criminal confeso como Lozoya y los del crimen organizado; la gran estupidez de haber tirado el aeropuerto de Texcoco que distinguiría a nuestro país dentro de los mejores, que contaría con 120 posiciones y el de Santa Lucía tendrá solamente 14 y que, le saldrá económicamente peor el remedio que la enfermedad y que reafirma que sólo un enajenado mental pudo haber realizado semejante idiotez; que es candil de la calle y oscuridad de su casa, que regala dinero y vacunas a otros países; y que, en síntesis, no ha hecho nada, sino puras tonterías.