/ viernes 13 de diciembre de 2019

EN CARTERA

190 aniversario del natalicio de F. Zarco

Hablar del durangueño Francisco Zarco Mateos es recordarnos la importancia del derecho de la libertad de expresión. Destacado político, periodista, historiador mexicano, miembro del Congreso Constituyente de 1856 y escritor liberal de la Reforma.

Su labor periodística tuvo gran trascendencia y singularidad en la prensa mexicana, y por ella sufrió posteriormente persecuciones y prisión.

La labor periodística de Francisco Zarco duró toda su vida; sin embargo, la parte dedicada a la literatura se redujo a un periodo de siete años: comenzó en 1849, con la publicación de "El porvenir" y "La gota de rocío" en El Álbum Mexicano, y finalizó en 1855, cuando optó por escribir exclusivamente sobre asuntos políticos. Sus colaboraciones literarias fueron: cuadros de costumbres, artículos morales y descriptivos, poemas, crónicas de espectáculos y prosa poética. Su estética es de filiación romántica. Aparte de la Historia del Congreso Extraordinario Constituyente de 1856 y 1857, Francisco Zarco no vio publicada su obra en libros, y lo que se conoce de él procede de antologías o compilaciones posteriores a su muerte.

De 1989 a 1994, Boris Rosen Jélomer se dio a la tarea de reunir en 20 volúmenes toda su producción. Existen recopilaciones centradas únicamente en sus textos de carácter político. Otras compilaciones tratan de rescatar su faceta como literato.

En febrero de 1856 fue elegido diputado por el estado de Durango al Congreso Constituyente de 1856 a 1857 y ahí pronuncia un discurso en el que defiende la libertad de imprenta con las siguientes palabras: “Entrando ahora en la cuestión de la libertad de imprenta, he creído de mi deber tomar parte en este debate porque soy uno de los pocos periodistas que el pueblo ha enviado a esta asamblea, porque tengo en las cuestiones de imprenta la experiencia de muchos años, y la experiencia de víctima, señores, que me hace conocer inconvenientes que pueden escaparse a la penetración de hombres más ilustrados y más capaces y porque, en fin, deseo defender la libertad de la prensa como la más precisa de las garantías del ciudadano y sin la que son mentira cualesquiera otras libertades y derechos… Triste y doloroso es decirlo, pero es la pura verdad: en México jamás ha habido libertad de imprenta; los gobiernos conservadores y los que se han llamado liberales, todos han tenido miedo a las ideas, todos han sofocado la discusión, todos han perseguido y martirizado el pensamiento. Yo, al menos, señores, he tenido que sufrir como escritor público ultrajes y tropelías de todos los regímenes y de todos los partidos”.

De esta manera, se lee el pensamiento constructivo, crítico y revolucionario de este singular personaje en la historia de la prensa mexicana. Propone además, por primera vez en el país la fijación de un salario mínimo.

Francisco Zarco estuvo influenciado por las ideas liberales y republicanas de su época. Este pensamiento se manifestó en su amplia producción periodística, primordialmente en los editoriales que escribió para El Demócrata. Francisco Zarco aprovechó las páginas de ese periódico para manifestar su inconformidad ante la postulación del militar Mariano Arista. Tal motivo fue el detonante para que Francisco Zarco y Antonio Pérez Gallardo, redactores en jefe, fueran encarcelados en el cuartel del regimiento Hidalgo.

Escribió dos folletos que causaron indignación en el ala conservadora del país: Las matanzas de Tacubaya, publicado el 13 de mayo de ese mismo año, y Comentarios del tratado de Miramar y dificultades prácticas para la transformación monárquica de México de 1864. Por la primera publicación, nuevamente fue llevado a la cárcel bajo las órdenes de Miguel Miramón. El encierro duró siete meses hasta que, con el triunfo liberal en diciembre de 1860, salió libre.

El 18 de febrero de 1856 Francisco Zarco comenzó sus funciones como diputado por el estado de Durango y cronista oficial del Congreso Constituyente. También le fue encomendada la redacción del manifiesto preliminar de la Constitución de 1857. Dicho texto fue leído el 5 de febrero de 1857, en la misma asamblea en que fue aprobada la Constitución.

El 22 de diciembre de 1869 Francisco Zarco muere a causa de una tuberculosis pulmonar. Su nombre está inscrito en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Sus restos reposan en el histórico Panteón de San Fernando, donde también reposa el cuerpo de Benito Juárez, de quien fue colaborador y amigo leal. (Continuará).

190 aniversario del natalicio de F. Zarco

Hablar del durangueño Francisco Zarco Mateos es recordarnos la importancia del derecho de la libertad de expresión. Destacado político, periodista, historiador mexicano, miembro del Congreso Constituyente de 1856 y escritor liberal de la Reforma.

Su labor periodística tuvo gran trascendencia y singularidad en la prensa mexicana, y por ella sufrió posteriormente persecuciones y prisión.

La labor periodística de Francisco Zarco duró toda su vida; sin embargo, la parte dedicada a la literatura se redujo a un periodo de siete años: comenzó en 1849, con la publicación de "El porvenir" y "La gota de rocío" en El Álbum Mexicano, y finalizó en 1855, cuando optó por escribir exclusivamente sobre asuntos políticos. Sus colaboraciones literarias fueron: cuadros de costumbres, artículos morales y descriptivos, poemas, crónicas de espectáculos y prosa poética. Su estética es de filiación romántica. Aparte de la Historia del Congreso Extraordinario Constituyente de 1856 y 1857, Francisco Zarco no vio publicada su obra en libros, y lo que se conoce de él procede de antologías o compilaciones posteriores a su muerte.

De 1989 a 1994, Boris Rosen Jélomer se dio a la tarea de reunir en 20 volúmenes toda su producción. Existen recopilaciones centradas únicamente en sus textos de carácter político. Otras compilaciones tratan de rescatar su faceta como literato.

En febrero de 1856 fue elegido diputado por el estado de Durango al Congreso Constituyente de 1856 a 1857 y ahí pronuncia un discurso en el que defiende la libertad de imprenta con las siguientes palabras: “Entrando ahora en la cuestión de la libertad de imprenta, he creído de mi deber tomar parte en este debate porque soy uno de los pocos periodistas que el pueblo ha enviado a esta asamblea, porque tengo en las cuestiones de imprenta la experiencia de muchos años, y la experiencia de víctima, señores, que me hace conocer inconvenientes que pueden escaparse a la penetración de hombres más ilustrados y más capaces y porque, en fin, deseo defender la libertad de la prensa como la más precisa de las garantías del ciudadano y sin la que son mentira cualesquiera otras libertades y derechos… Triste y doloroso es decirlo, pero es la pura verdad: en México jamás ha habido libertad de imprenta; los gobiernos conservadores y los que se han llamado liberales, todos han tenido miedo a las ideas, todos han sofocado la discusión, todos han perseguido y martirizado el pensamiento. Yo, al menos, señores, he tenido que sufrir como escritor público ultrajes y tropelías de todos los regímenes y de todos los partidos”.

De esta manera, se lee el pensamiento constructivo, crítico y revolucionario de este singular personaje en la historia de la prensa mexicana. Propone además, por primera vez en el país la fijación de un salario mínimo.

Francisco Zarco estuvo influenciado por las ideas liberales y republicanas de su época. Este pensamiento se manifestó en su amplia producción periodística, primordialmente en los editoriales que escribió para El Demócrata. Francisco Zarco aprovechó las páginas de ese periódico para manifestar su inconformidad ante la postulación del militar Mariano Arista. Tal motivo fue el detonante para que Francisco Zarco y Antonio Pérez Gallardo, redactores en jefe, fueran encarcelados en el cuartel del regimiento Hidalgo.

Escribió dos folletos que causaron indignación en el ala conservadora del país: Las matanzas de Tacubaya, publicado el 13 de mayo de ese mismo año, y Comentarios del tratado de Miramar y dificultades prácticas para la transformación monárquica de México de 1864. Por la primera publicación, nuevamente fue llevado a la cárcel bajo las órdenes de Miguel Miramón. El encierro duró siete meses hasta que, con el triunfo liberal en diciembre de 1860, salió libre.

El 18 de febrero de 1856 Francisco Zarco comenzó sus funciones como diputado por el estado de Durango y cronista oficial del Congreso Constituyente. También le fue encomendada la redacción del manifiesto preliminar de la Constitución de 1857. Dicho texto fue leído el 5 de febrero de 1857, en la misma asamblea en que fue aprobada la Constitución.

El 22 de diciembre de 1869 Francisco Zarco muere a causa de una tuberculosis pulmonar. Su nombre está inscrito en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Sus restos reposan en el histórico Panteón de San Fernando, donde también reposa el cuerpo de Benito Juárez, de quien fue colaborador y amigo leal. (Continuará).

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