/ jueves 20 de febrero de 2020

EN CARTERA

Ni cajas de ‘seguridad’ de bancos son seguras (2)

De los apodos al ingeniero Enrique Rodríguez Nájera, señala que el “Viejo” Gándara le puso la “salchicha” por su fisonomía excedida de peso, que Óscar y Sergio le decían el “alemán” por terco. El apodo que se le quedó fue el “elefantito” y se lo debe al maestro de la ESIQUIE Ing. Bernardo Egwia Liz en 1959 cuando le impartía la materia de Docimasia (estudio de la separación del oro y la plata), le dijo al grupo de alumnos “yo ya no voy hablar, que hable el elefante por su buena memoria”, se discutía el triunfo de Fidel Castro en Cuba.

Recuerda Rodríguez Nájera que estuvo en la Casa del Estudiante Durangueño los cinco años en que cursó su carrera profesional, que la habitaban 55 estudiantes, que la comida les llegaba de la Cárcel de Lecumberri, que como requisito para ingresar era un mes de realizar la limpieza general, desde sacarle lustre a los baños hasta las paredes y pisos, y un mes más de afanador, y uno hacía su propia cama de los fierros que ahí había, y luego proceder hacerse su propio colchón con la borra que había. Señala que el mayor y mejor manjar que se paladeaba era la tortilla.

Pero vayamos al asunto de la presente colaboración. Recuerda Enrique Rodríguez Nájera que hace tres años que empezó a subir el dólar, ya jubilados y con el importe de las jubilaciones del matrimonio, deciden convertirlos a dólares y juntan una cantidad de 15 mil dólares que proceden a guardar en una caja de seguridad que tenían contratada con Banamex con una renta mensual de 2,550 pesos, y el importe guardado lo acostumbraban revisar cada año.

La caja de seguridad se encuentra en una bóveda de acero blindado, para llegar a ellas se requiere pasar cuatro aduanas, y esas cuatro llaves las tiene únicamente una persona del banco, la caja que uno contrata para su apertura requiere dos llaves, la del arrendatario y la del banco.

Pero según oficio signado por el quejoso, Enrique Rodríguez Nájera de fecha 20 de diciembre de 2017, dirigido al Banco Nacional de México, Sucursal 0109 en la ciudad de Durango, con copia al C. Ernesto Torres Cantú, director general de Citibanamex, C. Jaime González Aguadé, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, C. Mario Alberto Di Costanzo Armenta, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) y al Delegado de la Condusef en el Estado de Durango, expone:

“Que desde hace 58 años ha sido usuario de los servicios financieros de Banamex, cumpliendo con tiempo y forma con todos los pagos derivados de las obligaciones contraídas en las diversas operaciones que he realizado en esta institución… Sin embargo hace siete semanas, al acudir el suscrito en compañía de la empleada encargada del acceso a las cajas de seguridad, a la bóveda de las mismas, nos fue imposible abrir la chapa de la caja No. 88 que tengo contratada.

Acto seguido notificamos al gerente de la sucursal 0109, quien solicitó a la ciudad de Monterrey, Nuevo León, el envío del técnico especializado en la apertura de estas cajas. El día 4 de diciembre de 2017 se presentó el técnico y accedimos a la bóveda blindada, el gerente de la sucursal 0109, la empleada encargada del acceso de la misma, el técnico y el suscrito, el técnico violentó la chapa de la caja a base de fuertes golpes con herramientas especializadas, hasta extraer la chapa, la cual fue substituida por otra, habiéndome entregado a mí la llave de la nueva chapa que me correspondía de la caja de seguridad No. 88 y la otra a la encargada del acceso, las cuales fueron debidamente probadas en presencia de las cuatro personas.

Acto seguido el técnico se retiró, así como también el gerente local. Enseguida la empleada y yo abrimos la chapa con las dos llaves correspondientes y saqué la caja de seguridad No. 88 y accedí al cuarto adjunto donde se revisan las cajas únicamente por parte del usuario de las mismas.

Al abrir la caja me encontré con una sorpresa increíble, inconcebible, inexplicable e injustificable, pues habían desaparecido dos sobres que contenían quince mil dólares que yo había guardado en la caja en el mes de diciembre de 2016. Ante el daño financiero y moral, no sólo debemos hacer las denuncias correspondientes, sino no descansar ni un momento hasta que las autoridades correspondientes logren aclarar este robo, a plena satisfacción de los afectados; que sean restituidos los daños financieros y seamos indemnizados por el daño moral causado, señala el comunicado de referencia.

Existen otros oficios. Uno de fecha 24 de junio de 2019, dirigido a la senadora Dra. Margarita Valdez Martínez, donde solicita su valiosa intervención “para que sea devuelto el dinero que me fue robado”. Otro con fecha 9 de agosto de 2019, dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador, entregado en la visita que hiciera a nuestra ciudad de Durango, donde le expresa que “desde hace un año y nueve meses denuncié ante Banamex, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y a la Condusef el robo de lo ahorrado por mi pensión del ISSSTE, depositados en una “caja de seguridad” en la sucursal 0109 de Banamex.

Y en este periodo de tiempo sólo he comprobado que existe una total y absoluta impunidad para los ladrones y Banamex no muestra ningún interés en aclarar este robo, o bien de cubrir los quince mil dólares que esa institución me resguardaba. Concluye: “Con la esperanza de que su gobierno atienda mi problema y que Banamex me devuelva mi dinero robado”.

Y el último oficio fue entregado a Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en su visita que realizara a invitación de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) el 22 de enero de 2020 a nuestra Ciudad de Durango a impartir la conferencia que tituló “Combate al Lavado de Dinero y Corrupción”, precisamente en la sesión de preguntas y respuestas, documento que señala “el robo de la pensión que depositamos en una “caja de seguridad” de un banco para solventar cualquier contingencia futura propia de nuestra edad (tengo 81 años), sin que exista la mínima posibilidad de que se nos sean entregados los videos de las cajas de seguridad que tienen cuatro mecanismos blindados y sin que ninguna autoridad bancaria haya mostrado el mínimo interés para regresarnos nuestro dinero. Anexo copia del expediente completo de esta demanda que ya tiene más de dos años y con la atenta súplica de que con su muy valiosa intervención fuera resuelto este problema”.

Rodríguez Nájera termina la charla señalando que la Condusef opinó que es un robo, pero esta institución carece de dientes, tan sólo formula recomendaciones. Califica como una burla el ofrecimiento de Banamex de 5 mil pesos, para concluir con su caso. Conoce de 4 personas más que sufrieron el robo de sus dineros en las “cajas de seguridad” de Banamex. Al parecer –señala- cuando un gerente de plaza se jubila se saquea el efectivo de las “cajas de seguridad”, las joyas y documentos los dejan porque pueden rastrearlos, y cuando se jubila un Gerente Regional, cuidado porque pone a temblar a las sucursales de su jurisdicción. Le dará seguimiento a su queja que le presentó a Santiago Nieto.

Estaremos al tanto de ese seguimiento y posible respuesta.

Ni cajas de ‘seguridad’ de bancos son seguras (2)

De los apodos al ingeniero Enrique Rodríguez Nájera, señala que el “Viejo” Gándara le puso la “salchicha” por su fisonomía excedida de peso, que Óscar y Sergio le decían el “alemán” por terco. El apodo que se le quedó fue el “elefantito” y se lo debe al maestro de la ESIQUIE Ing. Bernardo Egwia Liz en 1959 cuando le impartía la materia de Docimasia (estudio de la separación del oro y la plata), le dijo al grupo de alumnos “yo ya no voy hablar, que hable el elefante por su buena memoria”, se discutía el triunfo de Fidel Castro en Cuba.

Recuerda Rodríguez Nájera que estuvo en la Casa del Estudiante Durangueño los cinco años en que cursó su carrera profesional, que la habitaban 55 estudiantes, que la comida les llegaba de la Cárcel de Lecumberri, que como requisito para ingresar era un mes de realizar la limpieza general, desde sacarle lustre a los baños hasta las paredes y pisos, y un mes más de afanador, y uno hacía su propia cama de los fierros que ahí había, y luego proceder hacerse su propio colchón con la borra que había. Señala que el mayor y mejor manjar que se paladeaba era la tortilla.

Pero vayamos al asunto de la presente colaboración. Recuerda Enrique Rodríguez Nájera que hace tres años que empezó a subir el dólar, ya jubilados y con el importe de las jubilaciones del matrimonio, deciden convertirlos a dólares y juntan una cantidad de 15 mil dólares que proceden a guardar en una caja de seguridad que tenían contratada con Banamex con una renta mensual de 2,550 pesos, y el importe guardado lo acostumbraban revisar cada año.

La caja de seguridad se encuentra en una bóveda de acero blindado, para llegar a ellas se requiere pasar cuatro aduanas, y esas cuatro llaves las tiene únicamente una persona del banco, la caja que uno contrata para su apertura requiere dos llaves, la del arrendatario y la del banco.

Pero según oficio signado por el quejoso, Enrique Rodríguez Nájera de fecha 20 de diciembre de 2017, dirigido al Banco Nacional de México, Sucursal 0109 en la ciudad de Durango, con copia al C. Ernesto Torres Cantú, director general de Citibanamex, C. Jaime González Aguadé, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, C. Mario Alberto Di Costanzo Armenta, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) y al Delegado de la Condusef en el Estado de Durango, expone:

“Que desde hace 58 años ha sido usuario de los servicios financieros de Banamex, cumpliendo con tiempo y forma con todos los pagos derivados de las obligaciones contraídas en las diversas operaciones que he realizado en esta institución… Sin embargo hace siete semanas, al acudir el suscrito en compañía de la empleada encargada del acceso a las cajas de seguridad, a la bóveda de las mismas, nos fue imposible abrir la chapa de la caja No. 88 que tengo contratada.

Acto seguido notificamos al gerente de la sucursal 0109, quien solicitó a la ciudad de Monterrey, Nuevo León, el envío del técnico especializado en la apertura de estas cajas. El día 4 de diciembre de 2017 se presentó el técnico y accedimos a la bóveda blindada, el gerente de la sucursal 0109, la empleada encargada del acceso de la misma, el técnico y el suscrito, el técnico violentó la chapa de la caja a base de fuertes golpes con herramientas especializadas, hasta extraer la chapa, la cual fue substituida por otra, habiéndome entregado a mí la llave de la nueva chapa que me correspondía de la caja de seguridad No. 88 y la otra a la encargada del acceso, las cuales fueron debidamente probadas en presencia de las cuatro personas.

Acto seguido el técnico se retiró, así como también el gerente local. Enseguida la empleada y yo abrimos la chapa con las dos llaves correspondientes y saqué la caja de seguridad No. 88 y accedí al cuarto adjunto donde se revisan las cajas únicamente por parte del usuario de las mismas.

Al abrir la caja me encontré con una sorpresa increíble, inconcebible, inexplicable e injustificable, pues habían desaparecido dos sobres que contenían quince mil dólares que yo había guardado en la caja en el mes de diciembre de 2016. Ante el daño financiero y moral, no sólo debemos hacer las denuncias correspondientes, sino no descansar ni un momento hasta que las autoridades correspondientes logren aclarar este robo, a plena satisfacción de los afectados; que sean restituidos los daños financieros y seamos indemnizados por el daño moral causado, señala el comunicado de referencia.

Existen otros oficios. Uno de fecha 24 de junio de 2019, dirigido a la senadora Dra. Margarita Valdez Martínez, donde solicita su valiosa intervención “para que sea devuelto el dinero que me fue robado”. Otro con fecha 9 de agosto de 2019, dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador, entregado en la visita que hiciera a nuestra ciudad de Durango, donde le expresa que “desde hace un año y nueve meses denuncié ante Banamex, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y a la Condusef el robo de lo ahorrado por mi pensión del ISSSTE, depositados en una “caja de seguridad” en la sucursal 0109 de Banamex.

Y en este periodo de tiempo sólo he comprobado que existe una total y absoluta impunidad para los ladrones y Banamex no muestra ningún interés en aclarar este robo, o bien de cubrir los quince mil dólares que esa institución me resguardaba. Concluye: “Con la esperanza de que su gobierno atienda mi problema y que Banamex me devuelva mi dinero robado”.

Y el último oficio fue entregado a Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en su visita que realizara a invitación de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) el 22 de enero de 2020 a nuestra Ciudad de Durango a impartir la conferencia que tituló “Combate al Lavado de Dinero y Corrupción”, precisamente en la sesión de preguntas y respuestas, documento que señala “el robo de la pensión que depositamos en una “caja de seguridad” de un banco para solventar cualquier contingencia futura propia de nuestra edad (tengo 81 años), sin que exista la mínima posibilidad de que se nos sean entregados los videos de las cajas de seguridad que tienen cuatro mecanismos blindados y sin que ninguna autoridad bancaria haya mostrado el mínimo interés para regresarnos nuestro dinero. Anexo copia del expediente completo de esta demanda que ya tiene más de dos años y con la atenta súplica de que con su muy valiosa intervención fuera resuelto este problema”.

Rodríguez Nájera termina la charla señalando que la Condusef opinó que es un robo, pero esta institución carece de dientes, tan sólo formula recomendaciones. Califica como una burla el ofrecimiento de Banamex de 5 mil pesos, para concluir con su caso. Conoce de 4 personas más que sufrieron el robo de sus dineros en las “cajas de seguridad” de Banamex. Al parecer –señala- cuando un gerente de plaza se jubila se saquea el efectivo de las “cajas de seguridad”, las joyas y documentos los dejan porque pueden rastrearlos, y cuando se jubila un Gerente Regional, cuidado porque pone a temblar a las sucursales de su jurisdicción. Le dará seguimiento a su queja que le presentó a Santiago Nieto.

Estaremos al tanto de ese seguimiento y posible respuesta.

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