/ viernes 30 de julio de 2021

En el pecado…

Cuando Arturo Yáñez Cuellar se registró, junto a Rocío Rebollo Mendoza, para dirigir al PRI a partir del mes de agosto, leyó un discurso bien redactado y secuenciado, concebido para tocar las fibras priistas; despertar emociones y motivar un nuevo estado de ánimo entre la rasurada militancia del partido.

Enunció frases que, al momento de concebirse, sabían que llegarían fuerte al renovado ánimo de la clase priista. Pero también lo escucharon en la “casa de al lado” y, como en los propios, también allá causó reacciones.

El discurso puede desmenuzarse, analizar las criticas implícitas que, a querer y no, fueron hechas; sin embargo, fue una la que más efectos mediáticos y políticos tuvo: “Que quede claro… en este acto simbólico de nuestro partido… esta dirigencia será defensora de sus militantes… y vamos a luchar por lo que nos corresponde… y lo justo es la candidatura de la alianza por la Gubernatura del Estado”…

Era apenas el 7 de junio, antes de 24 horas que cerraran las casillas, cuando las manifestaciones del “yo quiero” empezaron a darse como alud a través de los medios… y siguen, tal vez faltan. Personajes de todos los colores, encabezados por Esteban Villegas y Enrique Benítez lo iniciaron; los siguieron todos los demás de quienes ya hemos escuchado, el mismo alcalde de Durango se animó y ¡pum! hoy tenemos a muchos que dicen querer y poder.

Lo anterior viene a colación porque, de todos los partidos, el PRI es el único que corre el riesgo mayor de escisiones, visto está. En la justicia que el virtual presidente del CDE del PRI busca obtener, logrando la nominación de un priista para contender por el Gobierno del Estado, puede estar también su primer tropiezo y con él, una terrible pérdida de credibilidad y… de militantes.

Ciertamente no aseguró que la candidatura sería para el tricolor, “vamos a luchar” dijo, dejando una puerta abierta al posible fracaso en esa empresa que de suyo, se antoja casi imposible. El discurso de Yañez Cuellar movilizó la maquinaria del Partido Acción Nacional y, ellos sí, acordados, salieron a hacerle frente a sus palabras. Arturo elevó las expectativas de sus correligionarios a lo más alto; al mismo tiempo, prendió su primer fuego… aún sin tomar posesión.

Desde el domingo 26 de julio, PAN Y PRI siguen en un “carrusel” de medios que se antoja interminable y que seguramente se detendrá hasta que la posible alianza haya tomado un acuerdo concreto de quién será su abanderado(a).

Con la visita de Marko Cortés, la llama de aquél fuego se avivó y sabrá Dios cómo se alimente con la próxima gira de Alejandro Moreno. Por lo pronto, a los ojos de la opinión pública, no ha caído nada bien la reyerta de declaraciones que en ambos sentido va y viene.

Pero los blanquiazules no sólo atajaron las frases fuerza del Arturo, sino que se fueron más allá. De acuerdo a los trascendidos, en el PAN también tienen la mira fija en el Ayuntamiento de Durango, capital. ¿Se debilita la alianza?. Visto al interior del partido, Arturo Yañez tendrá que desgarrarse para sostener su promesa, su lucha tendrá que ser encarnizada para alcanzar su objetivo. Tendrá también que vencer esa percepción de que llega impuesto por su amigo el dirigente nacional, al margen de su vieja militancia y trayectoria.

Su promesa de luchar por la gubernatura con un candidato propio, hasta cierto punto tendrá que abrirla, para evidenciar que en la mesa de negociaciones está dando la pelea por los suyos, aunque esas luchas se libren más arriba.

Se puso la vara muy alta. Arturo se animó a prender esa fogata; tenía que hacerlo pero, tal vez ese fuego pueda quemarlo.

¿En el pecado llevará la penitencia?

Cuando Arturo Yáñez Cuellar se registró, junto a Rocío Rebollo Mendoza, para dirigir al PRI a partir del mes de agosto, leyó un discurso bien redactado y secuenciado, concebido para tocar las fibras priistas; despertar emociones y motivar un nuevo estado de ánimo entre la rasurada militancia del partido.

Enunció frases que, al momento de concebirse, sabían que llegarían fuerte al renovado ánimo de la clase priista. Pero también lo escucharon en la “casa de al lado” y, como en los propios, también allá causó reacciones.

El discurso puede desmenuzarse, analizar las criticas implícitas que, a querer y no, fueron hechas; sin embargo, fue una la que más efectos mediáticos y políticos tuvo: “Que quede claro… en este acto simbólico de nuestro partido… esta dirigencia será defensora de sus militantes… y vamos a luchar por lo que nos corresponde… y lo justo es la candidatura de la alianza por la Gubernatura del Estado”…

Era apenas el 7 de junio, antes de 24 horas que cerraran las casillas, cuando las manifestaciones del “yo quiero” empezaron a darse como alud a través de los medios… y siguen, tal vez faltan. Personajes de todos los colores, encabezados por Esteban Villegas y Enrique Benítez lo iniciaron; los siguieron todos los demás de quienes ya hemos escuchado, el mismo alcalde de Durango se animó y ¡pum! hoy tenemos a muchos que dicen querer y poder.

Lo anterior viene a colación porque, de todos los partidos, el PRI es el único que corre el riesgo mayor de escisiones, visto está. En la justicia que el virtual presidente del CDE del PRI busca obtener, logrando la nominación de un priista para contender por el Gobierno del Estado, puede estar también su primer tropiezo y con él, una terrible pérdida de credibilidad y… de militantes.

Ciertamente no aseguró que la candidatura sería para el tricolor, “vamos a luchar” dijo, dejando una puerta abierta al posible fracaso en esa empresa que de suyo, se antoja casi imposible. El discurso de Yañez Cuellar movilizó la maquinaria del Partido Acción Nacional y, ellos sí, acordados, salieron a hacerle frente a sus palabras. Arturo elevó las expectativas de sus correligionarios a lo más alto; al mismo tiempo, prendió su primer fuego… aún sin tomar posesión.

Desde el domingo 26 de julio, PAN Y PRI siguen en un “carrusel” de medios que se antoja interminable y que seguramente se detendrá hasta que la posible alianza haya tomado un acuerdo concreto de quién será su abanderado(a).

Con la visita de Marko Cortés, la llama de aquél fuego se avivó y sabrá Dios cómo se alimente con la próxima gira de Alejandro Moreno. Por lo pronto, a los ojos de la opinión pública, no ha caído nada bien la reyerta de declaraciones que en ambos sentido va y viene.

Pero los blanquiazules no sólo atajaron las frases fuerza del Arturo, sino que se fueron más allá. De acuerdo a los trascendidos, en el PAN también tienen la mira fija en el Ayuntamiento de Durango, capital. ¿Se debilita la alianza?. Visto al interior del partido, Arturo Yañez tendrá que desgarrarse para sostener su promesa, su lucha tendrá que ser encarnizada para alcanzar su objetivo. Tendrá también que vencer esa percepción de que llega impuesto por su amigo el dirigente nacional, al margen de su vieja militancia y trayectoria.

Su promesa de luchar por la gubernatura con un candidato propio, hasta cierto punto tendrá que abrirla, para evidenciar que en la mesa de negociaciones está dando la pelea por los suyos, aunque esas luchas se libren más arriba.

Se puso la vara muy alta. Arturo se animó a prender esa fogata; tenía que hacerlo pero, tal vez ese fuego pueda quemarlo.

¿En el pecado llevará la penitencia?

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Ser objetivo

Amaury Alvarado

viernes 30 de julio de 2021

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