/ sábado 18 de enero de 2020

¿En qué se parecen el ave fénix y el PRI?

Los dos tendrían que ver con las cenizas. El ave fénix de ellas resurgió, y el PRI, ¿lo logrará? Tiene tres oportunidades: en 2021 a nivel local y federal, en 2022 con la elección de Gobernador y Presidente Municipal, en 2024 intentará regresar a la Presidencia de la República.


De acuerdo a Enrique Benítez, presidente estatal del PRI, este sueño es posible. Si algún partido tiene problemas para regresar como mayoría a la cámara de diputados, sin duda es el partido que fundó Plutarco Elías Calles.

Los tricolores locales tienen problemas al interior y hacia afuera de su partido. La lucha interna por las candidaturas será entre los dos últimos exgobernadores. Esa ya es, la crónica de las candidaturas anunciadas. El problema que tienen los dos grupos fuertes del PRI estatal es hacia el exterior, muy pocos priistas son bien vistos por la sociedad y estos a la hora de nombrar candidatos los dejan “colgados de la brocha” y el “dedazo” aparece en el momento oportuno.

¿Podrá Enrique Benítez salir airoso del proceso electoral en 2021? Como Santo Tomás: “Hasta no ver, no creer”. Los priistas locales y a nivel nacional necesitan una especie de “sicoanálisis” político para ser lo que un día fueron. Con el 7% de las encuestas y el rechazo que tienen de más del 50% de los ciudadanos, no la tienen nada fácil.

Ahora sí requieren de un nuevo PRI y de una vez por todas enterrar al viejo PRI. Si los priistas no lo hacen, un día otros se encargarán de hacerlo. ¿Tienen los priistas locales una figura que los una y los salve, y quién es? En este tema tiene que ver el perfil del militante. En primer lugar, tendría que ser alguien que no cargue los “dados” a ninguno de los dos grupos que hoy se disputan las candidaturas. Que tenga calidad política y moral hacia adentro del partido y hacia la sociedad para ser un factor de equilibrio. Que no tenga fama de haberse hecho millonario a la sombra del poder público. Por supuesto, que sea reconocido por su trayectoria y militancia a nivel local y nacional, ser bien visto por las bases del tricolor.

Ningún exgobernador que pretenda imponer a sus candidatos o comerse el pastel él solo, logrará recuperar lo que el PRI ha perdido, o querer ser en los hechos presidente de facto del partido. Los tricolores locales saben que sí existe el militante que les garantice un papel neutral entre los grupos de los dos exgobernadores. Si hay “dedazo” o imposición el PRI no ganará, ni siquiera el distrito III federal. “Para muestra basta un botón, los demás a la camisa”. Esteban Villegas Villarreal tiene su plan A y su plan B. Pretende ser candidato del III Distrito, y si no se puede, el Distrito I.

Esos son los planes de la cuadra de las bicicletas famosas. La pregunta es ¿esto lo decidirán las bases del PRI? Puede apostar a que no.


Los dos tendrían que ver con las cenizas. El ave fénix de ellas resurgió, y el PRI, ¿lo logrará? Tiene tres oportunidades: en 2021 a nivel local y federal, en 2022 con la elección de Gobernador y Presidente Municipal, en 2024 intentará regresar a la Presidencia de la República.


De acuerdo a Enrique Benítez, presidente estatal del PRI, este sueño es posible. Si algún partido tiene problemas para regresar como mayoría a la cámara de diputados, sin duda es el partido que fundó Plutarco Elías Calles.

Los tricolores locales tienen problemas al interior y hacia afuera de su partido. La lucha interna por las candidaturas será entre los dos últimos exgobernadores. Esa ya es, la crónica de las candidaturas anunciadas. El problema que tienen los dos grupos fuertes del PRI estatal es hacia el exterior, muy pocos priistas son bien vistos por la sociedad y estos a la hora de nombrar candidatos los dejan “colgados de la brocha” y el “dedazo” aparece en el momento oportuno.

¿Podrá Enrique Benítez salir airoso del proceso electoral en 2021? Como Santo Tomás: “Hasta no ver, no creer”. Los priistas locales y a nivel nacional necesitan una especie de “sicoanálisis” político para ser lo que un día fueron. Con el 7% de las encuestas y el rechazo que tienen de más del 50% de los ciudadanos, no la tienen nada fácil.

Ahora sí requieren de un nuevo PRI y de una vez por todas enterrar al viejo PRI. Si los priistas no lo hacen, un día otros se encargarán de hacerlo. ¿Tienen los priistas locales una figura que los una y los salve, y quién es? En este tema tiene que ver el perfil del militante. En primer lugar, tendría que ser alguien que no cargue los “dados” a ninguno de los dos grupos que hoy se disputan las candidaturas. Que tenga calidad política y moral hacia adentro del partido y hacia la sociedad para ser un factor de equilibrio. Que no tenga fama de haberse hecho millonario a la sombra del poder público. Por supuesto, que sea reconocido por su trayectoria y militancia a nivel local y nacional, ser bien visto por las bases del tricolor.

Ningún exgobernador que pretenda imponer a sus candidatos o comerse el pastel él solo, logrará recuperar lo que el PRI ha perdido, o querer ser en los hechos presidente de facto del partido. Los tricolores locales saben que sí existe el militante que les garantice un papel neutral entre los grupos de los dos exgobernadores. Si hay “dedazo” o imposición el PRI no ganará, ni siquiera el distrito III federal. “Para muestra basta un botón, los demás a la camisa”. Esteban Villegas Villarreal tiene su plan A y su plan B. Pretende ser candidato del III Distrito, y si no se puede, el Distrito I.

Esos son los planes de la cuadra de las bicicletas famosas. La pregunta es ¿esto lo decidirán las bases del PRI? Puede apostar a que no.