/ lunes 30 de agosto de 2021

Equilibrios legislativos

En la perspectiva del 2022 en que se renovará la gubernatura, la nueva conformación política de la LXIX Legislatura local que inicia este primero de septiembre, reflejará equilibrios y desequilibrios políticos diferentes a los que prevalecieron en la saliente, lo que augura menos dificultades en la gobernabilidad del ejecutivo estatal.

En la legislatura que termina, la integran 10 diputados de Morena, 4 del PT, 5 del PRI, 4 del PAN y uno del Verde Ecologista. En la práctica, morenistas, petistas y ecologistas, siempre votaron en bloque (15), por lo que mantuvieron la hegemonía, lo que obligó al ejecutivo del Estado a “negociar” la aprobación sobre todo de las cuentas públicas y los presupuestos anuales.

A partir del 01 de septiembre, el escenario se modificará de acuerdo a la configuración que tendrá la Legislatura de la que formarán parte ocho diputados priistas, siete morenistas, seis panistas (previendo que la Sala Superior del Poder Judicial Electoral de la Federación ratifique el fallo que le regresó la curul plurinominal al PAN), dos perredistas, un petista y un ecologista.

Y al subsistir la coalición electoral en lo legislativo, el PAN, PRI y PRD, sumarán 16 parlamentarios, mientras que los de Morena, PT y Pvem si también lo hacen en alianza, 9. El debate será diferente, con la intención de que sea de altura y no haya el “atractivo” avallasamiento de la mayoría, sino que las decisiones consensadas vayan sustentadas en el Estado de Derecho y no del número de legisladores que le den el visto bueno.

Morena podrá disponer con el trato que brinde el Gobierno Federal a Durango, como una especie de “moneda de cambio”, para negociar los acuerdos legislativos locales, lo que de alguna manera se tendrá que traducir en discusiones apegadas a las normas jurídicas, con puntos de acuerdo que convenzan de su viabilidad a la mayoría.

Los morenistas iniciarán divididos en 2 bloques: Uno de cuatro en el que estarán los diputados encabezados por el coordinador de la fracción Christian Alan Jean Esparza, y quienes obtuvieron por la vía de mayoría relativa los distritos laguneros X, XI y XII, Alejandra del Valle Ramírez, Ofelia Rentería Delgadillo y Eduardo Garcia Reyes, respectivamente. Mientras que el otro será de Sandra Lilia Amaya Rosales, Bernabé Aguilar y Marisol Carrillo Correa.

Para aprobar las enmiendas constitucionales se requiere de la mayoría calificada que son las dos terceras partes, lo que significa 17 diputados. Por sí solos los coaligados de Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática no alcanzarían la suma. De ahí que tendrían que atraerse cuando menos a uno de los legisladores de Morena, PT y Verde.

En el presupuesto anual y las cuentas públicas con la mayoría simple se aprueban. No obstante, según lo han manifestado los coordinadores de las bancadas, el objetivo no será subyugar a las minorías, sino entablar debates de altura sustentados en la Ley.

En la perspectiva del 2022 en que se renovará la gubernatura, la nueva conformación política de la LXIX Legislatura local que inicia este primero de septiembre, reflejará equilibrios y desequilibrios políticos diferentes a los que prevalecieron en la saliente, lo que augura menos dificultades en la gobernabilidad del ejecutivo estatal.

En la legislatura que termina, la integran 10 diputados de Morena, 4 del PT, 5 del PRI, 4 del PAN y uno del Verde Ecologista. En la práctica, morenistas, petistas y ecologistas, siempre votaron en bloque (15), por lo que mantuvieron la hegemonía, lo que obligó al ejecutivo del Estado a “negociar” la aprobación sobre todo de las cuentas públicas y los presupuestos anuales.

A partir del 01 de septiembre, el escenario se modificará de acuerdo a la configuración que tendrá la Legislatura de la que formarán parte ocho diputados priistas, siete morenistas, seis panistas (previendo que la Sala Superior del Poder Judicial Electoral de la Federación ratifique el fallo que le regresó la curul plurinominal al PAN), dos perredistas, un petista y un ecologista.

Y al subsistir la coalición electoral en lo legislativo, el PAN, PRI y PRD, sumarán 16 parlamentarios, mientras que los de Morena, PT y Pvem si también lo hacen en alianza, 9. El debate será diferente, con la intención de que sea de altura y no haya el “atractivo” avallasamiento de la mayoría, sino que las decisiones consensadas vayan sustentadas en el Estado de Derecho y no del número de legisladores que le den el visto bueno.

Morena podrá disponer con el trato que brinde el Gobierno Federal a Durango, como una especie de “moneda de cambio”, para negociar los acuerdos legislativos locales, lo que de alguna manera se tendrá que traducir en discusiones apegadas a las normas jurídicas, con puntos de acuerdo que convenzan de su viabilidad a la mayoría.

Los morenistas iniciarán divididos en 2 bloques: Uno de cuatro en el que estarán los diputados encabezados por el coordinador de la fracción Christian Alan Jean Esparza, y quienes obtuvieron por la vía de mayoría relativa los distritos laguneros X, XI y XII, Alejandra del Valle Ramírez, Ofelia Rentería Delgadillo y Eduardo Garcia Reyes, respectivamente. Mientras que el otro será de Sandra Lilia Amaya Rosales, Bernabé Aguilar y Marisol Carrillo Correa.

Para aprobar las enmiendas constitucionales se requiere de la mayoría calificada que son las dos terceras partes, lo que significa 17 diputados. Por sí solos los coaligados de Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática no alcanzarían la suma. De ahí que tendrían que atraerse cuando menos a uno de los legisladores de Morena, PT y Verde.

En el presupuesto anual y las cuentas públicas con la mayoría simple se aprueban. No obstante, según lo han manifestado los coordinadores de las bancadas, el objetivo no será subyugar a las minorías, sino entablar debates de altura sustentados en la Ley.