/ miércoles 30 de junio de 2021

Escenarios políticos

El calendario político electoral en México marca que para 2022 se renovarán seis gubernaturas, la de Durango entre ellas (además de sus 39 presidencias municipales). También señala que en el no muy lejano 2024 habrá de elegirse a un nuevo inquilino en Palacio Nacional.

Para el caso específico de Durango el escenario es claro: PAN, PRI y PRD deben ir juntos si quieren repetir los resultados obtenidos en la elección pasada; el tema aquí es que deben elegir como candidato a una persona que logre conciliar no sólo los intereses de los grupos que mandan en cada partido, sino el de todos los sectores de cada partido.

Ante tal escenario, las cúpulas en Acción Nacional y el que manda en el Revolucionario Institucional tienen menudo problema; deben ponderar sus intereses personales y familiares contra la posibilidad de perder la elección, ya sea porque la alianza se les fracturó por no haber consensado o porque el no elegido se cambió de partido y les ganó la elección. El actual inquilino en el CCB es una muestra palmaria de ello.

En MORENA lo único seguro es que habrá conflicto; la lista de aspirantes crecerá a niveles de paroxismo en la medida en que pase el tiempo; el problema es que aquí nadie cederá, todos los allí anotados dirán estar sentados a la derecha del mesías tropical. Los morenos siguen pensando que la marca AMLO por si sola los hará ganar.

Por lo que respecta a la elección presidencial en 2024, el panorama es simple: no hay oposición, en ninguno de los partidos existentes encontramos a un personaje que pueda medianamente competirle a quien sea de MORENA. Aclaro que en este caso el candidato ganará no por ser de MORENA, sino porque no tendrá contrincante con peso específico. Así entonces, la contienda se dará realmente al interior de MORENA, pero eso, eso es otra historia, diría la nana Goya.

El calendario político electoral en México marca que para 2022 se renovarán seis gubernaturas, la de Durango entre ellas (además de sus 39 presidencias municipales). También señala que en el no muy lejano 2024 habrá de elegirse a un nuevo inquilino en Palacio Nacional.

Para el caso específico de Durango el escenario es claro: PAN, PRI y PRD deben ir juntos si quieren repetir los resultados obtenidos en la elección pasada; el tema aquí es que deben elegir como candidato a una persona que logre conciliar no sólo los intereses de los grupos que mandan en cada partido, sino el de todos los sectores de cada partido.

Ante tal escenario, las cúpulas en Acción Nacional y el que manda en el Revolucionario Institucional tienen menudo problema; deben ponderar sus intereses personales y familiares contra la posibilidad de perder la elección, ya sea porque la alianza se les fracturó por no haber consensado o porque el no elegido se cambió de partido y les ganó la elección. El actual inquilino en el CCB es una muestra palmaria de ello.

En MORENA lo único seguro es que habrá conflicto; la lista de aspirantes crecerá a niveles de paroxismo en la medida en que pase el tiempo; el problema es que aquí nadie cederá, todos los allí anotados dirán estar sentados a la derecha del mesías tropical. Los morenos siguen pensando que la marca AMLO por si sola los hará ganar.

Por lo que respecta a la elección presidencial en 2024, el panorama es simple: no hay oposición, en ninguno de los partidos existentes encontramos a un personaje que pueda medianamente competirle a quien sea de MORENA. Aclaro que en este caso el candidato ganará no por ser de MORENA, sino porque no tendrá contrincante con peso específico. Así entonces, la contienda se dará realmente al interior de MORENA, pero eso, eso es otra historia, diría la nana Goya.