/ domingo 31 de julio de 2022

Escoger nuestras batallas

Los altos mandos de la aviación americana consideraron que la toma de Iwo Jima, esta pequeña Isla al sur de Japón, sería clave para bombardear Tokio y darle así un duro golpe al imperio Nipón. Después de tres meses de sangriento combate, en marzo de 1945 culminó con la toma de la isla por parte de la infantería de marina de los Estados Unidos. Pero, a pesar de la victoria, el número excesivo de bajas y el hecho de que nunca se cumplió el objetivo de su conquista que era que sirviera de plataforma para los aviones caza americanos, hizo que esta fuera considerada una batalla innecesaria, una batalla absurda.

Estoy convencido que la vida se parece más a una guerra que a un día de playa. Y creo que es verdad que existe lo que se denomina una “batalla cultural”, y que la misma es mucho más compleja que reducirla a derecha vs izquierda, o conservadores vs. liberales o “tradicionalismo vs “progresismo”. Estoy persuadido que tenemos un enemigo espiritual, al que la Biblia llama el “príncipe de este mundo” que ha logrado que muchos estemos en la arena del “todos contra todos”. Corremos el grave peligro de encontrarnos peleando una guerra equivocada: “Porque no luchamos contra gente como nosotros, sino contra espíritus malvados que actúan en el cielo. Ellos imponen su autoridad y su poder en el mundo actual.” (Efesios 6:12 TLA.

Frente a esto, es hora de escoger, sin abandonar la defensa de la verdad, las batallas que realmente valen la pena pelear, aquellas que le arrebatan almas al enemigo para llevarlos amorosamente a Cristo: “Es verdad que vivimos en este mundo, pero no actuamos como todo el mundo, ni luchamos con las armas de este mundo. Al contrario, usamos el poder de Dios para destruir las fuerzas del mal, las acusaciones y el orgullo de quienes quieren impedir que todos conozcan a Dios. Con ese poder hacemos que los pecadores cambien su manera de pensar y obedezcan a Cristo.” 2 Corintios 10:3-5 TLA.

leonardolombar@gmail.com

Estoy convencido que la vida se parece más a una guerra que a un día de playa. Y creo que es verdad que existe lo que se denomina una “batalla cultural”, y que la misma es mucho más compleja que reducirla a derecha vs izquierda, o conservadores vs. liberales o “tradicionalismo vs “progresismo”.

Los altos mandos de la aviación americana consideraron que la toma de Iwo Jima, esta pequeña Isla al sur de Japón, sería clave para bombardear Tokio y darle así un duro golpe al imperio Nipón. Después de tres meses de sangriento combate, en marzo de 1945 culminó con la toma de la isla por parte de la infantería de marina de los Estados Unidos. Pero, a pesar de la victoria, el número excesivo de bajas y el hecho de que nunca se cumplió el objetivo de su conquista que era que sirviera de plataforma para los aviones caza americanos, hizo que esta fuera considerada una batalla innecesaria, una batalla absurda.

Estoy convencido que la vida se parece más a una guerra que a un día de playa. Y creo que es verdad que existe lo que se denomina una “batalla cultural”, y que la misma es mucho más compleja que reducirla a derecha vs izquierda, o conservadores vs. liberales o “tradicionalismo vs “progresismo”. Estoy persuadido que tenemos un enemigo espiritual, al que la Biblia llama el “príncipe de este mundo” que ha logrado que muchos estemos en la arena del “todos contra todos”. Corremos el grave peligro de encontrarnos peleando una guerra equivocada: “Porque no luchamos contra gente como nosotros, sino contra espíritus malvados que actúan en el cielo. Ellos imponen su autoridad y su poder en el mundo actual.” (Efesios 6:12 TLA.

Frente a esto, es hora de escoger, sin abandonar la defensa de la verdad, las batallas que realmente valen la pena pelear, aquellas que le arrebatan almas al enemigo para llevarlos amorosamente a Cristo: “Es verdad que vivimos en este mundo, pero no actuamos como todo el mundo, ni luchamos con las armas de este mundo. Al contrario, usamos el poder de Dios para destruir las fuerzas del mal, las acusaciones y el orgullo de quienes quieren impedir que todos conozcan a Dios. Con ese poder hacemos que los pecadores cambien su manera de pensar y obedezcan a Cristo.” 2 Corintios 10:3-5 TLA.

leonardolombar@gmail.com

Estoy convencido que la vida se parece más a una guerra que a un día de playa. Y creo que es verdad que existe lo que se denomina una “batalla cultural”, y que la misma es mucho más compleja que reducirla a derecha vs izquierda, o conservadores vs. liberales o “tradicionalismo vs “progresismo”.

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