/ lunes 16 de septiembre de 2019

Espino llega para conciliar con Aispuro

La llegada de Manuel Espino Barrientos a la superdelegación federal en Durango, el próximo primero de octubre, envía un mensaje conciliador para que mejoren las relaciones del estado con la federación, pero además llegará con la intención de ordenar el caos que hay en la dependencia, empezar realmente a operar los programas sociales, y sobre todo despartidizarlos.

Manuel Espino conoce los entretelones de la política, y según fuentes de la capital del país, trae la encomienda directa del presidente López Obrador, con quien sostuvo una entrevista en días pasados, para arreglar la representación del gobierno federal en Durango, tanto en la relación que lleva con los órdenes gubernamentales locales, como terminar con la anarquía en que se vio inmersa la delegación de Bienestar.

También atenderá lo que se refiere a la coordinación de todas las delegaciones federales, a fin de que caminen con certeza y eficiencia, aún cuando carezcan de los titulares, en todas habrá encargados de tomar decisiones operativas.

Además, el arribo del exdirigente nacional del PAN, significa un “manotazo” de AMLO a los morenistas locales, que no acaban de pelearse. Si los militantes del partido del presidente, entienden el mensaje tras el nombramiento de Espino, podrán beneficiar a la institución política, recomponerla, y empezar a trabajar desde abajo para recuperar lo que echaron por la borda con posturas unipersonales y de grupo.

La ruptura con la federación, que provocara el anuncio del gobernador Aispuro, de buscar enmiendas para modificar el Pacto Federal, y sobre todo que el acuerdo de coordinación fiscal, les garantizara a los gobiernos estatales y municipales, más del actual porcentaje que se les entrega, que en ocasiones es menos del 20%, tenderá a restablecerse con la llegada de Manuel Espino.

Hasta ahora, han sido los mandatarios de Durango y Chihuahua, los que se han pronunciado por reformas a la Ley de Coordinación Fiscal, y Espino conoce mucho de eso, y tiene la experiencia del político conciliador, que sabe por dónde atacar, pero que también utiliza la mano izquierda para el diálogo y los consensos.

Un factor que puede beneficiar a Durango, es la buena relación que Espino lleva con Aispuro, y de entrada tener los canales de comunicación abiertos, para convertirse en un auténtico facilitador para que los programas federales aterricen con oportunidad y eficiencia, y despojarlos de tintes partidistas, que tanto molestan a los receptores de los apoyos.

Espino jugará un papel relevante para que a Durango le vaya bien, no solamente con la operación de los programas de Bienestar, sino en las relaciones gubernamentales para que haya diálogo y entendimiento entre las partes.

Por lo pronto, la expectativa que ha generado la llegada de Manuel Espino a la superdelegación, es positiva, desde las perspectivas sociales, políticas y económicas que requiere Durango.

Sin duda el tema urgente es el que se refiere al Presupuesto Federal para la entidad, ya que en el proyecto enviado por Hacienda a los legisladores, hay una disminución de más de tres mil millones.

Aún hay tiempo para cabildear con los diputados y senadores antes de que se apruebe el PEF 2020, para que modifiquen la propuesta, y al final, partir de la base cero, de tal manera que si en verdad hay la voluntad presidencial por ayudar a los duranguenses, se refleje en mayores recursos para infraestructura.

Con Espino como representante presidencial en Durango, el panorama se recompone, pero habrá que ver que ello se traduzca en beneficios tangibles, de tal manera que prevalezcan la armonía y concordia política.

El titular del ejecutivo estatal, quien siempre ha sido conciliador y ha mostrado voluntad de trabajar en equipo y de manera coordinada con el gobierno federal, puede sacarle raja positiva a la situación, todo en aras de que Durango progrese.

Hay personajes de la política local, que pueden salir beneficiados con el aterrizar de Espino a tierras duranguenses: Héctor Vela fue uno de los que acompañaron al próximo superdelegado, en el proyecto de Ruta Cinco.

De los cercanos al expanista, se cuentan Jaime del Valle y la actual coordinadora de Conafe, Pilar Espino, entre algunos militantes de AN local, con quienes lleva buena amistad.

Aunque también hay cargas negativas que descalifican al sonorense-chihuahuense y duranguense, al señalar que bregará por su proyecto político, y no le importará Durango. Lo cierto es que hay que darle el beneficio de la duda, de que trae la consiga de actuar en bien de la tierra de los alacranes.

La llegada de Manuel Espino Barrientos a la superdelegación federal en Durango, el próximo primero de octubre, envía un mensaje conciliador para que mejoren las relaciones del estado con la federación, pero además llegará con la intención de ordenar el caos que hay en la dependencia, empezar realmente a operar los programas sociales, y sobre todo despartidizarlos.

Manuel Espino conoce los entretelones de la política, y según fuentes de la capital del país, trae la encomienda directa del presidente López Obrador, con quien sostuvo una entrevista en días pasados, para arreglar la representación del gobierno federal en Durango, tanto en la relación que lleva con los órdenes gubernamentales locales, como terminar con la anarquía en que se vio inmersa la delegación de Bienestar.

También atenderá lo que se refiere a la coordinación de todas las delegaciones federales, a fin de que caminen con certeza y eficiencia, aún cuando carezcan de los titulares, en todas habrá encargados de tomar decisiones operativas.

Además, el arribo del exdirigente nacional del PAN, significa un “manotazo” de AMLO a los morenistas locales, que no acaban de pelearse. Si los militantes del partido del presidente, entienden el mensaje tras el nombramiento de Espino, podrán beneficiar a la institución política, recomponerla, y empezar a trabajar desde abajo para recuperar lo que echaron por la borda con posturas unipersonales y de grupo.

La ruptura con la federación, que provocara el anuncio del gobernador Aispuro, de buscar enmiendas para modificar el Pacto Federal, y sobre todo que el acuerdo de coordinación fiscal, les garantizara a los gobiernos estatales y municipales, más del actual porcentaje que se les entrega, que en ocasiones es menos del 20%, tenderá a restablecerse con la llegada de Manuel Espino.

Hasta ahora, han sido los mandatarios de Durango y Chihuahua, los que se han pronunciado por reformas a la Ley de Coordinación Fiscal, y Espino conoce mucho de eso, y tiene la experiencia del político conciliador, que sabe por dónde atacar, pero que también utiliza la mano izquierda para el diálogo y los consensos.

Un factor que puede beneficiar a Durango, es la buena relación que Espino lleva con Aispuro, y de entrada tener los canales de comunicación abiertos, para convertirse en un auténtico facilitador para que los programas federales aterricen con oportunidad y eficiencia, y despojarlos de tintes partidistas, que tanto molestan a los receptores de los apoyos.

Espino jugará un papel relevante para que a Durango le vaya bien, no solamente con la operación de los programas de Bienestar, sino en las relaciones gubernamentales para que haya diálogo y entendimiento entre las partes.

Por lo pronto, la expectativa que ha generado la llegada de Manuel Espino a la superdelegación, es positiva, desde las perspectivas sociales, políticas y económicas que requiere Durango.

Sin duda el tema urgente es el que se refiere al Presupuesto Federal para la entidad, ya que en el proyecto enviado por Hacienda a los legisladores, hay una disminución de más de tres mil millones.

Aún hay tiempo para cabildear con los diputados y senadores antes de que se apruebe el PEF 2020, para que modifiquen la propuesta, y al final, partir de la base cero, de tal manera que si en verdad hay la voluntad presidencial por ayudar a los duranguenses, se refleje en mayores recursos para infraestructura.

Con Espino como representante presidencial en Durango, el panorama se recompone, pero habrá que ver que ello se traduzca en beneficios tangibles, de tal manera que prevalezcan la armonía y concordia política.

El titular del ejecutivo estatal, quien siempre ha sido conciliador y ha mostrado voluntad de trabajar en equipo y de manera coordinada con el gobierno federal, puede sacarle raja positiva a la situación, todo en aras de que Durango progrese.

Hay personajes de la política local, que pueden salir beneficiados con el aterrizar de Espino a tierras duranguenses: Héctor Vela fue uno de los que acompañaron al próximo superdelegado, en el proyecto de Ruta Cinco.

De los cercanos al expanista, se cuentan Jaime del Valle y la actual coordinadora de Conafe, Pilar Espino, entre algunos militantes de AN local, con quienes lleva buena amistad.

Aunque también hay cargas negativas que descalifican al sonorense-chihuahuense y duranguense, al señalar que bregará por su proyecto político, y no le importará Durango. Lo cierto es que hay que darle el beneficio de la duda, de que trae la consiga de actuar en bien de la tierra de los alacranes.