/ martes 23 de noviembre de 2021

Falsa creencia de herencia de notarías

En el año de 2012, este prestigioso diario me hizo favor de publicar un artículo intitulado ¿Se heredan las notarías? En donde inicio haciendo mención de una revista de Andalucía había señalado que, casi uno de cada cuatro hijos trabaja en el mismo ámbito que sus padres, pues un informe del Centro de Estudios Andaluces, realizado por el investigador de la Universidad de Málaga Óscar Marcenaro, revela que casi un 46% de los hijos trabajan en el mismo ámbito de ocupación que su padre, porcentaje que baja al 22.92% de las hijas.

Sin embargo, el 36.43% de las niñas están ocupadas en el mismo sector que su madre frente al 30.37% de los niños. Lo anterior me permito señalarlo, en virtud de que si el padre es ebanista, lo más lógico es que le enseñe a sus hijos su labor; si el progenitor tiene una fábrica, lo usual es que sus vástagos lo auxilien en ella, de igual manera, el descendiente de un médico quiere tener la misma profesión que su ascendiente, quizás por admiración, o por la ayuda que el padre dará al hijo tanto en sus estudios como en su posterior trabajo;

Lo que sucede también con el notario, quien ocupa para el desarrollo de sus actividades laborales a diversos empleados, pero si cuenta con descendientes que les interese la actividad de su padre, se pueden adentrar en la profesión y ser alumnos desde ese instante en su notaría, en el entendido también, de que el alumno superará tarde o temprano al maestro.

El artículo 5 de nuestra Carta Magna señala que: A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. Profesiones que necesitan título para su ejercicio, las condiciones que deban llenarse para obtenerlo y las autoridades que han de expedirlo. Sería totalmente vergonzoso que cualquiera se opusiera a que, los hijos de un médico, no pueda ser médico porque su padre lo es.

Y esto lo saben perfectamente los señores legisladores, quienes por ser personas capaces también tienen conocimiento que, de 25 notarios que existen en la capital 16, no somos hijos de notario, y en todo el Estado, de 42 notarios, 28 no son hijos de notarios. Y, el pasado martes 16 de noviembre aprobó su examen de notario otra persona que no es hijo de notario.

El gremio de notarios en nuestra Entidad, a diferencia de algunos de otros Estados, se ha preocupado porque, quien ocupe la vacante de una notaría, primeramente, tenga su patente de Aspirante al Ejercicio del Notariado que, para obtenerlo, tuvo que tener dos años de práctica efectiva en una notaría y además de otros requisitos, presentar su examen y aprobarlo.

Y para obtener la patente de notario, se necesita que esté vacante una notaría y quien la ocupe haya triunfado en su examen de oposición compitiendo con varios que desean obtener la misma vacante. Por cuanto esa falsa creencia que sólo a los hijos de los notarios, se les dé prioridad para ocupar una notaría, es preciso señalar que, en varios exámenes, tanto de aspirantes como oposición, se han reprobado a hijos de notarios.

En el año de 2012, este prestigioso diario me hizo favor de publicar un artículo intitulado ¿Se heredan las notarías? En donde inicio haciendo mención de una revista de Andalucía había señalado que, casi uno de cada cuatro hijos trabaja en el mismo ámbito que sus padres, pues un informe del Centro de Estudios Andaluces, realizado por el investigador de la Universidad de Málaga Óscar Marcenaro, revela que casi un 46% de los hijos trabajan en el mismo ámbito de ocupación que su padre, porcentaje que baja al 22.92% de las hijas.

Sin embargo, el 36.43% de las niñas están ocupadas en el mismo sector que su madre frente al 30.37% de los niños. Lo anterior me permito señalarlo, en virtud de que si el padre es ebanista, lo más lógico es que le enseñe a sus hijos su labor; si el progenitor tiene una fábrica, lo usual es que sus vástagos lo auxilien en ella, de igual manera, el descendiente de un médico quiere tener la misma profesión que su ascendiente, quizás por admiración, o por la ayuda que el padre dará al hijo tanto en sus estudios como en su posterior trabajo;

Lo que sucede también con el notario, quien ocupa para el desarrollo de sus actividades laborales a diversos empleados, pero si cuenta con descendientes que les interese la actividad de su padre, se pueden adentrar en la profesión y ser alumnos desde ese instante en su notaría, en el entendido también, de que el alumno superará tarde o temprano al maestro.

El artículo 5 de nuestra Carta Magna señala que: A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. Profesiones que necesitan título para su ejercicio, las condiciones que deban llenarse para obtenerlo y las autoridades que han de expedirlo. Sería totalmente vergonzoso que cualquiera se opusiera a que, los hijos de un médico, no pueda ser médico porque su padre lo es.

Y esto lo saben perfectamente los señores legisladores, quienes por ser personas capaces también tienen conocimiento que, de 25 notarios que existen en la capital 16, no somos hijos de notario, y en todo el Estado, de 42 notarios, 28 no son hijos de notarios. Y, el pasado martes 16 de noviembre aprobó su examen de notario otra persona que no es hijo de notario.

El gremio de notarios en nuestra Entidad, a diferencia de algunos de otros Estados, se ha preocupado porque, quien ocupe la vacante de una notaría, primeramente, tenga su patente de Aspirante al Ejercicio del Notariado que, para obtenerlo, tuvo que tener dos años de práctica efectiva en una notaría y además de otros requisitos, presentar su examen y aprobarlo.

Y para obtener la patente de notario, se necesita que esté vacante una notaría y quien la ocupe haya triunfado en su examen de oposición compitiendo con varios que desean obtener la misma vacante. Por cuanto esa falsa creencia que sólo a los hijos de los notarios, se les dé prioridad para ocupar una notaría, es preciso señalar que, en varios exámenes, tanto de aspirantes como oposición, se han reprobado a hijos de notarios.