/ domingo 17 de abril de 2022

Gonzalo Yáñez con posibilidades reales

Pese a los riesgos que dicen que Gonzalo representa para la coalición “Juntos Hacemos Historia”, no deja de ser la figura más controvertida y polémica de dicho proyecto y a la vez el que tiene posibilidades reales de apuntalar la candidatura de Marina Vitela y en sí la propia.

Gonzalo por su forma peculiar de ser, ante la opinión pública siempre se coloca entre el bien y el mal. De ahí que la guerra sucia no se hiciera esperar en torno a los males que encarna y a los muchos bienes que disfruta, según sus enemigos gratuitos y pagados.

No al triunfo, o sí al triunfo de Gonzalo, dicen sus críticos más ácidos. A través de la intriga y descalificación parar al Tirantes a como dé lugar, o concederle el beneficio de la duda para apoyarlo. El veto necesario para salvar al municipio del Rambo, que desaparece a la mitad de las campañas o el voto que esta vez lo haga llegar al final de la contienda con el trofeo en las manos.

Así ha empezado el debate mediático en torno a la candidatura del polémico personaje, cuyos admiradores y detractores, definen dos bandos claros, dos visiones encontradas, dos trenes que corren en sentido contrario. Dos opiniones, una buena y una mala, pero cada vez más confrontadas, en una guerra verbal, donde las contrarias se calentarán hasta incendiar su candidatura, lo que facilitará a sus defensores, rescatarlo de las cenizas y disfrutar el desgastado acontecimiento del Ave Fénix.

Para algunos duranguenses Gonzalo Yáñez es un vividor, un agitador, un mentiroso. Lo miran y hacen cálculos mentales instantáneos. Sienten desconfianza. Sienten que lo conocen. Saben lo que representa y lo que hará. La derecha no lo soporta y el PRIAN emprenderá la peor guerra sucia en torno a su vida personal, lo que en calidad de víctima le hará ganar adeptos.

Una amenaza potencial por asociación mental. El lado oscuro del conocimiento frugal, instantáneo, discriminatorio. Ese que produce las palabras que hoy definen a Gonzalo entre ciertos sectores del análisis político: Cartucho quemado, desgastado, el eterno candidato, las ruinas del PT etc. Dichas percepciones perniciosas que distorsionan todo lo que ven y escuchan, porque emanan del coraje y de la envidia.

Gonzalo dice “estar cerca de la gente” y muchos anticipan “gobernar para la chusma”. Gonzalo dice “el pueblo” y escuchan “despilfarro inútil”. Gonzalo dice “cambio verdadero” y el PRIAN lo acusa de plagio, porque el cambio ya lo hicieron ellos. Gonzalo dice que “será trota pueblos” y otros lo acusarán de trata de blancas. El instinto irracional ya reaccionó frente al enemigo perversamente imaginado y el enemigo imaginado bajo todas esas agravantes es la posibilidad real de llegar.

Una posibilidad que entrañaría compartir el poder con amplios sectores de la población que no la tienen ahora: Los adultos mayores, las madres solteras, los choferes, los obreros, los campesinos, los maestros y todos los pobres. De ahí que la oposición orquestada por la derecha hará de todo para impedir su triunfo, porque como dijera Martín Luther King: “Las clases privilegiadas nunca ceden el poder a la buena, ni a la mala sus privilegios”.

Esos son los intereses que a final de cuentas genera la animadversión de los opinócratas conservadores que atacan a Gonzalo y los liberales que lo defienden, que en el último de los casos no haría falta, porque él sabe hacerlo. Pero dada su personalidad jamás podría quedar exento de la crítica de sus fieros detractores ni de la defensa de sus asiduos admiradores.

Ante las palabras guerreras de ambos bandos, valdría la pena escuchar las voces de quienes hoy habitan la tierra de nadie; las voces de los que se encuentran atrapados en la alianza que va por la corrupción y la que va para sacarla de raíz.

Las voces con derecho a votar por el Rambo o no hacerlo. Esos que creen en un cambio verdadero y esos que lo rechazan, porque proviene de la 4T. Esos con buenas razones para apoyar a Gonzalo y hacer reales sus posibilidades y los otros con las malas para bloquearlo.

Pese a los riesgos que dicen que Gonzalo representa para la coalición “Juntos Hacemos Historia”, no deja de ser la figura más controvertida y polémica de dicho proyecto y a la vez el que tiene posibilidades reales de apuntalar la candidatura de Marina Vitela y en sí la propia.

Gonzalo por su forma peculiar de ser, ante la opinión pública siempre se coloca entre el bien y el mal. De ahí que la guerra sucia no se hiciera esperar en torno a los males que encarna y a los muchos bienes que disfruta, según sus enemigos gratuitos y pagados.

No al triunfo, o sí al triunfo de Gonzalo, dicen sus críticos más ácidos. A través de la intriga y descalificación parar al Tirantes a como dé lugar, o concederle el beneficio de la duda para apoyarlo. El veto necesario para salvar al municipio del Rambo, que desaparece a la mitad de las campañas o el voto que esta vez lo haga llegar al final de la contienda con el trofeo en las manos.

Así ha empezado el debate mediático en torno a la candidatura del polémico personaje, cuyos admiradores y detractores, definen dos bandos claros, dos visiones encontradas, dos trenes que corren en sentido contrario. Dos opiniones, una buena y una mala, pero cada vez más confrontadas, en una guerra verbal, donde las contrarias se calentarán hasta incendiar su candidatura, lo que facilitará a sus defensores, rescatarlo de las cenizas y disfrutar el desgastado acontecimiento del Ave Fénix.

Para algunos duranguenses Gonzalo Yáñez es un vividor, un agitador, un mentiroso. Lo miran y hacen cálculos mentales instantáneos. Sienten desconfianza. Sienten que lo conocen. Saben lo que representa y lo que hará. La derecha no lo soporta y el PRIAN emprenderá la peor guerra sucia en torno a su vida personal, lo que en calidad de víctima le hará ganar adeptos.

Una amenaza potencial por asociación mental. El lado oscuro del conocimiento frugal, instantáneo, discriminatorio. Ese que produce las palabras que hoy definen a Gonzalo entre ciertos sectores del análisis político: Cartucho quemado, desgastado, el eterno candidato, las ruinas del PT etc. Dichas percepciones perniciosas que distorsionan todo lo que ven y escuchan, porque emanan del coraje y de la envidia.

Gonzalo dice “estar cerca de la gente” y muchos anticipan “gobernar para la chusma”. Gonzalo dice “el pueblo” y escuchan “despilfarro inútil”. Gonzalo dice “cambio verdadero” y el PRIAN lo acusa de plagio, porque el cambio ya lo hicieron ellos. Gonzalo dice que “será trota pueblos” y otros lo acusarán de trata de blancas. El instinto irracional ya reaccionó frente al enemigo perversamente imaginado y el enemigo imaginado bajo todas esas agravantes es la posibilidad real de llegar.

Una posibilidad que entrañaría compartir el poder con amplios sectores de la población que no la tienen ahora: Los adultos mayores, las madres solteras, los choferes, los obreros, los campesinos, los maestros y todos los pobres. De ahí que la oposición orquestada por la derecha hará de todo para impedir su triunfo, porque como dijera Martín Luther King: “Las clases privilegiadas nunca ceden el poder a la buena, ni a la mala sus privilegios”.

Esos son los intereses que a final de cuentas genera la animadversión de los opinócratas conservadores que atacan a Gonzalo y los liberales que lo defienden, que en el último de los casos no haría falta, porque él sabe hacerlo. Pero dada su personalidad jamás podría quedar exento de la crítica de sus fieros detractores ni de la defensa de sus asiduos admiradores.

Ante las palabras guerreras de ambos bandos, valdría la pena escuchar las voces de quienes hoy habitan la tierra de nadie; las voces de los que se encuentran atrapados en la alianza que va por la corrupción y la que va para sacarla de raíz.

Las voces con derecho a votar por el Rambo o no hacerlo. Esos que creen en un cambio verdadero y esos que lo rechazan, porque proviene de la 4T. Esos con buenas razones para apoyar a Gonzalo y hacer reales sus posibilidades y los otros con las malas para bloquearlo.