/ martes 5 de noviembre de 2019

Grilla llanera

Algo está pasando en el Gobierno del Estado, y no es nada bueno, porque hemos escuchado en varios municipios que este pasado día cinco de noviembre, aún no les habían depositado la participación económica de cada mes, y eso la verdad es muy delicado.

Tan grave es el problema de la falta de depósito económico de la participación mensual, que andan muchos, cientos de trabajadores municipales sin poder cobrar la última quincena del mes de octubre, y eso reitero, es delicado, porque es el sustento que esas personas llevan a sus hogares para la alimentación de sus familias, todo mundo trabajamos por necesidad, de cualquier parte, sea gobierno o empresas particulares, el sueldo de los empleados es “Sagrado”, ¿o no lo creen así?, claro que también extendimos las orejas a otros niveles para saber o mínimo darnos una idea de lo que está pasando, y hay quien aseguran que el gobierno federal de López Obrador, tampoco ha depositado esa participación al estado, y no es el único estado en la República, hay más, que no tienen dinero propio para solventar estos problemas, algo que no se había visto antes, y hoy tienen a los municipios y al mismo estado de rodillas ante el todo poderoso llamado Presidente de la República, lastimando lo más sagrado que pueda existir, las familias humildes que trabajan por una necesidad, ¿o no lo creen así?

La mañana de este pasado lunes en la cabecera del municipio de Poanas, en Villa Unión, dejó de existir un señor que fue durante su vida un referente en la vida política y social, don Héctor Álvarez, hombre que por muchos años contó con la amistad de la gran mayoría de los gobernadores del estado, decían que era casi obligatorio que cuando los gobernadores andaban por esos lugares, se reunían a platicar con don Héctor Álvarez, lector asiduo de El Sol de Durango durante toda su vida, crítico, de memoria privilegiada, de plática interminable con cientos de anécdotas del valle de Poanas y sus alrededores, hoy le enviamos un fuerte abraso a su familia, Dios les dé fortaleza para tan difícil momento, descanse en paz.

Hasta la próxima.

Algo está pasando en el Gobierno del Estado, y no es nada bueno, porque hemos escuchado en varios municipios que este pasado día cinco de noviembre, aún no les habían depositado la participación económica de cada mes, y eso la verdad es muy delicado.

Tan grave es el problema de la falta de depósito económico de la participación mensual, que andan muchos, cientos de trabajadores municipales sin poder cobrar la última quincena del mes de octubre, y eso reitero, es delicado, porque es el sustento que esas personas llevan a sus hogares para la alimentación de sus familias, todo mundo trabajamos por necesidad, de cualquier parte, sea gobierno o empresas particulares, el sueldo de los empleados es “Sagrado”, ¿o no lo creen así?, claro que también extendimos las orejas a otros niveles para saber o mínimo darnos una idea de lo que está pasando, y hay quien aseguran que el gobierno federal de López Obrador, tampoco ha depositado esa participación al estado, y no es el único estado en la República, hay más, que no tienen dinero propio para solventar estos problemas, algo que no se había visto antes, y hoy tienen a los municipios y al mismo estado de rodillas ante el todo poderoso llamado Presidente de la República, lastimando lo más sagrado que pueda existir, las familias humildes que trabajan por una necesidad, ¿o no lo creen así?

La mañana de este pasado lunes en la cabecera del municipio de Poanas, en Villa Unión, dejó de existir un señor que fue durante su vida un referente en la vida política y social, don Héctor Álvarez, hombre que por muchos años contó con la amistad de la gran mayoría de los gobernadores del estado, decían que era casi obligatorio que cuando los gobernadores andaban por esos lugares, se reunían a platicar con don Héctor Álvarez, lector asiduo de El Sol de Durango durante toda su vida, crítico, de memoria privilegiada, de plática interminable con cientos de anécdotas del valle de Poanas y sus alrededores, hoy le enviamos un fuerte abraso a su familia, Dios les dé fortaleza para tan difícil momento, descanse en paz.

Hasta la próxima.