/ martes 14 de enero de 2020

Grilla llanera

En Peñón Blanco tienen padrino de lujo en el Niño Dios que instalan cada año en la Plaza de Armas, es el diputado local Francisco Javier Ibarra Jáquez, quien ahora es compadre de tradición del alcalde Naúm Amaya López y la señora Patricia Ochoa.

Recuerda este “Grillo” que en la pasada administración que presidio también Naúm Amaya, su compadre de tradición fue el entonces diputado local Marco Aurelio Rosales, y hoy le toca a Paco Ibarra ser el padrino, por cierto que Paco Ibarra perdió buscando la diputación vía votos por ese distrito, el 14, y a pesar de que no le dieron esa confianza en las urnas, no deja de acudir a esos municipios y nunca va con las manos vacías, siembre lleva algo que darles, o si alguien lo busca en el Congreso local siempre está en la mejor disposición de ayudarles, vamos, Paco Ibarra no es rencoroso con quien le dio la espalda en las elecciones, es político que sabe jugar en buenas y malas, así que ahora que ya es el padrino del Niño Dios en las fiestas de Peñón Blanco, continuamente lo tendrán por aquella tierra acompañando a su compadre Naúm, ah pa’ compadrito que se consiguió diputado, ¿o si es bueno?

El año pasado un accidente de una par de jovencitas estudiantes del Colegio de Bachilleres en Guadalupe Victoria, sacudió a la región de Los Llanos, ambas jóvenes quedaron en dicho accidente muy pero muy lesionadas, a los pocos días murió una de ellas, otra con la ayuda de Dios y sus padres luchó muchos meses por mantenerse con vida, pero la noche de este 13 de enero cansada de luchar, perdió la vida, y nuevamente el recuerdo de ese fatal accidente vino a la mente de los ciudadanos de la región llanera, pero también hay que decirlo, el cómo se dio ese fatal accidente muy pronto se olvidó, el exceso de velocidad y la falta de pericia y precaución de tres jóvenes los llevó a caer de esa motocicleta, ahorita seguimos viendo en las calles de Guadalupe Victoria a muchas personas a exceso de velocidad en las motocicletas por las calles y las orillas de la ciudad, padres de familia que permiten que sus hijos sin experiencia anden arriesgando así vida, el dolor que hoy tienen esos padres de familia lo deberíamos de trasladar a nuestras familias para entender y ver qué estamos haciendo mal con nuestros hijos; descansen en paz las dos jovencitas que se ganaron el corazón de la gente de la región de Los Llanos, y hoy están en el reino de los cielos.

En Peñón Blanco tienen padrino de lujo en el Niño Dios que instalan cada año en la Plaza de Armas, es el diputado local Francisco Javier Ibarra Jáquez, quien ahora es compadre de tradición del alcalde Naúm Amaya López y la señora Patricia Ochoa.

Recuerda este “Grillo” que en la pasada administración que presidio también Naúm Amaya, su compadre de tradición fue el entonces diputado local Marco Aurelio Rosales, y hoy le toca a Paco Ibarra ser el padrino, por cierto que Paco Ibarra perdió buscando la diputación vía votos por ese distrito, el 14, y a pesar de que no le dieron esa confianza en las urnas, no deja de acudir a esos municipios y nunca va con las manos vacías, siembre lleva algo que darles, o si alguien lo busca en el Congreso local siempre está en la mejor disposición de ayudarles, vamos, Paco Ibarra no es rencoroso con quien le dio la espalda en las elecciones, es político que sabe jugar en buenas y malas, así que ahora que ya es el padrino del Niño Dios en las fiestas de Peñón Blanco, continuamente lo tendrán por aquella tierra acompañando a su compadre Naúm, ah pa’ compadrito que se consiguió diputado, ¿o si es bueno?

El año pasado un accidente de una par de jovencitas estudiantes del Colegio de Bachilleres en Guadalupe Victoria, sacudió a la región de Los Llanos, ambas jóvenes quedaron en dicho accidente muy pero muy lesionadas, a los pocos días murió una de ellas, otra con la ayuda de Dios y sus padres luchó muchos meses por mantenerse con vida, pero la noche de este 13 de enero cansada de luchar, perdió la vida, y nuevamente el recuerdo de ese fatal accidente vino a la mente de los ciudadanos de la región llanera, pero también hay que decirlo, el cómo se dio ese fatal accidente muy pronto se olvidó, el exceso de velocidad y la falta de pericia y precaución de tres jóvenes los llevó a caer de esa motocicleta, ahorita seguimos viendo en las calles de Guadalupe Victoria a muchas personas a exceso de velocidad en las motocicletas por las calles y las orillas de la ciudad, padres de familia que permiten que sus hijos sin experiencia anden arriesgando así vida, el dolor que hoy tienen esos padres de familia lo deberíamos de trasladar a nuestras familias para entender y ver qué estamos haciendo mal con nuestros hijos; descansen en paz las dos jovencitas que se ganaron el corazón de la gente de la región de Los Llanos, y hoy están en el reino de los cielos.