/ sábado 2 de abril de 2022

Hay coaliciones, acuerdos no sabemos

En teoría, se supone que para repartirse el gabinete estatal y municipal, los acuerdos ya deberían estar planchados y amarrados. Nada más alejado de la realidad. Aunque usted no lo crea, en la alianza Va Por Durango, los del PRI pretenden ver a los panistas chiquitos y orejones.

Por esa razón, distinguidos panistas están exigiendo que antes de que empiece la campaña y en caso de ganar, les paguen la factura acordada como debe ser: 50 por ciento para los tricolores y 50 por ciento para los de Acción Nacional. Las palomitas blancas vestidas de azul se lo merecen. Sin el PAN, la victoria del PRI no sería posible para ganar la gobernatura.

En otras ocasiones hemos apuntado el precio que se puede pagar cuando hay coaliciones. La lucha por los espacios de las regidurías es un ejemplo. Lo mismo pasó en el 2021 con la composición del Congreso del Estado. Todos sabemos de antemano que el PRI obtendrá más votos que el PAN, y en el caso de que la alianza Va Por Durango resultara ganadora, les pueden recetar la misma dosis: les argumentaron para hacer la alianza que ellos sacaron 130 mil votos contra 100 mil de los panistas.

Lo mismo podría suceder llegado el momento, a la hora de integrar el gabinete con el argumento de los votos. Los priistas podrían servirse con la cuchara grande y dejar a los panistas colgados de la brocha. Para que esto suceda, primero tienen que ganar.

En la Ley General de Partidos Políticos se ven cosas interesantes. En primer lugar, hay que destacar que en nuestro país, a nivel federal y estatal no existen los gobiernos de coaliciones como suceden en otros países del mundo. En este contexto, la Ley General de Partidos establece que estos no podrán distribuir o transferir votos mediante el convenio de coalición. Esto significa que al final, cada partido se quedará con los votos obtenidos.

En segundo lugar, la ley es muy clara cuando dice que concluida la etapa de resultados y de declaraciones de validez de las elecciones, de manera automática terminará la coalición por la que se hayan postulado candidatos. Como podemos ver, son importantes los acuerdos políticos entre los partidos coaligados antes del inicio de la campaña, y no dejarlo en corto para después.

En MORENA, PT, RSP y Verde Ecologista, no cantan mal las rancheras. Los únicos acuerdos que se conocen son los que hay entre Marina Vitela, Gonzalo Yáñez, Hugo Rosales y Gerardo Villareal. A estos tres últimos se les conoce como los tres alegres gerentes de sus respectivos partidos. Pero no han dicho si llegaran a ganar cómo se repartirían el pastel. Podría ser el 50% para MORENA, 25% para el PT, 15% para el Verde Ecologista y 10% para RSP.

Todo está sujeto a que la alianza Juntos Haremos Historia se alce con la victoria. Los gobiernos de coalición son otra cosa. En este contexto, el reparto depende para gobernar de los votos que obtenga cada partido en la jornada electoral y así todos quedan representados. Lo que sí tenemos en México son las coaliciones de facto, las vemos en la Cámara de Senadores y Diputados y aquí en el Congreso sucede algo similar.

En esta elección histórica se verán cosas como la siguiente: Por increíble que parezca, en la elección para gobernador, en la alianza Va Por Durango, una vez más, el PAN haría ganar al PRI. En los de enfrente, Morena, sin duda, cobija a todos los partidos que van coaligados. El PT ya no significan muchos votos, al Verde Ecologista en 2021 le fue bien gracias a que se pudo negociar el distrito 03 federal, RSP difícilmente obtendrá los 20 mil de la elección pasada. La moneda está en el aire y los acuerdos también. No hay que hacer mucho caso de las encuestas, al día de hoy no hay nada para nadie.


En teoría, se supone que para repartirse el gabinete estatal y municipal, los acuerdos ya deberían estar planchados y amarrados. Nada más alejado de la realidad. Aunque usted no lo crea, en la alianza Va Por Durango, los del PRI pretenden ver a los panistas chiquitos y orejones.

Por esa razón, distinguidos panistas están exigiendo que antes de que empiece la campaña y en caso de ganar, les paguen la factura acordada como debe ser: 50 por ciento para los tricolores y 50 por ciento para los de Acción Nacional. Las palomitas blancas vestidas de azul se lo merecen. Sin el PAN, la victoria del PRI no sería posible para ganar la gobernatura.

En otras ocasiones hemos apuntado el precio que se puede pagar cuando hay coaliciones. La lucha por los espacios de las regidurías es un ejemplo. Lo mismo pasó en el 2021 con la composición del Congreso del Estado. Todos sabemos de antemano que el PRI obtendrá más votos que el PAN, y en el caso de que la alianza Va Por Durango resultara ganadora, les pueden recetar la misma dosis: les argumentaron para hacer la alianza que ellos sacaron 130 mil votos contra 100 mil de los panistas.

Lo mismo podría suceder llegado el momento, a la hora de integrar el gabinete con el argumento de los votos. Los priistas podrían servirse con la cuchara grande y dejar a los panistas colgados de la brocha. Para que esto suceda, primero tienen que ganar.

En la Ley General de Partidos Políticos se ven cosas interesantes. En primer lugar, hay que destacar que en nuestro país, a nivel federal y estatal no existen los gobiernos de coaliciones como suceden en otros países del mundo. En este contexto, la Ley General de Partidos establece que estos no podrán distribuir o transferir votos mediante el convenio de coalición. Esto significa que al final, cada partido se quedará con los votos obtenidos.

En segundo lugar, la ley es muy clara cuando dice que concluida la etapa de resultados y de declaraciones de validez de las elecciones, de manera automática terminará la coalición por la que se hayan postulado candidatos. Como podemos ver, son importantes los acuerdos políticos entre los partidos coaligados antes del inicio de la campaña, y no dejarlo en corto para después.

En MORENA, PT, RSP y Verde Ecologista, no cantan mal las rancheras. Los únicos acuerdos que se conocen son los que hay entre Marina Vitela, Gonzalo Yáñez, Hugo Rosales y Gerardo Villareal. A estos tres últimos se les conoce como los tres alegres gerentes de sus respectivos partidos. Pero no han dicho si llegaran a ganar cómo se repartirían el pastel. Podría ser el 50% para MORENA, 25% para el PT, 15% para el Verde Ecologista y 10% para RSP.

Todo está sujeto a que la alianza Juntos Haremos Historia se alce con la victoria. Los gobiernos de coalición son otra cosa. En este contexto, el reparto depende para gobernar de los votos que obtenga cada partido en la jornada electoral y así todos quedan representados. Lo que sí tenemos en México son las coaliciones de facto, las vemos en la Cámara de Senadores y Diputados y aquí en el Congreso sucede algo similar.

En esta elección histórica se verán cosas como la siguiente: Por increíble que parezca, en la elección para gobernador, en la alianza Va Por Durango, una vez más, el PAN haría ganar al PRI. En los de enfrente, Morena, sin duda, cobija a todos los partidos que van coaligados. El PT ya no significan muchos votos, al Verde Ecologista en 2021 le fue bien gracias a que se pudo negociar el distrito 03 federal, RSP difícilmente obtendrá los 20 mil de la elección pasada. La moneda está en el aire y los acuerdos también. No hay que hacer mucho caso de las encuestas, al día de hoy no hay nada para nadie.