/ sábado 22 de febrero de 2020

Hay que darle a AMLO el beneficio de la duda: Maximiliano Silerio

El exgobernador Silerio Esparza es un político con toda una vida dedicada al PRI. Sabe lo que dice cuando opina de un Presidente de la República, sea del partido que sea. Maximiliano forma parte de la generación de universitarios que han sido gobernadores del estado, hasta José Rosas Aispuro que egresó de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Pero fue Silerio Esparza quien le enseñó las primeras lecciones de los laberintos del poder, de la política mexicana, y fueron los dos pieza importante para que Ismael Hernández Deras dejara en el camino a Don Carlos Herrera, aquel famoso 14 de diciembre de 2003.

Sin duda alguna al exgobernador le sobra experiencia para opinar de quien hoy es Presidente de México. Sus declaraciones no pueden pasar desapercibidas, porque no es de la 4T. Nació priista, y como dice la canción “y así se morirá”. Afirma: “El Presidente está en la etapa de planes y proyectos y debe consolidarlos para el bien del país”.

Piensa que habrá resultados en materia de seguridad en un año con la inclusión de la Guardia Nacional y para evaluar a López Obrador hay que hacerlo cuando llegue el tercer año de su mandato. Comenta: “Todos los gobiernos federales le han quedado a deber a Durango, la deuda la puede pagar AMLO”.

Muchos coinciden en la madurez política de Maximiliano al referirse al Presidente de la República que contrasta con la de algunos distinguidos priistas locales pertenecientes a la famosa generación de los “bebeleches”.

La crema y nata de los columnistas nacionales escriben todos los días que los feminicidios serán el Ayotzinapa de López Obrador. Un columnista de un periódico de circulación nacional publicó en su editorial que López Obrador “ha cometido feminicidio y es un sicópata”. ¡Bendita libertad de expresión!

¿Es lo mismo culpable que responsable? Por ejemplo: el estudiante de secundaria de un colegio de Torreón, Coahuila es culpable porque privó de la vida a varias personas. Pero el responsable de esta tragedia resultó ser su abuelo, quien fue vinculado a proceso y está en prisión preventiva.

Un Presidente Municipal, un Gobernador y un Presidente de la República tienen la responsabilidad de que prevalezca el Estado de derecho, que haya legalidad en lugar de impunidad, es decir, que quienes violen la ley reciban su castigo de acuerdo al delito cometido. Pero con la pena, no son responsables de la grave crisis de valores que hoy se vive en millones de hogares mexicanos, donde mucho tienen que ver la responsabilidad de los padres y madres de familia.

Duele decirlo y reconocerlo: El feminicidio no es algo nuevo en nuestro país. Para no irnos hasta “Rosita Alvirez, la mujer que Hipólito sólo le dio tres balazos”, vayámonos a los años de la Segunda Guerra Mundial.

Gregorio Cárdenas Hernández en tan solo 23 días alcanzó la fama y la gloria por haber asesinado a cuatro mujeres de 14, 16, 17 y 21 años de edad. En aquellos años no existía el delito de feminicidio, y se le acusó de homicidio, inhumación clandestina y necrofilia. ¿Pero qué cree que pasó? Siendo Presidente de la República Luis Echeverría Álvarez, en 1974 la Cámara de Diputados invitó a Goyo Cárdenas y le dieron de pie la ovación más grande de que se tenga memoria, y poco faltó para que le dieran la medalla Belisario Domínguez.

Pero eso no estuvo mal, el PRI vivía la época de oro del populismo de estado. Se tuvo que llegar a la 4T para que muchos políticos de diferentes partidos “sacaran el feminista que siempre han llevado dentro”.

El exgobernador Silerio Esparza es un político con toda una vida dedicada al PRI. Sabe lo que dice cuando opina de un Presidente de la República, sea del partido que sea. Maximiliano forma parte de la generación de universitarios que han sido gobernadores del estado, hasta José Rosas Aispuro que egresó de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Pero fue Silerio Esparza quien le enseñó las primeras lecciones de los laberintos del poder, de la política mexicana, y fueron los dos pieza importante para que Ismael Hernández Deras dejara en el camino a Don Carlos Herrera, aquel famoso 14 de diciembre de 2003.

Sin duda alguna al exgobernador le sobra experiencia para opinar de quien hoy es Presidente de México. Sus declaraciones no pueden pasar desapercibidas, porque no es de la 4T. Nació priista, y como dice la canción “y así se morirá”. Afirma: “El Presidente está en la etapa de planes y proyectos y debe consolidarlos para el bien del país”.

Piensa que habrá resultados en materia de seguridad en un año con la inclusión de la Guardia Nacional y para evaluar a López Obrador hay que hacerlo cuando llegue el tercer año de su mandato. Comenta: “Todos los gobiernos federales le han quedado a deber a Durango, la deuda la puede pagar AMLO”.

Muchos coinciden en la madurez política de Maximiliano al referirse al Presidente de la República que contrasta con la de algunos distinguidos priistas locales pertenecientes a la famosa generación de los “bebeleches”.

La crema y nata de los columnistas nacionales escriben todos los días que los feminicidios serán el Ayotzinapa de López Obrador. Un columnista de un periódico de circulación nacional publicó en su editorial que López Obrador “ha cometido feminicidio y es un sicópata”. ¡Bendita libertad de expresión!

¿Es lo mismo culpable que responsable? Por ejemplo: el estudiante de secundaria de un colegio de Torreón, Coahuila es culpable porque privó de la vida a varias personas. Pero el responsable de esta tragedia resultó ser su abuelo, quien fue vinculado a proceso y está en prisión preventiva.

Un Presidente Municipal, un Gobernador y un Presidente de la República tienen la responsabilidad de que prevalezca el Estado de derecho, que haya legalidad en lugar de impunidad, es decir, que quienes violen la ley reciban su castigo de acuerdo al delito cometido. Pero con la pena, no son responsables de la grave crisis de valores que hoy se vive en millones de hogares mexicanos, donde mucho tienen que ver la responsabilidad de los padres y madres de familia.

Duele decirlo y reconocerlo: El feminicidio no es algo nuevo en nuestro país. Para no irnos hasta “Rosita Alvirez, la mujer que Hipólito sólo le dio tres balazos”, vayámonos a los años de la Segunda Guerra Mundial.

Gregorio Cárdenas Hernández en tan solo 23 días alcanzó la fama y la gloria por haber asesinado a cuatro mujeres de 14, 16, 17 y 21 años de edad. En aquellos años no existía el delito de feminicidio, y se le acusó de homicidio, inhumación clandestina y necrofilia. ¿Pero qué cree que pasó? Siendo Presidente de la República Luis Echeverría Álvarez, en 1974 la Cámara de Diputados invitó a Goyo Cárdenas y le dieron de pie la ovación más grande de que se tenga memoria, y poco faltó para que le dieran la medalla Belisario Domínguez.

Pero eso no estuvo mal, el PRI vivía la época de oro del populismo de estado. Se tuvo que llegar a la 4T para que muchos políticos de diferentes partidos “sacaran el feminista que siempre han llevado dentro”.