/ lunes 11 de abril de 2022

Inclemente sequía

La severa sequía que amenaza a los sectores agrícola, ganadero y forestal, debería ser un tema prioritario en las campañas electorales, no solamente con enarbolar propuestas claras y contundentes para mitigar los efectos nocivos que el fenómeno climatológico trae consigo en las regiones donde se presenta, sino con gestiones ante las instancias gubernamentales para que destinen recursos extraordinarios.

De acuerdo a los pronósticos meteorológicos, con la llegada del estiaje se habrá de empezar a complicar el panorama, con la escasez de agua que tendrá repercusiones negativas en el hato ganadero, en las tierras productivas que no podrán prepararse para recibir la semilla, así como en la propagación de los incendios forestales.

Se espera que sea a partir de la segunda quincena de abril, cuando las dificultades aumenten por la ausencia de las precipitaciones pluviales, luego de que los bordos de abrevadero empiecen a secarse y que los agostaderos se agoten.

En previsión de lo que sucedió en los dos últimos años, cuando a causa de la insuficiencia de agua y alimento, en 2020 murieron 20 mil cabezas de ganado y en 2021 se elevó a 50 mil, la UGRD recomienda deshacerse de los animales improductivos, y además vender parte del hato y se aproveche que los precios en el mercado aún no bajan.

Sin embargo, para los productores del sector social, que siembran la tierra y tienen pequeños grupos de bovinos, el problema es mayor, al no poder deshacerse de los caballos, burros, mulas y vacas flacas, como lo pueden llevar a cabo los grandes ganaderos.

De acuerdo al reporte del Monitor de sequía, el número de municipios que este año tienen altas probabilidades de resentir de manera severa la temporada de estiaje, puede llegar a 30, y el resto con nivel moderado.

Ante tal escenario, que se recrudece por el encarecimiento de los granos provenientes de Rusia y Ucrania, lo que provocará incrementos en los costos, el campo duranguense requerirá del auxilio extraordinario de las finanzas públicas.

En años pasados, la situación complicada se moderó con la distribución de alimento para el ganado por parte de los tres órdenes de gobierno. El panorama ahora luce más difícil en este aspecto a causa de la insuficiencia presupuestal y la cancelación de programas y fideicomisos que proveían de recursos extraordinarios de la federación.

El clamor de la gente del campo por las condiciones de aridez y sequedad que les afecta, será recurrente ante los candidatos y candidatas de todos los partidos y coaliciones que se disputan la renovación de la gubernatura y la integración de los 39 Ayuntamientos.

Este problema coyuntural que requiere empatía y sensibilidad para atenderlo, no excluye a otros que aquejan a los duranguenses, como son la inseguridad pública, las obras de infraestructura, caminos alimentadores en mal estado, cancelación de programas sociales como el seguro popular, estancias infantiles y Escuelas de Tiempo Completo, entre varios más.


La severa sequía que amenaza a los sectores agrícola, ganadero y forestal, debería ser un tema prioritario en las campañas electorales, no solamente con enarbolar propuestas claras y contundentes para mitigar los efectos nocivos que el fenómeno climatológico trae consigo en las regiones donde se presenta, sino con gestiones ante las instancias gubernamentales para que destinen recursos extraordinarios.

De acuerdo a los pronósticos meteorológicos, con la llegada del estiaje se habrá de empezar a complicar el panorama, con la escasez de agua que tendrá repercusiones negativas en el hato ganadero, en las tierras productivas que no podrán prepararse para recibir la semilla, así como en la propagación de los incendios forestales.

Se espera que sea a partir de la segunda quincena de abril, cuando las dificultades aumenten por la ausencia de las precipitaciones pluviales, luego de que los bordos de abrevadero empiecen a secarse y que los agostaderos se agoten.

En previsión de lo que sucedió en los dos últimos años, cuando a causa de la insuficiencia de agua y alimento, en 2020 murieron 20 mil cabezas de ganado y en 2021 se elevó a 50 mil, la UGRD recomienda deshacerse de los animales improductivos, y además vender parte del hato y se aproveche que los precios en el mercado aún no bajan.

Sin embargo, para los productores del sector social, que siembran la tierra y tienen pequeños grupos de bovinos, el problema es mayor, al no poder deshacerse de los caballos, burros, mulas y vacas flacas, como lo pueden llevar a cabo los grandes ganaderos.

De acuerdo al reporte del Monitor de sequía, el número de municipios que este año tienen altas probabilidades de resentir de manera severa la temporada de estiaje, puede llegar a 30, y el resto con nivel moderado.

Ante tal escenario, que se recrudece por el encarecimiento de los granos provenientes de Rusia y Ucrania, lo que provocará incrementos en los costos, el campo duranguense requerirá del auxilio extraordinario de las finanzas públicas.

En años pasados, la situación complicada se moderó con la distribución de alimento para el ganado por parte de los tres órdenes de gobierno. El panorama ahora luce más difícil en este aspecto a causa de la insuficiencia presupuestal y la cancelación de programas y fideicomisos que proveían de recursos extraordinarios de la federación.

El clamor de la gente del campo por las condiciones de aridez y sequedad que les afecta, será recurrente ante los candidatos y candidatas de todos los partidos y coaliciones que se disputan la renovación de la gubernatura y la integración de los 39 Ayuntamientos.

Este problema coyuntural que requiere empatía y sensibilidad para atenderlo, no excluye a otros que aquejan a los duranguenses, como son la inseguridad pública, las obras de infraestructura, caminos alimentadores en mal estado, cancelación de programas sociales como el seguro popular, estancias infantiles y Escuelas de Tiempo Completo, entre varios más.