/ domingo 15 de mayo de 2022

¿Indecisos y voto oculto decidirán?

Cada vez la hora de la verdad se acerca más. El 6 de junio tendremos gobernadora o gobernador en Durango. Si el triunfo fuera para Marina Vitela, quien ya demostró que sí sabe debatir, se podría convertir en la primera mujer que gobierne el estado de Durango. De lo contrario, se cumplirían 100 años de ser gobernados por hombres y políticos emanados de un solo partido: el PRI. Aunque digan los panistas que Esteban es “su candidato” esa es otra historia, de la cual hablaremos en su momento. La verdad es que el tricolor en Durango sigue siendo un partido hegemónico.

Para que todo esto suceda, está en manos de la sociedad y de los electores, quienes tomarán la decisión de si nos gobierna una mujer o si los hombres siguen batiendo el récord Guinness. Ya lo habíamos comentado, esta será una elección muy cerrada, tan disputada que no les sorprenda si termina en los tribunales electorales. Los expertos en estos temas aseguran que la elección del próximo 5 de junio la podrían decidir los indecisos y el famoso voto oculto que, por cierto, los duranguenses practicaron en la elección de 2016. Los que saben dicen que el voto oculto es aquel que engaña cuando se le pregunta por quién va a votar, muchas y muchos lo hacen porque tienen temor a represalias o perder su trabajo, cuando se labora en la burocracia estatal o municipal, y quizá estas respuestas inflen las encuestas que están a la orden del día.

De acuerdo a lo que se publicó hace algunos días, el voto indeciso es del 12%. Si esto fuera cierto, entonces, cada punto porcentual es el equivalente a 6 mil votos. El dato de 12% de indecisos suman 60 mil votos. Y estos datos pueden complicar más el resultado de la elección. Lo que nadie ha podido diagnosticar es el porcentaje del voto oculto. Suponiendo, en teoría, que fuera el 12%, sumados a los indecisos resultan 120 mil votos. Por eso al menos en el papel, estos dos grupos sin duda definen la elección, sin importar lo que digan las casas encuestadoras.

Otro factor que se debe analizar es el abstencionismo, que tanto daño le hace a cualquier elección. Generalmente, el abstencionismo es mayor al porcentaje de quienes acuden a las urnas, también es un factor que le favorece al PRI. Históricamente así sucede, si la gente no vota gana el PRI y cuando sucede lo contrario, pierde, al menos así está en las estadísticas. Un dato para recordar: Ángel Guerrero Mier, llegó a ser gobernador con el 39% de los votos. Pero además, son varios los factores que influyen en este proceso electoral, y nos referimos a los grupos al interior de los partidos, los organismos empresariales y los llamados poderes fácticos, como la iglesia.

Por una parte, es muy saludable que tengamos elecciones competidas. Y por primera vez, se le ofrezca a la sociedad que una mujer se pueda convertir en gobernadora y demuestre que las mujeres pueden gobernar mejor que los hombres. Ojalá que esta oportunidad sea un parteaguas en la participación de las mujeres en política. No importa que digan las encuestas, acuda a votar y sea usted el mejor encuestador. Vote por la candidata o candidato que usted crea que pueda cumplir lo que promete. Durango tiene que cambiar, pero eso sólo será posible si lo hacemos todos juntos, y no sólo unos cuantos.

Cada vez la hora de la verdad se acerca más. El 6 de junio tendremos gobernadora o gobernador en Durango. Si el triunfo fuera para Marina Vitela, quien ya demostró que sí sabe debatir, se podría convertir en la primera mujer que gobierne el estado de Durango. De lo contrario, se cumplirían 100 años de ser gobernados por hombres y políticos emanados de un solo partido: el PRI. Aunque digan los panistas que Esteban es “su candidato” esa es otra historia, de la cual hablaremos en su momento. La verdad es que el tricolor en Durango sigue siendo un partido hegemónico.

Para que todo esto suceda, está en manos de la sociedad y de los electores, quienes tomarán la decisión de si nos gobierna una mujer o si los hombres siguen batiendo el récord Guinness. Ya lo habíamos comentado, esta será una elección muy cerrada, tan disputada que no les sorprenda si termina en los tribunales electorales. Los expertos en estos temas aseguran que la elección del próximo 5 de junio la podrían decidir los indecisos y el famoso voto oculto que, por cierto, los duranguenses practicaron en la elección de 2016. Los que saben dicen que el voto oculto es aquel que engaña cuando se le pregunta por quién va a votar, muchas y muchos lo hacen porque tienen temor a represalias o perder su trabajo, cuando se labora en la burocracia estatal o municipal, y quizá estas respuestas inflen las encuestas que están a la orden del día.

De acuerdo a lo que se publicó hace algunos días, el voto indeciso es del 12%. Si esto fuera cierto, entonces, cada punto porcentual es el equivalente a 6 mil votos. El dato de 12% de indecisos suman 60 mil votos. Y estos datos pueden complicar más el resultado de la elección. Lo que nadie ha podido diagnosticar es el porcentaje del voto oculto. Suponiendo, en teoría, que fuera el 12%, sumados a los indecisos resultan 120 mil votos. Por eso al menos en el papel, estos dos grupos sin duda definen la elección, sin importar lo que digan las casas encuestadoras.

Otro factor que se debe analizar es el abstencionismo, que tanto daño le hace a cualquier elección. Generalmente, el abstencionismo es mayor al porcentaje de quienes acuden a las urnas, también es un factor que le favorece al PRI. Históricamente así sucede, si la gente no vota gana el PRI y cuando sucede lo contrario, pierde, al menos así está en las estadísticas. Un dato para recordar: Ángel Guerrero Mier, llegó a ser gobernador con el 39% de los votos. Pero además, son varios los factores que influyen en este proceso electoral, y nos referimos a los grupos al interior de los partidos, los organismos empresariales y los llamados poderes fácticos, como la iglesia.

Por una parte, es muy saludable que tengamos elecciones competidas. Y por primera vez, se le ofrezca a la sociedad que una mujer se pueda convertir en gobernadora y demuestre que las mujeres pueden gobernar mejor que los hombres. Ojalá que esta oportunidad sea un parteaguas en la participación de las mujeres en política. No importa que digan las encuestas, acuda a votar y sea usted el mejor encuestador. Vote por la candidata o candidato que usted crea que pueda cumplir lo que promete. Durango tiene que cambiar, pero eso sólo será posible si lo hacemos todos juntos, y no sólo unos cuantos.