/ miércoles 16 de junio de 2021

Inevap frente a la pandemia 2020 y la sequía 2021

Pasado el complejo y más grande proceso electoral 2021 en el que el voto ciudadano fortaleció al INE como institución autónoma confiable y entrando a la etapa postpandemia, se visibiliza una nueva crisis ambiental que traerá graves consecuencias sociales y económicas en nuestro estado, una sequía similar a la que se padeció en 2011, que entonces había sido la más grave registrada desde 1923.

En ese marco de referencia apunto que el ritmo de trabajo del Inevap no se frenó durante la pandemia, sino que, por el contrario, nos hizo crecer y abordar nuevas líneas de acción concordantes con nuestros objetivos institucionales de generar información confiable para la toma de decisiones de parte de los gobiernos e instituciones. Así, adicionalmente a las evaluaciones que desde 2017 se venían haciendo a programas presupuestarios operados por dependencias y organismos del gobierno estatal y municipales, motivados por las medidas implementadas en 2020 por las autoridades para enfrentar la emergencia de salud pública y las crisis social y económica, el quehacer del Inevap se complementó con un proceso innovador sustentado en el desarrollo de 13 documentos de investigación denominados resúmenes de política (Policy Brief) que abarcaron temas sobre los efectos de la pandemia en temas de salud, educación, empleo, turismo, las remesas, servicios públicos, movilidad y violencia familiar y de género, y las respuestas de los gobiernos, entre otros documentos sólidamente respaldados por las principales fuentes de información nacionales y de organismos internacionales.

Resumen de Política Condiciones de la sequía en Durango. Al respecto, en el Inevap, consideramos, un tanto ajeno a la pandemia, pero igual de preocupante, el último resumen de política que aborda un tema sensible y de suma importancia para la población y los gobiernos: La sequía que ya golpea a todos los municipios del estado.

Este resumen de política se enfoca en explicar la delicada situación por la que atraviesa nuestra entidad aportando datos e información valiosa para que la respuesta por parte de las autoridades responsables sea basada en la mayor cantidad de evidencia disponible.

Uno de los aspectos más reveladores de este trabajo, además de que el 100% del territorio del Estado de Durango se encuentra en condiciones de sequía extrema o severa, es que la situación es muy similar a lo sucedido en 2011, una de las más devastadoras del norte del país desde que se tiene registro y que provocó daños económicos y sociales incalculables.

La sequía de 2011 fue la más grave registrada desde 1923, tuvo consecuencias graves en el sector ganadero al perderse 100 mil cabezas de ganado; en el sector agrícola se perdieron 120 mil hectáreas de maíz y poco más de 200 mil de frijol; y en cuanto a la población, las personas afectadas se quedaron prácticamente sin agua para beber y fue necesario atender a 1,500 comunidades con apoyos alimentarios.

Según datos de la Conagua, para mayo de 2011, 33 municipios se clasificaban en sequía extrema y 6 en sequía severa. Con los últimos datos, para mayo de 2021, son 36 municipios clasificados con sequía extrema y 3 en sequía severa.

Los periodos prolongados sin lluvia incrementan la probabilidad de ocurrencia de incendios. Como referencia, la sequía de 2011 provocó que en ese mismo año y en 2012, la superficie afectada por incendios fuera 10 veces mayor a la registrada en 2010. Para el Estado de Durango, esta situación es de especial importancia ya que la entidad es la que mayor producción forestal maderable genera según la Semarnat.

La sequía ha sido un problema recurrente en las últimas décadas. Existe cada vez más evidencia que la intensidad y la frecuencia de las sequías se debe al calentamiento global que provoca cambios en los patrones de lluvia.

Tema que preocupa al gobernador José Rosas Aispuro Torres y del que hablamos durante la reunión de trabajo en su visita al Inevap.

Pasado el complejo y más grande proceso electoral 2021 en el que el voto ciudadano fortaleció al INE como institución autónoma confiable y entrando a la etapa postpandemia, se visibiliza una nueva crisis ambiental que traerá graves consecuencias sociales y económicas en nuestro estado, una sequía similar a la que se padeció en 2011, que entonces había sido la más grave registrada desde 1923.

En ese marco de referencia apunto que el ritmo de trabajo del Inevap no se frenó durante la pandemia, sino que, por el contrario, nos hizo crecer y abordar nuevas líneas de acción concordantes con nuestros objetivos institucionales de generar información confiable para la toma de decisiones de parte de los gobiernos e instituciones. Así, adicionalmente a las evaluaciones que desde 2017 se venían haciendo a programas presupuestarios operados por dependencias y organismos del gobierno estatal y municipales, motivados por las medidas implementadas en 2020 por las autoridades para enfrentar la emergencia de salud pública y las crisis social y económica, el quehacer del Inevap se complementó con un proceso innovador sustentado en el desarrollo de 13 documentos de investigación denominados resúmenes de política (Policy Brief) que abarcaron temas sobre los efectos de la pandemia en temas de salud, educación, empleo, turismo, las remesas, servicios públicos, movilidad y violencia familiar y de género, y las respuestas de los gobiernos, entre otros documentos sólidamente respaldados por las principales fuentes de información nacionales y de organismos internacionales.

Resumen de Política Condiciones de la sequía en Durango. Al respecto, en el Inevap, consideramos, un tanto ajeno a la pandemia, pero igual de preocupante, el último resumen de política que aborda un tema sensible y de suma importancia para la población y los gobiernos: La sequía que ya golpea a todos los municipios del estado.

Este resumen de política se enfoca en explicar la delicada situación por la que atraviesa nuestra entidad aportando datos e información valiosa para que la respuesta por parte de las autoridades responsables sea basada en la mayor cantidad de evidencia disponible.

Uno de los aspectos más reveladores de este trabajo, además de que el 100% del territorio del Estado de Durango se encuentra en condiciones de sequía extrema o severa, es que la situación es muy similar a lo sucedido en 2011, una de las más devastadoras del norte del país desde que se tiene registro y que provocó daños económicos y sociales incalculables.

La sequía de 2011 fue la más grave registrada desde 1923, tuvo consecuencias graves en el sector ganadero al perderse 100 mil cabezas de ganado; en el sector agrícola se perdieron 120 mil hectáreas de maíz y poco más de 200 mil de frijol; y en cuanto a la población, las personas afectadas se quedaron prácticamente sin agua para beber y fue necesario atender a 1,500 comunidades con apoyos alimentarios.

Según datos de la Conagua, para mayo de 2011, 33 municipios se clasificaban en sequía extrema y 6 en sequía severa. Con los últimos datos, para mayo de 2021, son 36 municipios clasificados con sequía extrema y 3 en sequía severa.

Los periodos prolongados sin lluvia incrementan la probabilidad de ocurrencia de incendios. Como referencia, la sequía de 2011 provocó que en ese mismo año y en 2012, la superficie afectada por incendios fuera 10 veces mayor a la registrada en 2010. Para el Estado de Durango, esta situación es de especial importancia ya que la entidad es la que mayor producción forestal maderable genera según la Semarnat.

La sequía ha sido un problema recurrente en las últimas décadas. Existe cada vez más evidencia que la intensidad y la frecuencia de las sequías se debe al calentamiento global que provoca cambios en los patrones de lluvia.

Tema que preocupa al gobernador José Rosas Aispuro Torres y del que hablamos durante la reunión de trabajo en su visita al Inevap.