AMLO ya les sentenció a los dirigentes y seguidores del FRENAAA y demás conservadores de la ultraderecha que no dejará la presidencia a no ser que el pueblo se lo pida en un referéndum luego de que se apruebe la revocación de mandato.
Los acelerados de esas organizaciones que sin ningún rubor luego de proferir frente a los micrófonos de los noticieros consignas e insultos contra el presidente, exaltados remataron con ¡y viva Cristo Rey! porque ante sus nulos resultados sienten que Dios no los escuchó y advierten que es hora de marcarle al Diablo, por lo que se esperan o prevén acciones acostumbradas por los ultra de la derecha.
No es ningún secreto que los empresarios de Monterrey fueron los que financiaron e hicieron triunfar al Bronco en Nuevo León, por tanto ese gobernador baila al son que le toquen los dueños del dinero de aquella región. Y en relación a esos intereses oscuros o tras bambalinas que marcan las agendas de algunos gobernantes, les comentaremos algo a lo que fortuitamente tuvimos acceso y que se puede comentar, hay otras cosas que nos fueron vedadas y por los riesgos propios del caso donde hasta el silencio es permanencia.
Pues bien, en los tiempos en que se explotaba en gran escala el fierro del Cerro de Mercado con cuyo material se fincó el despegue y luego el auge de la industrialización de Monterrey, le cayó el veinte a los durangueños, sobre todo a los estudiantes que era una hijés lo que se estaba haciendo con el mineral de Durango.
Pero como los empresarios regios sabían muy bien lo que estaba en juego, utilizaron estrategias con las cuales coronaron sus objetivos. Estaban de acuerdo con el poder central, como siempre fue hasta el anterior sexenio, de tal suerte que presionaron al presidente para que le diera palo al gobernador Dupré Ceniceros, poniendo de relevo a un buen durangueño como gobernador, honorable sí, pero aliado de la gente de Monterrey.
Posteriormente y sintiendo los regios que el ambiente local todavía estaba caliente recomendaron al presidente que la mejor opción o carta para ellos como siguiente gobernador era Alejandro Páez Urquidi persona sin arraigo local, (lagunero él), y menos con liderazgo ni apoyo ciudadano; tan era así que se gestó un movimiento encabezado por los estudiantes y con el respaldo ciudadano para desconocer a ese gobernador, hecho que no aprobaban los empresarios de Nuevo León dando por resultado que al amparo de las bayonetas del ejército, reinstalaron en el Palacio de Zambrano a Páez Urquidi de donde lo habían sacado los estudiantes con una patada en el trasero otorgada por Jorge Wastle Casas y con tumbos y rechazo ciudadano terminó su mandato ese gobernador de triste memoria.
Luego vendría otro gobernador escogido por el dedo invisible de Monterrey y revalidado por el dedo del presidente y aunque menos malo que Urquidi, Mayagoitia gobernó de manera ligth, sí, pero bajo las simpatías e imposición del empresariado regio, por lo que la conclusión es que siempre ha estado la mano en Durango de los empresarios de ese estado pujante de Nuevo León, cuya riqueza y progreso en gran medida ha sido logrado por el sacrificio democrático nuestro y de los recursos de Durango.
Esto que narramos correspondió para aquellos tiempos, en la actualidad desconocemos cómo se juegan las cartas. Bueno, hasta ahí la dejamos en esta pequeña muestra de cómo se teje en otras esferas y de lo cual ni sospechamos ni nos las olemos.
Y a propósito de como se manejaba y tejían las jugadas en nuestro país, es decir de los gobiernos priistas, aliados siempre con los dueños del capital y de alguna forma dependientes de las decisiones de E.U. nos recuerda cómo tuvimos un gobernador por horas que luego de haber tomado posesión legalmente, es decir cumpliendo con todas las normas constitucionales del caso luego del fallecimiento del gobernador electo en funciones en este caso Blas Corral Martínez, el mayor Braulio Meraz Nevárez fue mañosamente despojado de esa investidura por el poder central por no ser de las simpatías del presidente. De cualquier manera su retrato esta en el salón de gobernadores en ese edificio sede del gobierno estatal.
