/ jueves 7 de enero de 2021

Instituto 18 de Marzo, herencia viva de Lázaro Cárdenas

El reparto agrario del 6 de octubre de 1936 realizado por el presidente Lázaro Cárdenas, fue el detonador del auge de una región que después sería conocida en todo el mundo como la Comarca Lagunera, al ser un hecho de gobierno de la mayor trascendencia, social, económica y política para los habitantes de esta zona del país.

La construcción de la presa “El Palmito”, la creación de las delegaciones del gobierno federal, así como la infraestructura para el fortalecimiento económico, fueron grandes decisiones que tomó el presidente de la República para dar atención a las demandas de los laguneros.

En 1938, el Gobierno del Coronel Enrique Calderón Rodríguez, respondió al anhelo de la señora Blandina Ibarra viuda de Guerrero y a la inquietud de jóvenes gomezpalatinos ilusionados de contar con una institución educativa, con la Escuela Secundaria Prevocacional, que inició su construcción el día 23 de septiembre de ese año, bajo la dirección del arquitecto Alfonso Arizmendi, en un llano situado frente al Parque Morelos, contándose con la alegría e impaciencia de jóvenes que días antes habían cavado algunas zanjas para los cimientos, tratando de coadyuvar y acelerar la obra, misma que se convertiría en el Instituto 18 de Marzo, avalado en 1940 por el entonces Presidente de la República, Lázaro Cárdenas del Río, y que ha representado desde entonces, una palanca en el ámbito cultural, educativo, económico, político y social, representando también un factor de unidad y de identidad de los laguneros.

“Una herencia viva de Lázaro Cárdenas. Justicia al Instituto 18 de Marzo”, libro memorial de esta gloriosa institución, escrito por Jorge Torres Castillo y Raúl Muñoz de León, da cuenta de la historia, de los directores, profesores y exalumnos destacados; de anécdotas y testimonios que dan ahora al Instituto identidad histórica y liderazgo dentro de la región.

El primer edificio fue inaugurado el 15 de mayo de 1940, que contó en sus primeras instalaciones en dos plantas con 32 aulas repartidas entre alumnos de alumnos de preprimaria, primaria, secundaria y preparatoria, además de cancha de basquetbol, teatro al aire libre y alberca, y al día siguiente mediante el Decreto No. 414, se aprobó su Ley Orgánica, publicada en el Periódico Oficial No. 39, que le concedía autonomía como corporación dotada de plena capacidad jurídica, cuya finalidad es impartir educación elemental y superior, y posteriormente, en 1959, se expide el reglamento de la Ley Orgánica, facultándola para impartir los niveles de secundaria y preparatoria.

Este primer edificio fue adornado con bellos y extraordinarios murales, obra de tres grandes maestros mexicanos: Francisco Montoya de la Cruz, Manuel Guillermo Lourdes y Horacio Rentería Rocha, cuyo arte se refleja hoy en las paredes de este bello recinto, con temas alusivos a la expropiación petrolera, fecha que diera origen al nombre de nuestra institución, cuentos y fantasías infantiles, a la obra de Don Quijote de la Mancha, así como a la agricultura, la industria y el trabajo, mismos que han sido considerados Patrimonio Cultural de Gómez Palacio, de Durango y de nuestro país.

En 1980, se reformó la Ley Orgánica, donde se estableció que “el Instituto 18 de Marzo es una institución educativa, con capacidad y autorización jurídica y administrativa, que le permita ejercer la impartición de niveles de educación media básica, media superior y superior, de acuerdo a las posibilidades del erario estatal”, y diez años después, el Congreso del Estado, con el propósito de conmemorar el 50 Aniversario de la institución, declaró el año de 1990, como “Año del Instituto 18 de Marzo”.

Gracias al programa de Modernización Educativa 1992-1998 impulsado por la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno del Estado y al Plan de Desarrollo Institucional de 1995, la comunidad del Instituto 18 de Marzo mostró su interés por promover la creación del nivel superior, con lo que se elevaría la cobertura de la institución del nivel medio superior a profesional.

Ante la demanda de la comunidad de la “18” y de la sociedad en general, el 20 de enero de 1997 daría inicio la operación de planes de estudio del nivel licenciatura por parte de la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte del Estado de Durango y surgen entonces las carreras de Licenciado en Contaduría Pública y Auditoría y Licenciado en Administración Industrial, y en la actualidad se cuenta ya también con el Departamento de Estudios de Posgrado, con lo que dieron inicio las maestrías en Administración y de Tecnologías y Sistemas de Información, en Ciencias Computacionales y Educación.

Entre los exalumnos destacados, se señala en el libro entre otros a grandes compañeros y amigos, como Lilia Sonia Casas Franco, José de Jesús Ramírez Garza, Antonio Hernández y Souza, Roberto Valdepeñas Cortázar, Jorge Torres Castillo, Raúl Muñoz de León, Salvador González Moreno, Conrado Serna Casillas, Juan Serna Casillas, Rubén Calderón Luján, Roberto Chao Medinabeitia, Santiago Ávalos Chapa, Jesús Tapia Rocha, José G. del Rivero Ibarra, Héctor Valdez Romo, o un servidor, que tuve la fortuna de asistir a un concurso internacional de oratoria a Estados Unidos organizado por el Club Rotario a representar a mi querido Instituto.

Quienes nos formamos en sus aulas, estamos orgullosos de esta institución que ha representado en la Comarca Lagunera no sólo desarrollo y liderazgo académico, sino también factor de unidad y de identidad de los laguneros, donde no sólo aprendimos de las ciencias y las humanidades, sino también los lazos de fraternidad y amistad que se han fortalecido al paso del tiempo.

Así, a través de la Asociación de Exalumnos del Instituto 18 de Marzo, tuvimos la oportunidad de conjuntar esfuerzos quienes estudiamos en esa institución, tanto de la comarca lagunera como quienes vivimos en la capital del Estado para coadyuvar en su labor de rescate de los murales con la participación del Gobierno Estatal y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Con motivo de sus 70 años de labor educativa y considerando los antecedentes históricos y su tradición como institución forjadora de generaciones de laguneros que se han destacado en distintos campos de la ciencia, la tecnología, el arte, la cultura, la educación, la política y el deporte, se inscribió su nombre en letras doradas en el Muro del Salón de Plenos del Congreso del Estado.

Han transcurrido ya más de ocho décadas de una gran institución. Larga vida al Instituto “18 de Marzo”, baluarte de la educación en la Región Lagunera, que ha forjado a decenas de generaciones y miles de estudiantes, de mujeres y de hombres de bien que han brindado su mejor esfuerzo por Gómez Palacio.

El reparto agrario del 6 de octubre de 1936 realizado por el presidente Lázaro Cárdenas, fue el detonador del auge de una región que después sería conocida en todo el mundo como la Comarca Lagunera, al ser un hecho de gobierno de la mayor trascendencia, social, económica y política para los habitantes de esta zona del país.

La construcción de la presa “El Palmito”, la creación de las delegaciones del gobierno federal, así como la infraestructura para el fortalecimiento económico, fueron grandes decisiones que tomó el presidente de la República para dar atención a las demandas de los laguneros.

En 1938, el Gobierno del Coronel Enrique Calderón Rodríguez, respondió al anhelo de la señora Blandina Ibarra viuda de Guerrero y a la inquietud de jóvenes gomezpalatinos ilusionados de contar con una institución educativa, con la Escuela Secundaria Prevocacional, que inició su construcción el día 23 de septiembre de ese año, bajo la dirección del arquitecto Alfonso Arizmendi, en un llano situado frente al Parque Morelos, contándose con la alegría e impaciencia de jóvenes que días antes habían cavado algunas zanjas para los cimientos, tratando de coadyuvar y acelerar la obra, misma que se convertiría en el Instituto 18 de Marzo, avalado en 1940 por el entonces Presidente de la República, Lázaro Cárdenas del Río, y que ha representado desde entonces, una palanca en el ámbito cultural, educativo, económico, político y social, representando también un factor de unidad y de identidad de los laguneros.

“Una herencia viva de Lázaro Cárdenas. Justicia al Instituto 18 de Marzo”, libro memorial de esta gloriosa institución, escrito por Jorge Torres Castillo y Raúl Muñoz de León, da cuenta de la historia, de los directores, profesores y exalumnos destacados; de anécdotas y testimonios que dan ahora al Instituto identidad histórica y liderazgo dentro de la región.

El primer edificio fue inaugurado el 15 de mayo de 1940, que contó en sus primeras instalaciones en dos plantas con 32 aulas repartidas entre alumnos de alumnos de preprimaria, primaria, secundaria y preparatoria, además de cancha de basquetbol, teatro al aire libre y alberca, y al día siguiente mediante el Decreto No. 414, se aprobó su Ley Orgánica, publicada en el Periódico Oficial No. 39, que le concedía autonomía como corporación dotada de plena capacidad jurídica, cuya finalidad es impartir educación elemental y superior, y posteriormente, en 1959, se expide el reglamento de la Ley Orgánica, facultándola para impartir los niveles de secundaria y preparatoria.

Este primer edificio fue adornado con bellos y extraordinarios murales, obra de tres grandes maestros mexicanos: Francisco Montoya de la Cruz, Manuel Guillermo Lourdes y Horacio Rentería Rocha, cuyo arte se refleja hoy en las paredes de este bello recinto, con temas alusivos a la expropiación petrolera, fecha que diera origen al nombre de nuestra institución, cuentos y fantasías infantiles, a la obra de Don Quijote de la Mancha, así como a la agricultura, la industria y el trabajo, mismos que han sido considerados Patrimonio Cultural de Gómez Palacio, de Durango y de nuestro país.

En 1980, se reformó la Ley Orgánica, donde se estableció que “el Instituto 18 de Marzo es una institución educativa, con capacidad y autorización jurídica y administrativa, que le permita ejercer la impartición de niveles de educación media básica, media superior y superior, de acuerdo a las posibilidades del erario estatal”, y diez años después, el Congreso del Estado, con el propósito de conmemorar el 50 Aniversario de la institución, declaró el año de 1990, como “Año del Instituto 18 de Marzo”.

Gracias al programa de Modernización Educativa 1992-1998 impulsado por la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno del Estado y al Plan de Desarrollo Institucional de 1995, la comunidad del Instituto 18 de Marzo mostró su interés por promover la creación del nivel superior, con lo que se elevaría la cobertura de la institución del nivel medio superior a profesional.

Ante la demanda de la comunidad de la “18” y de la sociedad en general, el 20 de enero de 1997 daría inicio la operación de planes de estudio del nivel licenciatura por parte de la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte del Estado de Durango y surgen entonces las carreras de Licenciado en Contaduría Pública y Auditoría y Licenciado en Administración Industrial, y en la actualidad se cuenta ya también con el Departamento de Estudios de Posgrado, con lo que dieron inicio las maestrías en Administración y de Tecnologías y Sistemas de Información, en Ciencias Computacionales y Educación.

Entre los exalumnos destacados, se señala en el libro entre otros a grandes compañeros y amigos, como Lilia Sonia Casas Franco, José de Jesús Ramírez Garza, Antonio Hernández y Souza, Roberto Valdepeñas Cortázar, Jorge Torres Castillo, Raúl Muñoz de León, Salvador González Moreno, Conrado Serna Casillas, Juan Serna Casillas, Rubén Calderón Luján, Roberto Chao Medinabeitia, Santiago Ávalos Chapa, Jesús Tapia Rocha, José G. del Rivero Ibarra, Héctor Valdez Romo, o un servidor, que tuve la fortuna de asistir a un concurso internacional de oratoria a Estados Unidos organizado por el Club Rotario a representar a mi querido Instituto.

Quienes nos formamos en sus aulas, estamos orgullosos de esta institución que ha representado en la Comarca Lagunera no sólo desarrollo y liderazgo académico, sino también factor de unidad y de identidad de los laguneros, donde no sólo aprendimos de las ciencias y las humanidades, sino también los lazos de fraternidad y amistad que se han fortalecido al paso del tiempo.

Así, a través de la Asociación de Exalumnos del Instituto 18 de Marzo, tuvimos la oportunidad de conjuntar esfuerzos quienes estudiamos en esa institución, tanto de la comarca lagunera como quienes vivimos en la capital del Estado para coadyuvar en su labor de rescate de los murales con la participación del Gobierno Estatal y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Con motivo de sus 70 años de labor educativa y considerando los antecedentes históricos y su tradición como institución forjadora de generaciones de laguneros que se han destacado en distintos campos de la ciencia, la tecnología, el arte, la cultura, la educación, la política y el deporte, se inscribió su nombre en letras doradas en el Muro del Salón de Plenos del Congreso del Estado.

Han transcurrido ya más de ocho décadas de una gran institución. Larga vida al Instituto “18 de Marzo”, baluarte de la educación en la Región Lagunera, que ha forjado a decenas de generaciones y miles de estudiantes, de mujeres y de hombres de bien que han brindado su mejor esfuerzo por Gómez Palacio.