/ lunes 11 de enero de 2021

Intellego ut credam

Como fruto de un sustantivo esfuerzo de planeación y reflexión pastoral, nuestra Arquidiócesis llega a este momento especial de gracia, en el que se da a luz al III Plan Diocesano de Pastoral. Dicho instrumento rector para la planeación integral de la Pastoral, ha sido promulgado el pasado 22 de noviembre del 2020, solemnidad de Cristo Rey del Universo por nuestro señor arzobispo, Don Faustino Armendáriz Jiménez. Encomendando estos trabajos a la maternal intercesión de la Bienaventurada Virgen María, la Inmaculada Concepción, Patrona de la Arquidiócesis de Durango. Ella como modelo de discípula misionera, nos ayude a anunciar con alegría el Evangelio.

Como un generoso llamado a todos los bautizados que peregrinamos por estas benditas tierras, el Plan Diocesano de Pastoral es una decidida provocación a despertar al compromiso de Fe, que nos impone esta nueva etapa de la historia de nuestra Iglesia Local, “…sobre todo a partir del firme encuentro personal con Jesucristo, tanto personal como comunitario. Además de entrar en un itinerario de formación de discípulos y misioneros, destacando los cinco aspectos fundamentales que en el documento de Aparecida se señalan: 1. El Encuentro con Cristo diciéndole sí a su llamado y seguirle; 2. La Conversión, como un proceso y como respuesta al encuentro con Cristo; 3.- El Discipulado, luchando por parecernos más a Jesús Maestro; 4. La Comunión, pues no hay vida auténticamente cristiana si no se tiene la experiencia de la pequeña comunidad; 5.- La Misión, como fruto de esta cercanía con el Señor, que nos envía a todos los rincones, a compartir la alegría de haberle conocido”.

El Plan tiene como lema Arquidiócesis de Durango, Iglesia Misionera. Lo cual indica que, la impronta fundamental de todos los trabajos pastorales ser de arraigo decidido en la Misión, (“decididamente misionera”. De tal manera, que puedan involucrarse todas las partes, todas las estructuras, todas las instituciones, todas las personas. Es una visión esencial de Iglesia, en salida, tal y como el Papa Francisco impulsa el formato pastoral en la Iglesia Universal. La disposición del Señor Jesús es contundente, “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo cuanto yo les he mandado” (Mt 28. 19-20).

Con fe firme, y renovando entusiasmo en el mandamiento misionero, la Iglesia Diocesana, pretende vivir esta renovación, que involucre a todos, para ir a las calles, a las casas, a los barrios, a los pueblos, a donde haya que ir para proclamar el amor de Dios a través de misioneros valientes, generosos, imitando a nuestro gran modelo que es Jesucristo. El Papa Francisco, nos lo dice de forma tan simple y contundente “es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos lugares, en todas ocasiones, sin demora, sin asco, y sin miedo”.

Las partes que conforman este documento, presentan primero el caminar de nuestra Arquidiócesis, a través de procesos pastorales (marco histórico). Se expone la realidad que nos ha tocado vivir, misma que queremos contemplar con esperanza (marco de la realidad). Se ilumina luego esa realidad a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio (marco doctrinal), para finalmente hacer un diagnóstico y hacer las propuestas correspondientes.

No se trata de cambiar el mensaje, sino las actitudes. No quiere decir que todo mejorará al cambiar a personas de sus puestos, sino de cambiar métodos, lenguajes y formas de evangelizar a la luz del Magisterio, pero sobre todo, a la luz del Proyecto de Dios que es siempre la salvación de las almas. La naturaleza del Plan Diocesano de Pastoral, es actualizar el Plan de salvación de Dios en cada lugar y circunstancia, donde todos, en actitud de análisis y discernimiento, bajo la guía del Espíritu Santo, digamos “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”. La clave de interpretación de esta etapa nueva, está en ser una Iglesia con orientación misionera que haga realidad nuestro lema, “Arquidiócesis de Durango, Iglesia Misionera”.

Como fruto de un sustantivo esfuerzo de planeación y reflexión pastoral, nuestra Arquidiócesis llega a este momento especial de gracia, en el que se da a luz al III Plan Diocesano de Pastoral. Dicho instrumento rector para la planeación integral de la Pastoral, ha sido promulgado el pasado 22 de noviembre del 2020, solemnidad de Cristo Rey del Universo por nuestro señor arzobispo, Don Faustino Armendáriz Jiménez. Encomendando estos trabajos a la maternal intercesión de la Bienaventurada Virgen María, la Inmaculada Concepción, Patrona de la Arquidiócesis de Durango. Ella como modelo de discípula misionera, nos ayude a anunciar con alegría el Evangelio.

Como un generoso llamado a todos los bautizados que peregrinamos por estas benditas tierras, el Plan Diocesano de Pastoral es una decidida provocación a despertar al compromiso de Fe, que nos impone esta nueva etapa de la historia de nuestra Iglesia Local, “…sobre todo a partir del firme encuentro personal con Jesucristo, tanto personal como comunitario. Además de entrar en un itinerario de formación de discípulos y misioneros, destacando los cinco aspectos fundamentales que en el documento de Aparecida se señalan: 1. El Encuentro con Cristo diciéndole sí a su llamado y seguirle; 2. La Conversión, como un proceso y como respuesta al encuentro con Cristo; 3.- El Discipulado, luchando por parecernos más a Jesús Maestro; 4. La Comunión, pues no hay vida auténticamente cristiana si no se tiene la experiencia de la pequeña comunidad; 5.- La Misión, como fruto de esta cercanía con el Señor, que nos envía a todos los rincones, a compartir la alegría de haberle conocido”.

El Plan tiene como lema Arquidiócesis de Durango, Iglesia Misionera. Lo cual indica que, la impronta fundamental de todos los trabajos pastorales ser de arraigo decidido en la Misión, (“decididamente misionera”. De tal manera, que puedan involucrarse todas las partes, todas las estructuras, todas las instituciones, todas las personas. Es una visión esencial de Iglesia, en salida, tal y como el Papa Francisco impulsa el formato pastoral en la Iglesia Universal. La disposición del Señor Jesús es contundente, “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo cuanto yo les he mandado” (Mt 28. 19-20).

Con fe firme, y renovando entusiasmo en el mandamiento misionero, la Iglesia Diocesana, pretende vivir esta renovación, que involucre a todos, para ir a las calles, a las casas, a los barrios, a los pueblos, a donde haya que ir para proclamar el amor de Dios a través de misioneros valientes, generosos, imitando a nuestro gran modelo que es Jesucristo. El Papa Francisco, nos lo dice de forma tan simple y contundente “es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos lugares, en todas ocasiones, sin demora, sin asco, y sin miedo”.

Las partes que conforman este documento, presentan primero el caminar de nuestra Arquidiócesis, a través de procesos pastorales (marco histórico). Se expone la realidad que nos ha tocado vivir, misma que queremos contemplar con esperanza (marco de la realidad). Se ilumina luego esa realidad a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio (marco doctrinal), para finalmente hacer un diagnóstico y hacer las propuestas correspondientes.

No se trata de cambiar el mensaje, sino las actitudes. No quiere decir que todo mejorará al cambiar a personas de sus puestos, sino de cambiar métodos, lenguajes y formas de evangelizar a la luz del Magisterio, pero sobre todo, a la luz del Proyecto de Dios que es siempre la salvación de las almas. La naturaleza del Plan Diocesano de Pastoral, es actualizar el Plan de salvación de Dios en cada lugar y circunstancia, donde todos, en actitud de análisis y discernimiento, bajo la guía del Espíritu Santo, digamos “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”. La clave de interpretación de esta etapa nueva, está en ser una Iglesia con orientación misionera que haga realidad nuestro lema, “Arquidiócesis de Durango, Iglesia Misionera”.