El presente escrito quiere ser sobre “el fin de las ideologías”, entendido ese término como el conjunto de valores que mueven a las personas y a los partidos políticos, pero su crisis es evidente, no nada más desde la disolución de la URSS sino porque la lucha por el poder mismo, sin un proyecto, es lo que predomina. Y en el caso de México es el colmo, con la alianza PAN/PRI/PRD, partidos cuyo papel era combatirse, y seguramente su cinismo no les dará frutos, pero es imposible imaginar la situación del país de aquí al día de la elecciones.
Y por otro lado se me vino a la mente la idea de hacer una revista fundamentalmente literaria, con la experiencia de las anteriores, por supuesto con Fernando Andrade de nuevo, y pensé en Alba como si estuviera viva y se incorporara al proyecto, la recordé cantando con el acompañamiento de Chalío y Enrique, tuve en la mente una de las mejores exposiciones que organizamos en el Museo Angel Zárraga, de Manuel Salas, y también pensé en Salvador que es escultor pero también escribe.
Y en muchas otras personas como el joven Ricardo Arellano, cuya libreta con su teléfono se me perdió, y en Mónica y el Jimmy, en Macario, y hasta en la esposa de AMLO que es fundamentalmente una poeta de primera cuyo único libro publicado le encargó a Ricardo. Cómo es natural pensé en la extraordinaria página que publica Oscar Jiménez. Una bonita y positiva fantasía, que se pudiera hacer realidad con todo y la pandemia.
Pero voy a dedicar el resto del escrito a la política, aunque el título es de “La ciudad” del poeta mayor Constantino Cavafis, porque pensé en él y en Miguel De Unamurp, y en la familia Parra de Chile, dos hermanos que podrían haber ganado el Premio Nobel, o sea Violeta y Nicanor, de estilos opuestos. Y vuelvo a recordarles varias películas artísticas, pero de educación histórica. Hablando de Chile, “La casa de los espíritus”, en base a un libro de Isabel Allende, y “El tren nocturno a Lisboa”, con Jeremy Irons en papeles opuestos, como sucede con las dos estrellas en “El conformista” y 1900 (Novechento) de Bernardo Bertolucci. El antecedente de la Revolución Rusa, “Reds”, de Warren Betty.
Porque quería yo recordar las revoluciones del siglo XX, la Rusa de 1905 a 1917, cuando toma el poder de Lenin; la Mexicana de 1910 al 20, cuando se instalan los Obregonistas y el “Callismo”, hasta Lázaro Cárdenas, y pasa con el PRI como con el peronismo argentino. Y el partido serio nace en 1939, el PAN, acaba como el PRI y el colmo que ya mencionamos. Aunque en MORENA también cabe todo, pero ya escribí sobre la historia personal de Andrés Manuel.
Ni quién se acuerde del maoísmo, de la revolución China de 1929 a su triunfo con Mao Tse Tung en 1949, el caso de “La revolución cultural de Mao” y el resultado final de ser China la segunda potencia del mundo, con un Partido Comunista que es muy difícil que se abra a realizar elecciones en un país con mil trescientos millones de habitantes.
En la página 62 del “Proceso” del 31 de diciembre, ojalá vean una explicación homenaje a Federico Engels que realiza el economista para la UNAM, José de Jesús Rodríguez Vargas, porque son los 200 años de la muerte de Marx y Engels, dos genios que ahora se estudia mucho menos, pero que siguen explicando la situación del mundo.
Nunca me cansaré de recomendar “El Manifiesto del Partido Comunista” de Marx y Engels, que explica y sintetiza la historia del mundo. Y de Engels: “La historia de la familia, la propiedad privada y el Estado”. Creadores además estos dos genios de las primeras Internacionales Obreras y los primeros Partidos Comunistas y Socialistas, uno de los cuales hoy gobierna España, en un gobierno de coalición, como en Portugal y Grecia, y es muy fuerte en Alemania la socialdemocracia, que ha gobernado en coalición, siendo ellos mayoría, pero más frecuentemente en conjunto pero siendo el segundo lugar. Tengo que dejar el tema, porque el asunto es el siglo XVIII, llamado “De la Ilustración”, ”De las luces”, y “El de los Enciclopedistas”, que termina con “La Revolución Francesa de 1789”. Luego el siglo XIX DE Marx y Engels, cuyo ambiente de “La primera revolución industrial” se deja ver en una de la mejores novelas, titulada “El amante de Lady Chatterly” del gran D.H Lawrence. Luego el “Siglo XX” de las revoluciones Mexicana de 1910, Rusa de 1917, China de 1949, y Cubana de 1959.
