/ jueves 4 de julio de 2019

Isela Flores, primera directora del ITD

En los 70 años del Instituto Tecnológico de Durango (ITD), 16 ingenieros dirigieron el Tecnológico. A partir de junio de 2019, la directora es la Ingeniera Química Isela Flores Montenegro. Es la primera mujer que conducirá los destinos de nuestra alma mater.

Su designación fue recibida con beneplácito por la comunidad técnica de Durango. Ella es originaria de Tepehuanes al igual que el ingeniero Juan Gamboa, director de 2004 a 2010.

En el honor y la enorme responsabilidad de ser “los primeros”, figuran el ingeniero José Gutiérrez Osornio, “promotor y fundador del ITD”, que fue director del 2 de agosto de 1948 al 16 de febrero de 1956, y el Ingeniero Industrial Jesús Tébar Rodríguez primer egresado del ITD que estuvo al frente del Tecno, del 15 de noviembre de 1973 al 7 de junio de 1976. Resalto el hecho, porque durante los 25 años iniciales del Tecnológico, la dirección estuvo a cargo de cuatro ingenieros egresados del IPN. Nuestros maestros José Gutiérrez Osornio, Mariano Cuéller Guerrero (1956-1967), Ramiro A. Jiménez Morales (1967-1973) y Francisco Torres Ornelas (1973).

El arribo de Isela al liderazgo del equipo que le da vida y hace posible que el Tecno cumpla su misión y objetivos institucionales, me motiva a escribir sobre los 16 ingenieros que han dirigido el Tecnológico en el período de 1948 a 2019 (el ingeniero Héctor Arreola fue dos veces director, en 1989-1992 y 2002-2004) y sobre la trayectoria profesional y fortaleza académica de la nueva directora a quien conocí y traté en tres momentos.

La primera vez que supe de ella fue en 1998, cuando recién terminaba la maestría en Ingeniería Química, y cuando el ingeniero Jorge Herrera Delgado transitó de la Subsecretaría de Planeación y Administración de la Secretaría de Educación Cultura y Deporte (SECyD) a la dirección de SIDEAPA en el Municipio de Durango –siguiendo nuestra praxis de abrir oportunidades de promoción profesional a los mejores egresados del ITD– la invitó a incorporarse como jefa del Departamento de Control de Calidad del Agua (encargada de la Planta de Tratamiento). Su jefe directo fue entonces el ingeniero Víctor de la Barrera Fraire que había sido director del ITD en el periodo de 1976 a 1981.

La segunda vez que tuve contacto con la ingeniera Flores Montenegro fue en el examen profesional del ingeniero Carlos Landeros Macías, en el que estuvo presente como jefa del Departamento de Ingeniería Industrial del ITD (2007-2013). Desde entonces y cuando ascendió a la Subdirección Académica (2013-2014), apoyó las actividades del Colegio de Ingenieros Industriales de Durango. En un tercer momento compartimos experiencias académicas los años 2016 a 2018 en que era directora del Instituto Tecnológico de El Salto (2014-2019) y yo ocupaba la delegación federal de la SEP.

Adelanto estos acontecimientos para puntualizar que Isela llega a la dirección del Tecno por sus méritos y sus credenciales académicas (fue catedrática reconocida de1996 a 2007) y no atendiendo un criterio de “cuotas de equidad de género” que se aplica en el poder Legislativo y en los partidos políticos. Asume la gran responsabilidad de dirigir el Tecno en estos tiempos en que la legislación y las instituciones nacionales llevan el sello de “la perspectiva de género”. Actualmente de los 7,165 alumnos del ITD, 2,730 son mujeres. En las primeras generaciones de Ingeniería Industrial ninguna terminó la carrera.

Un elemento adicional a esta semblanza sobre historia de vida de Isela, son los reconocimientos que recibió en sus años estudiantiles. Por sus calificaciones fue distinguida con “la Medalla al Mérito José Gutiérrez Osornio” al graduarse como Ingeniero (1993) y al término de la maestría en Ingeniería Química (1995-1998).

¿Por qué me ocupo de plasmar en las páginas de El Sol de Durango algunos datos biográficos de Isela Flores Montenegro? En primer lugar porque me da gusto que una egresada ocupe la Dirección de mi alma mater y porque desde los 70 vengo escribiendo sobre el Tecnológico y el Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos de la SEP. El año pasado en el 70 aniversario -gracias a la generosidad de El Sol de Durango- me publicaron artículos sobre “14 Directores Generales del Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos” y “58 presidentes de la Sociedades de Alumnos del Instituto Tecnológico de Durango”. Tenía pendiente escribir sobre los 16 ingenieros que han dirigido el ITD. Para mí desde los 60 escribir sobre el Tecnológico y sus líderes fortalece nuestra identidad, sentido de pertinencia y durangueñeidad. Asunto que me parece importante en la era digital y en la globalidad del siglo XX.

La tarea de dejar escritos los testimonios de los directores ya había sido abordada desde el 50 Aniversario del Tecnológico, cuando era director del Tecnológico el Ing. Jesús Ruvalcaba González (1992-1998). Con él convenimos -siendo yo titular de la SECyD- la coedición del libro de la Lic. Rosario Hernández Camargo que lleva como título “Instituto Tecnológico de Durango, Efemérides, Biografías y Anécdotas”. En este aparecen las biografías y anécdotas de los 11 primeros directores (incluyendo la de Juan Gamboa) que en 1998 era subdirector, entre éstas, además de las que ya he mencionado en este artículo, las de Gilberto Moorillón Piedra (1981-1983) y Luis Rosales Celis (1983-1989) quien al igual que José Valderrama Vela (2000-2002), y Jesús Tébar Rodríguez fueron mis compañeros de la tercera generación de Ingeniería Industrial (1962-1966).

Hasta donde yo sé, están pendientes las de Tomás Palomino (1999-2000), Amado Palomino (2010-2011), Felipe Pascual Rosario (2011-2012) y Jesús Astorga Pérez (2013-2019).

Volviendo al tema de Isela. En el marco de la durangueñeidad yo me he ocupado desde 1978 de escribir o rescatar la semblanza de Hombres y Mujeres Ilustres de Durango. Más de 100 se han publicado en El Sol de Durango. Este año le he dado preferencia a las mujeres. En sendos artículos se publicaron “Hermila Galindo. Durangueñeidad en la obra de Rosa María Valles” y “Kicham. La obra de la maestra Elia María Morelos”.

Su gran reto es elevar el prestigio académico del tecnológico, para que no sólo quede la marca de ser el primero, en el sistema que se fundó, necesitamos convertirlo en el mejor Tecnológico por sus resultados académicos y vinculación con el desarrollo social y económico sustentable, eso implica unir y comprometer a profesores e investigadores y vincular a la comunidad técnica con los intereses superiores del Tecnológico.

En los 70 años del Instituto Tecnológico de Durango (ITD), 16 ingenieros dirigieron el Tecnológico. A partir de junio de 2019, la directora es la Ingeniera Química Isela Flores Montenegro. Es la primera mujer que conducirá los destinos de nuestra alma mater.

Su designación fue recibida con beneplácito por la comunidad técnica de Durango. Ella es originaria de Tepehuanes al igual que el ingeniero Juan Gamboa, director de 2004 a 2010.

En el honor y la enorme responsabilidad de ser “los primeros”, figuran el ingeniero José Gutiérrez Osornio, “promotor y fundador del ITD”, que fue director del 2 de agosto de 1948 al 16 de febrero de 1956, y el Ingeniero Industrial Jesús Tébar Rodríguez primer egresado del ITD que estuvo al frente del Tecno, del 15 de noviembre de 1973 al 7 de junio de 1976. Resalto el hecho, porque durante los 25 años iniciales del Tecnológico, la dirección estuvo a cargo de cuatro ingenieros egresados del IPN. Nuestros maestros José Gutiérrez Osornio, Mariano Cuéller Guerrero (1956-1967), Ramiro A. Jiménez Morales (1967-1973) y Francisco Torres Ornelas (1973).

El arribo de Isela al liderazgo del equipo que le da vida y hace posible que el Tecno cumpla su misión y objetivos institucionales, me motiva a escribir sobre los 16 ingenieros que han dirigido el Tecnológico en el período de 1948 a 2019 (el ingeniero Héctor Arreola fue dos veces director, en 1989-1992 y 2002-2004) y sobre la trayectoria profesional y fortaleza académica de la nueva directora a quien conocí y traté en tres momentos.

La primera vez que supe de ella fue en 1998, cuando recién terminaba la maestría en Ingeniería Química, y cuando el ingeniero Jorge Herrera Delgado transitó de la Subsecretaría de Planeación y Administración de la Secretaría de Educación Cultura y Deporte (SECyD) a la dirección de SIDEAPA en el Municipio de Durango –siguiendo nuestra praxis de abrir oportunidades de promoción profesional a los mejores egresados del ITD– la invitó a incorporarse como jefa del Departamento de Control de Calidad del Agua (encargada de la Planta de Tratamiento). Su jefe directo fue entonces el ingeniero Víctor de la Barrera Fraire que había sido director del ITD en el periodo de 1976 a 1981.

La segunda vez que tuve contacto con la ingeniera Flores Montenegro fue en el examen profesional del ingeniero Carlos Landeros Macías, en el que estuvo presente como jefa del Departamento de Ingeniería Industrial del ITD (2007-2013). Desde entonces y cuando ascendió a la Subdirección Académica (2013-2014), apoyó las actividades del Colegio de Ingenieros Industriales de Durango. En un tercer momento compartimos experiencias académicas los años 2016 a 2018 en que era directora del Instituto Tecnológico de El Salto (2014-2019) y yo ocupaba la delegación federal de la SEP.

Adelanto estos acontecimientos para puntualizar que Isela llega a la dirección del Tecno por sus méritos y sus credenciales académicas (fue catedrática reconocida de1996 a 2007) y no atendiendo un criterio de “cuotas de equidad de género” que se aplica en el poder Legislativo y en los partidos políticos. Asume la gran responsabilidad de dirigir el Tecno en estos tiempos en que la legislación y las instituciones nacionales llevan el sello de “la perspectiva de género”. Actualmente de los 7,165 alumnos del ITD, 2,730 son mujeres. En las primeras generaciones de Ingeniería Industrial ninguna terminó la carrera.

Un elemento adicional a esta semblanza sobre historia de vida de Isela, son los reconocimientos que recibió en sus años estudiantiles. Por sus calificaciones fue distinguida con “la Medalla al Mérito José Gutiérrez Osornio” al graduarse como Ingeniero (1993) y al término de la maestría en Ingeniería Química (1995-1998).

¿Por qué me ocupo de plasmar en las páginas de El Sol de Durango algunos datos biográficos de Isela Flores Montenegro? En primer lugar porque me da gusto que una egresada ocupe la Dirección de mi alma mater y porque desde los 70 vengo escribiendo sobre el Tecnológico y el Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos de la SEP. El año pasado en el 70 aniversario -gracias a la generosidad de El Sol de Durango- me publicaron artículos sobre “14 Directores Generales del Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos” y “58 presidentes de la Sociedades de Alumnos del Instituto Tecnológico de Durango”. Tenía pendiente escribir sobre los 16 ingenieros que han dirigido el ITD. Para mí desde los 60 escribir sobre el Tecnológico y sus líderes fortalece nuestra identidad, sentido de pertinencia y durangueñeidad. Asunto que me parece importante en la era digital y en la globalidad del siglo XX.

La tarea de dejar escritos los testimonios de los directores ya había sido abordada desde el 50 Aniversario del Tecnológico, cuando era director del Tecnológico el Ing. Jesús Ruvalcaba González (1992-1998). Con él convenimos -siendo yo titular de la SECyD- la coedición del libro de la Lic. Rosario Hernández Camargo que lleva como título “Instituto Tecnológico de Durango, Efemérides, Biografías y Anécdotas”. En este aparecen las biografías y anécdotas de los 11 primeros directores (incluyendo la de Juan Gamboa) que en 1998 era subdirector, entre éstas, además de las que ya he mencionado en este artículo, las de Gilberto Moorillón Piedra (1981-1983) y Luis Rosales Celis (1983-1989) quien al igual que José Valderrama Vela (2000-2002), y Jesús Tébar Rodríguez fueron mis compañeros de la tercera generación de Ingeniería Industrial (1962-1966).

Hasta donde yo sé, están pendientes las de Tomás Palomino (1999-2000), Amado Palomino (2010-2011), Felipe Pascual Rosario (2011-2012) y Jesús Astorga Pérez (2013-2019).

Volviendo al tema de Isela. En el marco de la durangueñeidad yo me he ocupado desde 1978 de escribir o rescatar la semblanza de Hombres y Mujeres Ilustres de Durango. Más de 100 se han publicado en El Sol de Durango. Este año le he dado preferencia a las mujeres. En sendos artículos se publicaron “Hermila Galindo. Durangueñeidad en la obra de Rosa María Valles” y “Kicham. La obra de la maestra Elia María Morelos”.

Su gran reto es elevar el prestigio académico del tecnológico, para que no sólo quede la marca de ser el primero, en el sistema que se fundó, necesitamos convertirlo en el mejor Tecnológico por sus resultados académicos y vinculación con el desarrollo social y económico sustentable, eso implica unir y comprometer a profesores e investigadores y vincular a la comunidad técnica con los intereses superiores del Tecnológico.