/ sábado 27 de abril de 2019

Joe Biden puede frenar la reelección de Trump

Las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos serán en noviembre del próximo año, parecen lejanas, sin embargo los grupos políticos que militan en los dos principales partidos políticos -el Demócrata y el Republicano- ya iniciaron movimientos estratégicos con el fin de prepararse para la contienda.

Dentro del Partido Republicano que gobierna el periodo 2016-2020 no hay duda que el presidente Donald Trump buscará la reelección, siendo que en la tradición política estadounidense el mandatario en turno tiene prioridad, Trump volverá a ser ungido candidato de su partido, no habrá turbulencias entre los republicanos, más bien grupos que no han sido considerados en este periodo presidencial buscarán reacomodos políticos para reposicionarse y ser considerados en el proyecto 2020-2024.

Donde sí hay olas de gran magnitud es en el Partido Demócrata, siendo que a estas alturas ya han manifestado su intención de buscar la nominación cerca de 20 aspirantes a la candidatura presidencial; pero quien atrajo los reflectores de la prensa y de los electores estadounidenses esta semana es el exvicepresidente Joe Biden, quien anunció su precandidatura a la Presidencia con el objeto de rescatar el “alma” de su país y sacar a Trump de la Casa Blanca.

Dentro del bando Demócrata, Joe Biden de 77 años, con una amplia experiencia que incluye 36 años de senador y dos periodos presidenciales como vicepresidente con Barak Obama, es el personaje que encabeza las encuestas tanto en las primarias demócratas como en las generales contra Trump, con un alto índice de popularidad arranca la travesía para conseguir la nominación de su partido.

En su presentación como precandidato, Biden fue claro en cual su propósito de entrar en la contienda: derrumbar todo lo que Trump representa y retirarlo del poder. Subrayó “si le damos a Donald Trump ocho años en la Casa Blanca, va a fundamentalmente alterar por siempre el carácter de esta nación, quienes somos. No puedo quedarme quieto y ver como sucede”. Para los demócratas y un gran segmento de ciudadanos el actual presidente representa una amenaza por sus posiciones y discursos que propician polarización social y dividen a los norteamericanos en buenos (si apoyan las políticas del Presidente) y malos (si no respaldan al gobierno).

De ahí que Biden propone reconstruir a la clase media y unir al país mediante una presidencia equilibrada, incluyente, moderada; con el propósito de recuperar el “alma” de la patria.

Desde luego que este veterano político no tiene todos los vientos a su favor; dentro de los demócratas, hay un gran segmento al interior del partido que considera que la popularidad no es suficiente para regresar al poder, consideran que el partido debe experimentar un cambio profundo, buscando posturas más progresistas, jóvenes y variadas. El perfil de Biden como hombre blanco, moderado, clasemediero, se proyecta más a buscar el voto republicano sobrio que rechaza las posturas intransigentes de su actual presidente.

Después de la popularidad de Barak Obama y la fuerza política de Hillary Clinton, parecía que los demócratas estaban huérfanos de figuras preponderantes con la estatura suficiente para disputarles seriamente el poder a los republicanos, sin embargo la irrupción de este personaje con experiencia política sin precedentes y un alto prestigio, hacen posible que se vislumbre una verdadera contienda, una elección tan cerrada e impredecible como la de 2016.

Para el círculo más cercano al actual huésped de la Casa Blanca, Biden es el candidato que más les preocupa, al que más temen, el enemigo más serio, gracias a lo cual empiezan a notarse algunos signos de preocupación en el equipo gobernante.

Donald Trump de aquí en adelante no puede estar seguro de un segundo mandato, ya tiene un rival de peso que en este momento lidera las encuestas presidenciales. Mucho falta para noviembre del próximo año, bastantes situaciones van a suceder en la arena política de nuestros vecinos del norte, pero Joe Biden es un rival de peso, se percibe una interesante contienda que va ir subiendo de intensidad en la medida que se acerque el día de los comicios.

Las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos serán en noviembre del próximo año, parecen lejanas, sin embargo los grupos políticos que militan en los dos principales partidos políticos -el Demócrata y el Republicano- ya iniciaron movimientos estratégicos con el fin de prepararse para la contienda.

Dentro del Partido Republicano que gobierna el periodo 2016-2020 no hay duda que el presidente Donald Trump buscará la reelección, siendo que en la tradición política estadounidense el mandatario en turno tiene prioridad, Trump volverá a ser ungido candidato de su partido, no habrá turbulencias entre los republicanos, más bien grupos que no han sido considerados en este periodo presidencial buscarán reacomodos políticos para reposicionarse y ser considerados en el proyecto 2020-2024.

Donde sí hay olas de gran magnitud es en el Partido Demócrata, siendo que a estas alturas ya han manifestado su intención de buscar la nominación cerca de 20 aspirantes a la candidatura presidencial; pero quien atrajo los reflectores de la prensa y de los electores estadounidenses esta semana es el exvicepresidente Joe Biden, quien anunció su precandidatura a la Presidencia con el objeto de rescatar el “alma” de su país y sacar a Trump de la Casa Blanca.

Dentro del bando Demócrata, Joe Biden de 77 años, con una amplia experiencia que incluye 36 años de senador y dos periodos presidenciales como vicepresidente con Barak Obama, es el personaje que encabeza las encuestas tanto en las primarias demócratas como en las generales contra Trump, con un alto índice de popularidad arranca la travesía para conseguir la nominación de su partido.

En su presentación como precandidato, Biden fue claro en cual su propósito de entrar en la contienda: derrumbar todo lo que Trump representa y retirarlo del poder. Subrayó “si le damos a Donald Trump ocho años en la Casa Blanca, va a fundamentalmente alterar por siempre el carácter de esta nación, quienes somos. No puedo quedarme quieto y ver como sucede”. Para los demócratas y un gran segmento de ciudadanos el actual presidente representa una amenaza por sus posiciones y discursos que propician polarización social y dividen a los norteamericanos en buenos (si apoyan las políticas del Presidente) y malos (si no respaldan al gobierno).

De ahí que Biden propone reconstruir a la clase media y unir al país mediante una presidencia equilibrada, incluyente, moderada; con el propósito de recuperar el “alma” de la patria.

Desde luego que este veterano político no tiene todos los vientos a su favor; dentro de los demócratas, hay un gran segmento al interior del partido que considera que la popularidad no es suficiente para regresar al poder, consideran que el partido debe experimentar un cambio profundo, buscando posturas más progresistas, jóvenes y variadas. El perfil de Biden como hombre blanco, moderado, clasemediero, se proyecta más a buscar el voto republicano sobrio que rechaza las posturas intransigentes de su actual presidente.

Después de la popularidad de Barak Obama y la fuerza política de Hillary Clinton, parecía que los demócratas estaban huérfanos de figuras preponderantes con la estatura suficiente para disputarles seriamente el poder a los republicanos, sin embargo la irrupción de este personaje con experiencia política sin precedentes y un alto prestigio, hacen posible que se vislumbre una verdadera contienda, una elección tan cerrada e impredecible como la de 2016.

Para el círculo más cercano al actual huésped de la Casa Blanca, Biden es el candidato que más les preocupa, al que más temen, el enemigo más serio, gracias a lo cual empiezan a notarse algunos signos de preocupación en el equipo gobernante.

Donald Trump de aquí en adelante no puede estar seguro de un segundo mandato, ya tiene un rival de peso que en este momento lidera las encuestas presidenciales. Mucho falta para noviembre del próximo año, bastantes situaciones van a suceder en la arena política de nuestros vecinos del norte, pero Joe Biden es un rival de peso, se percibe una interesante contienda que va ir subiendo de intensidad en la medida que se acerque el día de los comicios.