/ martes 30 de julio de 2019

John Wayne: A 50 años de filmar en Durango

En esta época vacacional donde el turismo hace presencia en la capital durangueña; sale a colación el tema obligado de las múltiples filmaciones del western, llevando como figura icónica a John Wayne, y el parque temático del Paseo del Viejo Oeste, situado a las orillas de Durango.

Hace un par de años publiqué en coautoría con el historiador Gilberto Jiménez, el libro “Hernando Name El Centauro del Cine”, donde el protagonista relató sus vivencias como actor y doble al lado de Wayne, Hudson y Toño Aguilar. Al respecto, extraigo parte de las vivencias de Name consignadas en la biografía que confeccionamos, al tenor siguiente:

“Estábamos haciendo Los Invencibles con Antonio Aguilar, durante el rodaje Luis Reyes de la Masa fungía como interventor de la Secretaría de Gobernación.

En la cinta había una secuencia donde el general Lázaro Rojas caracterizado por Antonio Aguilar llevaba un grupo de soldados presos de los llamados confederados a fusilar; la cámara iba en movimiento por toda la arcada de la hacienda de la Ferrería y en la parte baja de los arcos se encontraban los presos colocados en la pared para su fusilamiento, precisamente frente al asta bandera, donde estaba izado el lábaro patrio de la época de Benito Juárez y el director había puesto en escena a unos borrachos tirados cerca del asta bandera.

Al ver esa escena que previamente se había programado Antonio Aguilar les dijo a los de la filmación que le hablaran inmediatamente al Lic. Reyes de la Masa. Se presentó el interventor y molesto le reclamó el hecho de que no estuviera pendiente del rodaje de la cinta y de lo que se iba a realizar.

Luis Reyes aún no se percataba de la denigrante escena que estaba a punto de rodarse. Entonces Antonio le dijo: -Estos cabrones piensan que los mexicanos siempre andamos de borrachos y meándonos hasta debajo de la bandera…o le paras la pinche película o cambias la secuencia o yo no filmo… ¿Hablas tú o hablo yo? -Yo les digo Antonio, pero no me hacen caso.

Entonces Antonio Aguilar se dirigió con voz firme a John Wayne “El Duke” en perfecto inglés, expresándole, que eso no debía ser así, manifestándole que si no quitaba la escena de borrachos frente a la bandera no filmaría. John Wayne trató de calmarlo diciéndole que quitaría esa acción en la secuencia, dando Wayne la facultad de poner en escena lo que él dispusiera; Antonio ordenó que colocaran unos guardias frente al asta bandera.

Cuando terminó expresó - Nada más faltaba que estos pinches gringos hijos de la Tiznada se quieran cagar en la bandera… Mientras yo esté aquí, no se va a poder. Andrew V. McLaglen que era el director de la película le hizo una señal de aprobación con la mano, indicándole que estaba correcto respecto a lo que había solicitado. Ese fue un detalle de un buen mexicano que quiere a su patria”.

Durante el rodaje de la película Hernando Name fungió como doble y asistente de Antonio Aguilar, tocándole presenciar algunos hechos incómodos durante la filmación de esa película norteamericana protagonizada por Wayne y Hudson; fue el caso de un hecho que evidenció la discriminación sistemática por parte de algunos actores americanos que se consideraban estrellas de Hollywood.

Name recuerda que estando en el set ya de reposo, el reconocido director de cine don Víctor Junco, inocentemente se sentó en una silla que tenía en el respaldo el nombre de un actor de origen chicano que empezaba a destacar. Este actor hacía el papel de un soldado que portaba el banderín del ejército.

El actor chicano se acercó a don Víctor Junco y groseramente le dijo que se levantara y se quitara de su silla. Don Víctor se levantó muy humilde. Al darse cuenta Hernando Name, le pidió a don Víctor que se sentara en su silla, y pidió una extra para él, y se sentó frente a don Víctor y le dijo: “-De todos los que estamos aquí el único que merece una silla con su nombre sería usted, el único que merece estar sentado como un rey es usted.

Los hermanos Junco son pilares de la industria del cine nacional, usted tan decente y tan fina persona no voy a aceptar que cualquier hijo de la tiznada le falte al respeto”. Estando Name charlando con don Víctor, en eso, el actor chicano le preguntó si era para él la cosa… y Name le respondió que sí, que no se hiciera pendejo, que entendía muy bien el español y que no tenía idea de a quién había quitado de la silla.

Name le dijo pendejo, extra de tercera y de inche gato no lo bajó. Empezaron a llegar los compañeros de Name y les dijo que estaba discutiendo con el pocho pendejo. El aludido no dijo nada y sin que nadie se diera cuenta en la próxima secuencia Name le asignó al actor chicano el caballo más bronco, de manera que el actor pegaba unos brincos que parecía que volaba y no sabía de dónde agarrarse. Lo anterior sirvió para que el chicano le ofreciera una disculpa a don Víctor Junco y lo hizo.

En esta época vacacional donde el turismo hace presencia en la capital durangueña; sale a colación el tema obligado de las múltiples filmaciones del western, llevando como figura icónica a John Wayne, y el parque temático del Paseo del Viejo Oeste, situado a las orillas de Durango.

Hace un par de años publiqué en coautoría con el historiador Gilberto Jiménez, el libro “Hernando Name El Centauro del Cine”, donde el protagonista relató sus vivencias como actor y doble al lado de Wayne, Hudson y Toño Aguilar. Al respecto, extraigo parte de las vivencias de Name consignadas en la biografía que confeccionamos, al tenor siguiente:

“Estábamos haciendo Los Invencibles con Antonio Aguilar, durante el rodaje Luis Reyes de la Masa fungía como interventor de la Secretaría de Gobernación.

En la cinta había una secuencia donde el general Lázaro Rojas caracterizado por Antonio Aguilar llevaba un grupo de soldados presos de los llamados confederados a fusilar; la cámara iba en movimiento por toda la arcada de la hacienda de la Ferrería y en la parte baja de los arcos se encontraban los presos colocados en la pared para su fusilamiento, precisamente frente al asta bandera, donde estaba izado el lábaro patrio de la época de Benito Juárez y el director había puesto en escena a unos borrachos tirados cerca del asta bandera.

Al ver esa escena que previamente se había programado Antonio Aguilar les dijo a los de la filmación que le hablaran inmediatamente al Lic. Reyes de la Masa. Se presentó el interventor y molesto le reclamó el hecho de que no estuviera pendiente del rodaje de la cinta y de lo que se iba a realizar.

Luis Reyes aún no se percataba de la denigrante escena que estaba a punto de rodarse. Entonces Antonio le dijo: -Estos cabrones piensan que los mexicanos siempre andamos de borrachos y meándonos hasta debajo de la bandera…o le paras la pinche película o cambias la secuencia o yo no filmo… ¿Hablas tú o hablo yo? -Yo les digo Antonio, pero no me hacen caso.

Entonces Antonio Aguilar se dirigió con voz firme a John Wayne “El Duke” en perfecto inglés, expresándole, que eso no debía ser así, manifestándole que si no quitaba la escena de borrachos frente a la bandera no filmaría. John Wayne trató de calmarlo diciéndole que quitaría esa acción en la secuencia, dando Wayne la facultad de poner en escena lo que él dispusiera; Antonio ordenó que colocaran unos guardias frente al asta bandera.

Cuando terminó expresó - Nada más faltaba que estos pinches gringos hijos de la Tiznada se quieran cagar en la bandera… Mientras yo esté aquí, no se va a poder. Andrew V. McLaglen que era el director de la película le hizo una señal de aprobación con la mano, indicándole que estaba correcto respecto a lo que había solicitado. Ese fue un detalle de un buen mexicano que quiere a su patria”.

Durante el rodaje de la película Hernando Name fungió como doble y asistente de Antonio Aguilar, tocándole presenciar algunos hechos incómodos durante la filmación de esa película norteamericana protagonizada por Wayne y Hudson; fue el caso de un hecho que evidenció la discriminación sistemática por parte de algunos actores americanos que se consideraban estrellas de Hollywood.

Name recuerda que estando en el set ya de reposo, el reconocido director de cine don Víctor Junco, inocentemente se sentó en una silla que tenía en el respaldo el nombre de un actor de origen chicano que empezaba a destacar. Este actor hacía el papel de un soldado que portaba el banderín del ejército.

El actor chicano se acercó a don Víctor Junco y groseramente le dijo que se levantara y se quitara de su silla. Don Víctor se levantó muy humilde. Al darse cuenta Hernando Name, le pidió a don Víctor que se sentara en su silla, y pidió una extra para él, y se sentó frente a don Víctor y le dijo: “-De todos los que estamos aquí el único que merece una silla con su nombre sería usted, el único que merece estar sentado como un rey es usted.

Los hermanos Junco son pilares de la industria del cine nacional, usted tan decente y tan fina persona no voy a aceptar que cualquier hijo de la tiznada le falte al respeto”. Estando Name charlando con don Víctor, en eso, el actor chicano le preguntó si era para él la cosa… y Name le respondió que sí, que no se hiciera pendejo, que entendía muy bien el español y que no tenía idea de a quién había quitado de la silla.

Name le dijo pendejo, extra de tercera y de inche gato no lo bajó. Empezaron a llegar los compañeros de Name y les dijo que estaba discutiendo con el pocho pendejo. El aludido no dijo nada y sin que nadie se diera cuenta en la próxima secuencia Name le asignó al actor chicano el caballo más bronco, de manera que el actor pegaba unos brincos que parecía que volaba y no sabía de dónde agarrarse. Lo anterior sirvió para que el chicano le ofreciera una disculpa a don Víctor Junco y lo hizo.