/ viernes 5 de abril de 2019

Jóvenes volver a pensar

La migración de centroamericanos

En estos tiempos, una serie de comportamientos atípicos se ha presentado en el escenario nacional, aparte de liderar con un nuevo ejecutivo “sui generis”.

Un -tlatonai- más que gobernante, el asunto de la gran migración de centroamericanos y de otras nacionalidades que transitan con una tranquilidad inerme por el país, a esto le llaman migración, la que los estudiosos de estos fenómenos sociológicos la describen como “El desplazamiento de una persona desde su lugar habitual de residencia hacia uno nuevo, con arreglo a las leyes y reglamentos que rigen la salida del país de origen y el viaje, entrada y tránsito en el país de destino”, pero el detalle es que el fenómeno actual quiere estas personas quieren ser aceptadas en el vecino del norte, cobijándose bajo el argumento de solicitar ASILO POLÍTICO, y cuando conocemos su definición que data desde 1942.

El asilo político es el derecho que tiene una persona a no ser extraditado de un país a otro que lo requiere para juzgarle por delitos políticos.

Cuando el asilo político se concede a personas que se encuentran en lugares que por las convenciones diplomáticas se consideran una extensión del territorio nacional, tales como la sede de embajadas o consulados, la residencia del embajador o los buques de guerra anclados en puertos extranjeros, se lo denomina asilo diplomático.

Sin embargo para que ellos fuesen tributarios de ese derecho debería de encontrarse en un caos social, político y en casi una guerra civil, ser beligerantes en los países de Centroamérica. Y la verdad es que tratan de ingresar por motivos económicos y de oportunidad.

Si se analiza en este caso en particular, el problema que tanto ocasiona en el país receptor y el país de tránsito, si realmente fuera un razón política sería un minúsculo grupo el que haría dicho trámite y hasta sería del beneplácito de la población del país de tránsito, sin embargo el motivo principal es por causa económica y falta de oportunidades en Centroamérica.

Pero desde octubre y a la fecha, el Instituto Nacional de Migración (INM) ha retornado a sus naciones de origen a 11 mil centroamericanos que se encontraban de manera irregular en México, de esta cifra mil 906 extranjeros que formaban parte de las caravanas de migrantes procedentes de Centroamérica, fueron regresados a sus países tras acercarse al instituto para pedir voluntariamente su retorno asistido. Con la anuencia de los países del denominado Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala) así como Nicaragua; lo anterior en estrecha colaboración con instituciones civiles internacionales, como es el caso de la Organización Internacional para la Migraciones (OIM).

Sin embargo nuestro país ya está teniendo problemas para asimilar el aumento de migrantes que buscan protección de los peligros que acechan en sus países -unos 24,000 en 2018-, a pesar de que el mismo México difícilmente cumple con la definición de un país seguro.

El año pasado fue el más letal en dos décadas y realmente en el país de tránsito, México son una serie de problemas tanto como el de traslado como para el posible receptor, por ejemplo, una razón por la cual más migrantes están cruzando la frontera de EEUU a través del desierto, para luego solicitar asilo, puede ser que se les está rechazando de manera justa en los cruces fronterizos oficiales o se les está obligando a permanecer de manera indefinida en México mientras se valoran sus solicitudes con una lentitud deliberada, en una táctica conocida como “dosificación”.

Muchos eligen no esperar y toman una decisión desesperada y riesgosa, y algunos mueren como consecuencia. Y hay que hacer énfasis que los estadounidenses harán lo imposible por aceptarlos, es un hecho… Y hasta su presidente, actualmente en campaña lo anuncia como una “promesa electoral” además justifica la construcción del muro, ambos puntos serán las promesas torales para la campaña de reelección 20/20 de Trump.

Y el problema real los están viviendo las ciudades fronterizas (Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, etc.) del norte del país, como irán a absorber a esta nueva población que ya han dado muestras de muchas conductas antisociales. Yo le preguntaría a la titular de Gobernación, por cuáles intereses vela usted, ¿por los de los mexicanos o los extranjeros?

Realmente es estos tiempos de la llamada 4T, es posible ser “candil de la calle, oscuridad de su casa” o es la ¿nueva línea política? Ex nihilo nihil fit. De la nada, nada sale.

tomymx@me.com

La migración de centroamericanos

En estos tiempos, una serie de comportamientos atípicos se ha presentado en el escenario nacional, aparte de liderar con un nuevo ejecutivo “sui generis”.

Un -tlatonai- más que gobernante, el asunto de la gran migración de centroamericanos y de otras nacionalidades que transitan con una tranquilidad inerme por el país, a esto le llaman migración, la que los estudiosos de estos fenómenos sociológicos la describen como “El desplazamiento de una persona desde su lugar habitual de residencia hacia uno nuevo, con arreglo a las leyes y reglamentos que rigen la salida del país de origen y el viaje, entrada y tránsito en el país de destino”, pero el detalle es que el fenómeno actual quiere estas personas quieren ser aceptadas en el vecino del norte, cobijándose bajo el argumento de solicitar ASILO POLÍTICO, y cuando conocemos su definición que data desde 1942.

El asilo político es el derecho que tiene una persona a no ser extraditado de un país a otro que lo requiere para juzgarle por delitos políticos.

Cuando el asilo político se concede a personas que se encuentran en lugares que por las convenciones diplomáticas se consideran una extensión del territorio nacional, tales como la sede de embajadas o consulados, la residencia del embajador o los buques de guerra anclados en puertos extranjeros, se lo denomina asilo diplomático.

Sin embargo para que ellos fuesen tributarios de ese derecho debería de encontrarse en un caos social, político y en casi una guerra civil, ser beligerantes en los países de Centroamérica. Y la verdad es que tratan de ingresar por motivos económicos y de oportunidad.

Si se analiza en este caso en particular, el problema que tanto ocasiona en el país receptor y el país de tránsito, si realmente fuera un razón política sería un minúsculo grupo el que haría dicho trámite y hasta sería del beneplácito de la población del país de tránsito, sin embargo el motivo principal es por causa económica y falta de oportunidades en Centroamérica.

Pero desde octubre y a la fecha, el Instituto Nacional de Migración (INM) ha retornado a sus naciones de origen a 11 mil centroamericanos que se encontraban de manera irregular en México, de esta cifra mil 906 extranjeros que formaban parte de las caravanas de migrantes procedentes de Centroamérica, fueron regresados a sus países tras acercarse al instituto para pedir voluntariamente su retorno asistido. Con la anuencia de los países del denominado Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala) así como Nicaragua; lo anterior en estrecha colaboración con instituciones civiles internacionales, como es el caso de la Organización Internacional para la Migraciones (OIM).

Sin embargo nuestro país ya está teniendo problemas para asimilar el aumento de migrantes que buscan protección de los peligros que acechan en sus países -unos 24,000 en 2018-, a pesar de que el mismo México difícilmente cumple con la definición de un país seguro.

El año pasado fue el más letal en dos décadas y realmente en el país de tránsito, México son una serie de problemas tanto como el de traslado como para el posible receptor, por ejemplo, una razón por la cual más migrantes están cruzando la frontera de EEUU a través del desierto, para luego solicitar asilo, puede ser que se les está rechazando de manera justa en los cruces fronterizos oficiales o se les está obligando a permanecer de manera indefinida en México mientras se valoran sus solicitudes con una lentitud deliberada, en una táctica conocida como “dosificación”.

Muchos eligen no esperar y toman una decisión desesperada y riesgosa, y algunos mueren como consecuencia. Y hay que hacer énfasis que los estadounidenses harán lo imposible por aceptarlos, es un hecho… Y hasta su presidente, actualmente en campaña lo anuncia como una “promesa electoral” además justifica la construcción del muro, ambos puntos serán las promesas torales para la campaña de reelección 20/20 de Trump.

Y el problema real los están viviendo las ciudades fronterizas (Tijuana, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, etc.) del norte del país, como irán a absorber a esta nueva población que ya han dado muestras de muchas conductas antisociales. Yo le preguntaría a la titular de Gobernación, por cuáles intereses vela usted, ¿por los de los mexicanos o los extranjeros?

Realmente es estos tiempos de la llamada 4T, es posible ser “candil de la calle, oscuridad de su casa” o es la ¿nueva línea política? Ex nihilo nihil fit. De la nada, nada sale.

tomymx@me.com