¿Por qué la UNAM?
De nuevo la máxima casa de estudios de nuestro país, la Alma Máter de muchas generaciones, cuna de la cultura y ciencia en nuestro país. Es considerada una de las mejores universidades de América Latina y una de las más activas en el campo artístico y tecnológico.
Actualmente tiene registrados a 342,542 alumnos en su matrícula, y cuenta con uno de los campus más grandes del mundo, siendo la universidad más grande de México y América Latina. Fue fundada el 22 de septiembre de 1910 como Universidad Nacional de México por proyecto del maestro Justo Sierra, quien deseaba revivir una versión liberal de la difunta Real y Pontificia Universidad de México.
Por su parte, la fundación de esta universidad se remonta al 21 de septiembre de 1551 con el nombre Real Universidad de México. Ésta inauguró sus cursos el 25 de enero de 1553, y a partir de 1595 se convirtió en “Real y Pontificia”, mediante bula concedida por el papa Clemente VIII. La UNAM obtuvo su autonomía en 1929. Esto le otorga la libertad de auto-administrar su presupuesto, personal y currícula sin interferencia gubernamental.
La UNAM tiene como propósito el estar al servicio del país y de la humanidad, formar profesionistas útiles a la sociedad, organizar y realizar investigaciones, principalmente acerca de las condiciones y problemas nacionales, y extender con la mayor amplitud posible los beneficios de la cultura y la ciencia. Como universidad autónoma es un organismo público, descentralizado del Estado (Artículo 1 de la Ley Orgánica de la UNAM), basada en los principios de libertad de cátedra y de investigación, e inspirada en todas las corrientes del pensamiento, sin tomar parte en actividades militantes y derrotando cualquier interés individual.
Obra de tantos y tantos mexicanos ilustres que la forjaron, quien puede olvidar: El maestro Vasconcelos y los próceres de la autonomía en el 29. Nosotros los que hemos sido alumnos de ella y haber absorbido el conocimiento estamos con la preocupación que nuestro recinto vuelva de nuevo a ser el campo de batalla de erráticos intereses obscuros de grupúsculos políticos del partido de gobierno, donde de nuevo están ejerciendo presión para ganar posicionamientos en este gobierno de transición, la memoria histórica nos traslada a los movimientos estudiantiles, en particular, han jugado un papel espectacular en la política universitaria.
El que derrumba al rector Ignacio Chávez provocó que se otorgara el pase reglamentado, el congelamiento de las cuotas y la supresión del cuerpo de vigilancia. También la emergencia de las preparatorias populares con los rechazados de la UNAM, que consiguen después un cierto número de lugares para ingresar a sus estudiantes, triste capitulo y otra herida más, el abandono de la Rectoría del maestro Chávez. El 68 marcó al país y a la universidad.
Donde la masa estudiantil fue utilizada como “carne de cañón” para intereses políticos bastardos del partido de gobierno, donde culmino con una matanza sinrazón. Vinieron nuevos modos de hacer política. La salida de este conflicto significó una gran rearticulación de fuerzas políticas internas y externas.
Entre 1970 y 1977 la UNAM vivió el periodo de asentamiento del sindicalismo, la construcción y firma de convenios con dos sindicatos, que desde entonces se han hecho presentes en la vida institucional. El STUNAM, por cierto, es el único que ha hecho huelgas prolongadas como en 1977, 1983 y 1988, ésta última justo durante el cambio de rector.
Lo cierto, como se advierte en el texto, es que después de 1968 la UNAM comenzó a ser relevada por el gobierno de su función estratégica. Y hoy al igual que hace más de 50 años la UNAM viene a ser banquete de los huichilobos carroñeros del sistema-gobierno. En los últimos meses han ocurrido en la Universidad Nacional una serie de paros, toma de instalaciones y suspensión de actividades en varias de las entidades de la institución, principalmente en las escuelas del bachillerato.
Al momento de escribir esta columna se mantienen en suspensión quince planteles de la UNAM, motivo: La demanda principal es que las autoridades universitarias cumplan demandas de pliegos petitorios en contra de la violencia de género y acoso sexual, pero también hay peticiones en materia de seguridad y de salud. Válidos argumentos que TODOS como universitarios apoyamos, pero la realidad es, que hordas de individuos con rostros cubiertos han vandalizando varias facultades.
Se trata de grupos violentos que se presentan en los planteles escolares, armados con mazos, picos, varillas y artefactos explosivos como petardos, para intentar amedrentar a las comunidades. Buscan la confrontación directa. Insultan, jalonean e incluso vejan a aquellos que intentan persuadirlos. La provocación es abierta, señaló la institución, y agregó que el pliego petitorio “será respondido con oportunidad”.
No con comportamiento digno de estudiantes protestando, ya que ello es un derecho innegable, si no toman un compartimiento como: “porros”,” los ultras”, “anarcos” y con este nuevo término acuñado” feminazi” El diccionario Merriam-Webster en línea define feminazi como una militante o extremista feminista, aunque su uso para insultar y denostar a las feministas en general es muy común.
Sin embargo, la UNAM se encuentra vulnerable hacia este enemigo factico, como siempre sin rostro, Señores huichilobos carroñeros del sistema-gobierno, fuerzas oscurantistas cobardes, abandonen la agresión a la UNAM, porque en este conflicto pierde la UNAM, pierde México, pierde también el presidente en turno, me quedo con lo que siempre lo rubricamos: Fuera manos de la UNAM “Dico autem spiritu meo in stadio”. Por mi raza hablará el espíritu… ¡Goya!
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