/ domingo 19 de julio de 2020

Jóvenes volver a pensar

Las pandemias en México (entre los aztecas y la 4T)

La pandemia de viruela de 1520 fue decisiva para el derrumbe del imperio mexica. “Fue un elemento que determinó la conquista. Una enfermedad de este tipo trasciende el ámbito de la salud porque afecta a la población y sus actividades”, destaca los apuntes de historia de la medicina de la UNAM.

Los mexicas habían logrado derrotar a las huestes de Cortés, que huyeron de Tenochtitlán el 30 de junio de 1520, durante la denominada ‘noche triste’. “Si no hubiera sido por este evento epidémico, la situación histórica de este grupo poblacional hubiera sido completamente distinta. Un simple virus hizo temblar uno de los imperios más grandes del mundo”.

En 1520, el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, encomendó a Pánfilo de Narváez una expedición a las costas mexicanas para someter a Hernán Cortés, quien planeaba dirigir la conquista del territorio y no permanecer a las órdenes de Velázquez. “La expedición zarpó de Guaniguanico, al oeste de la isla, a principios de marzo de 1520.

Estaba integrada por 19 navíos en los que viajaron de 600 a 800 españoles, alrededor de mil indígenas (muchos de los cuales estaban contagiados de viruela, enfermedad mortífera por no existir en América), unos 80 caballos, 80 arcabuceros y 10 ó 12 piezas de artillería. Las enfermedades contagiosas, plagas o enfermedades que afectaban una colectividad eran atribuidas, en general, a un castigo del Dios Tezcatlipoca.

La epidemia, que cursó de abril de 1520 a enero de 1521, causó la muerte de Cuitláhuac, uno de los líderes más importantes de Tenochtitlan. Los choques epidemiológicos han debilitado a las sociedades indígenas antes, durante y después de su contacto con los colonizadores, facilitaron su sometimiento militar, y luego la consolidación del dominio colonial sobre sociedades profundamente afectadas por la muerte de gran cantidad de sus miembros.

Algunas estimaciones afirman que en el caso del centro de Mesoamérica las epidemias sucesivas que golpearon a la población en el siglo XVI provocaron la muerte de entre el 70 % y el 90 % por ciento de la población. Ahora 500 años después estamos siendo invadidos por otro pequeño asesino Covid-19, nos ha producido. Hasta el pasado 15 de julio de 2020, en México hay 317,635 casos confirmados, 28,361 activos y 81,411 sospechosos de coronavirus.

Se han registrado 369,411 negativos, 36,906 defunciones confirmadas y 199,129 personas recuperadas. La población entera se encuentra absorta, sin embargo hay en otros un escepticismo estúpido.

De esta temible realidad, al igual que las huestes de Cuitláhuac no sabemos cómo curarnos, si consultamos el Códice de la Cruz-Badiano, del siglo XVI, escrito por el médico nahua Martín de la Cruz, ni los baños en temazcales llevaban a la cura, y cinco siglos después el sistema de salud está colapsado, si la viruela doblego al poderoso Imperio Azteca, ahora el México de la suave patria esta también colapsada su economía, por el coronavirus y por los desaciertos del Tlatoani, en turno. Recuerdo la máxima el poeta y filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana que: Quien olvida su historia está condenado a repetirla. Saecula saeculorum. Por los siglos de los siglos.

tomymx@me.com

Las pandemias en México (entre los aztecas y la 4T)

La pandemia de viruela de 1520 fue decisiva para el derrumbe del imperio mexica. “Fue un elemento que determinó la conquista. Una enfermedad de este tipo trasciende el ámbito de la salud porque afecta a la población y sus actividades”, destaca los apuntes de historia de la medicina de la UNAM.

Los mexicas habían logrado derrotar a las huestes de Cortés, que huyeron de Tenochtitlán el 30 de junio de 1520, durante la denominada ‘noche triste’. “Si no hubiera sido por este evento epidémico, la situación histórica de este grupo poblacional hubiera sido completamente distinta. Un simple virus hizo temblar uno de los imperios más grandes del mundo”.

En 1520, el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, encomendó a Pánfilo de Narváez una expedición a las costas mexicanas para someter a Hernán Cortés, quien planeaba dirigir la conquista del territorio y no permanecer a las órdenes de Velázquez. “La expedición zarpó de Guaniguanico, al oeste de la isla, a principios de marzo de 1520.

Estaba integrada por 19 navíos en los que viajaron de 600 a 800 españoles, alrededor de mil indígenas (muchos de los cuales estaban contagiados de viruela, enfermedad mortífera por no existir en América), unos 80 caballos, 80 arcabuceros y 10 ó 12 piezas de artillería. Las enfermedades contagiosas, plagas o enfermedades que afectaban una colectividad eran atribuidas, en general, a un castigo del Dios Tezcatlipoca.

La epidemia, que cursó de abril de 1520 a enero de 1521, causó la muerte de Cuitláhuac, uno de los líderes más importantes de Tenochtitlan. Los choques epidemiológicos han debilitado a las sociedades indígenas antes, durante y después de su contacto con los colonizadores, facilitaron su sometimiento militar, y luego la consolidación del dominio colonial sobre sociedades profundamente afectadas por la muerte de gran cantidad de sus miembros.

Algunas estimaciones afirman que en el caso del centro de Mesoamérica las epidemias sucesivas que golpearon a la población en el siglo XVI provocaron la muerte de entre el 70 % y el 90 % por ciento de la población. Ahora 500 años después estamos siendo invadidos por otro pequeño asesino Covid-19, nos ha producido. Hasta el pasado 15 de julio de 2020, en México hay 317,635 casos confirmados, 28,361 activos y 81,411 sospechosos de coronavirus.

Se han registrado 369,411 negativos, 36,906 defunciones confirmadas y 199,129 personas recuperadas. La población entera se encuentra absorta, sin embargo hay en otros un escepticismo estúpido.

De esta temible realidad, al igual que las huestes de Cuitláhuac no sabemos cómo curarnos, si consultamos el Códice de la Cruz-Badiano, del siglo XVI, escrito por el médico nahua Martín de la Cruz, ni los baños en temazcales llevaban a la cura, y cinco siglos después el sistema de salud está colapsado, si la viruela doblego al poderoso Imperio Azteca, ahora el México de la suave patria esta también colapsada su economía, por el coronavirus y por los desaciertos del Tlatoani, en turno. Recuerdo la máxima el poeta y filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana que: Quien olvida su historia está condenado a repetirla. Saecula saeculorum. Por los siglos de los siglos.

tomymx@me.com