/ sábado 23 de enero de 2021

Jóvenes volver a pensar

Y sigue la democracia…



Finalmente, este miércoles pasado, concluyó el sainte de Donald Trump, y finiquita como un cuento de hadas, con su feliz epílogo y Joseph Robinette Biden Jr. tomó juramento como el presidente 46 de los Estados Unidos.

Asume el cargo en un momento de profunda crisis económica, de salud y política con la promesa de buscar la unidad después de cuatro años tumultuosos que desgarraron la tela de la sociedad estadounidense.

Con su mano sobre una Biblia católica que ha estado en su familia durante 128 años, el señor Biden recitó el juramento de 35 palabras en el cargo de “preservar, proteger y defender la Constitución” en una ceremonia presidida por el presidente del Tribunal Supremo. John G. Roberts Jr., completando la ceremonia a las 11:49 am, Biden un político que lleva más de 47 años activo en la política estadounidense.

En el Senado, Joseph Biden cimentó la imagen de político cercano, conciliador y con habilidad para llegar a acuerdos con sus oponentes. Y también marcado por la tragedia.

Unas semanas después de su victoria para el Senado en 1973, su familia sufrió un grave accidente de tráfico su mujer, de 30 años, y la hija pequeña, Naomi, de 13 meses de edad, murieron.

Su hijo Beau, tras servir en Irak con la Guardia Nacional en 2008, Beau fue fiscal general del Estado de Delaware por dos períodos y tenía por delante una brillante carrera - al posible sucesor de su padre en la política.

Pero en 2013 le fue diagnosticado un tumor cerebral y murió dos años después. Biden criado en una familia católica de clase trabajadora, su padre repetía un breve pero contundente versiculo: “Levántate, levántate después de haber caído”.

La pérdida de personas tan cercanas moldeó el carácter de Biden.

Quienes mejor lo conocen dicen que tiene el “superpoder de la empatía”, un rasgo que fue subrayado durante la campaña y desde su victoria electoral para presentarlo como la persona ideal para cerrar heridas y reunificar el país.

Nihil est miserum, nisi cum putes. Nada es una desgracia, si no lo tienes por tal.

tomymx@hotmail.com

Y sigue la democracia…



Finalmente, este miércoles pasado, concluyó el sainte de Donald Trump, y finiquita como un cuento de hadas, con su feliz epílogo y Joseph Robinette Biden Jr. tomó juramento como el presidente 46 de los Estados Unidos.

Asume el cargo en un momento de profunda crisis económica, de salud y política con la promesa de buscar la unidad después de cuatro años tumultuosos que desgarraron la tela de la sociedad estadounidense.

Con su mano sobre una Biblia católica que ha estado en su familia durante 128 años, el señor Biden recitó el juramento de 35 palabras en el cargo de “preservar, proteger y defender la Constitución” en una ceremonia presidida por el presidente del Tribunal Supremo. John G. Roberts Jr., completando la ceremonia a las 11:49 am, Biden un político que lleva más de 47 años activo en la política estadounidense.

En el Senado, Joseph Biden cimentó la imagen de político cercano, conciliador y con habilidad para llegar a acuerdos con sus oponentes. Y también marcado por la tragedia.

Unas semanas después de su victoria para el Senado en 1973, su familia sufrió un grave accidente de tráfico su mujer, de 30 años, y la hija pequeña, Naomi, de 13 meses de edad, murieron.

Su hijo Beau, tras servir en Irak con la Guardia Nacional en 2008, Beau fue fiscal general del Estado de Delaware por dos períodos y tenía por delante una brillante carrera - al posible sucesor de su padre en la política.

Pero en 2013 le fue diagnosticado un tumor cerebral y murió dos años después. Biden criado en una familia católica de clase trabajadora, su padre repetía un breve pero contundente versiculo: “Levántate, levántate después de haber caído”.

La pérdida de personas tan cercanas moldeó el carácter de Biden.

Quienes mejor lo conocen dicen que tiene el “superpoder de la empatía”, un rasgo que fue subrayado durante la campaña y desde su victoria electoral para presentarlo como la persona ideal para cerrar heridas y reunificar el país.

Nihil est miserum, nisi cum putes. Nada es una desgracia, si no lo tienes por tal.

tomymx@hotmail.com