/ sábado 10 de julio de 2021

Jóvenes volver a pensar

El desencanto del ciudadano


A mediados del 2021. En la límpida meseta mexicana, cuya antigua transparencia ha cantado el poeta, el eco de los acontecimientos políticos se apagaba en la insensibilidad, negligencia y desencanto a la vez de la gran mayoría.

Tanto intento de democracia frustrada, tanto seudo Mesías salvador de la democracia había echado a perder el hilo de la esperanza; la confusión reina, traduciéndose en la decepción de la gente de buena fe, en el recrudecimiento de hostilidad de la sociedad civil que sufren violencia, inseguridad, temor, además la docilidad ejemplar en la izquierda trasnochada que estaba preparando las medidas necesarias en tiempo y espacio para instalar una nueva dictadura pretoriana de corte Bolivariana.

El presidente López ha surgido en el horizonte claro oscuro del núcleo hermético de Morena democráticamente se jacta y escribe de la “4 transformación”. La situación actual imperante en México es de plena confusión. País que, al romper los viejo moldes, sin tener aún los nuevos en que verter su líquido vital, parece que nos estamos contentando con regar con nuestras propias entrañas la tierra, girando como mula ciega de noria, en un círculo vicioso.

Esta perturbación es la que ha hecho posible que se burle sistemáticamente el derecho, se pisotee la constitución, se disfrace al bandido de oposición o de gobierno, careta con la cual sale al exterior. Así, bajo el peso de idéntica persecución, un instante se llega a la angustia colectiva, a la incertidumbre, a la confusión, elemento ambiente. Y subrayándolo todo, como una mortecina línea opaca…

El desencanto de la masa traicionada. El sainete de las elecciones democráticas pasadas es, en el mundo entero, demasiado conocida para que precise insistir. México da al orbe, la nota desconsoladora de su impotencia ante los criminales. Una de las páginas bochornosas de la historia de un país lamentable. Aterrorizada la gente ve el desfile desvergonzado de la delincuencia, los vividores en torno del baquiano cantan ya el Hosanna, la dictadura de malandros ya por una u otra razón quieren contar con futuros años de quietud servil. Hasta que el fantasma de antaño haga su reencarnación, estamos esperando quizás al Barón de Tuxtepec con su frase “mátalos en caliente” o al Napoleón de Occidente y Salvador del Anáhuac con su orden en El Álamo: "hasta el último hombre", o a la Presidencia Imperial ¡Que México tan diferente! Estamos legando a nuestros hijos y no es el país que luche para ellos…

Respice finem. Piensa en el resultado.

El desencanto del ciudadano


A mediados del 2021. En la límpida meseta mexicana, cuya antigua transparencia ha cantado el poeta, el eco de los acontecimientos políticos se apagaba en la insensibilidad, negligencia y desencanto a la vez de la gran mayoría.

Tanto intento de democracia frustrada, tanto seudo Mesías salvador de la democracia había echado a perder el hilo de la esperanza; la confusión reina, traduciéndose en la decepción de la gente de buena fe, en el recrudecimiento de hostilidad de la sociedad civil que sufren violencia, inseguridad, temor, además la docilidad ejemplar en la izquierda trasnochada que estaba preparando las medidas necesarias en tiempo y espacio para instalar una nueva dictadura pretoriana de corte Bolivariana.

El presidente López ha surgido en el horizonte claro oscuro del núcleo hermético de Morena democráticamente se jacta y escribe de la “4 transformación”. La situación actual imperante en México es de plena confusión. País que, al romper los viejo moldes, sin tener aún los nuevos en que verter su líquido vital, parece que nos estamos contentando con regar con nuestras propias entrañas la tierra, girando como mula ciega de noria, en un círculo vicioso.

Esta perturbación es la que ha hecho posible que se burle sistemáticamente el derecho, se pisotee la constitución, se disfrace al bandido de oposición o de gobierno, careta con la cual sale al exterior. Así, bajo el peso de idéntica persecución, un instante se llega a la angustia colectiva, a la incertidumbre, a la confusión, elemento ambiente. Y subrayándolo todo, como una mortecina línea opaca…

El desencanto de la masa traicionada. El sainete de las elecciones democráticas pasadas es, en el mundo entero, demasiado conocida para que precise insistir. México da al orbe, la nota desconsoladora de su impotencia ante los criminales. Una de las páginas bochornosas de la historia de un país lamentable. Aterrorizada la gente ve el desfile desvergonzado de la delincuencia, los vividores en torno del baquiano cantan ya el Hosanna, la dictadura de malandros ya por una u otra razón quieren contar con futuros años de quietud servil. Hasta que el fantasma de antaño haga su reencarnación, estamos esperando quizás al Barón de Tuxtepec con su frase “mátalos en caliente” o al Napoleón de Occidente y Salvador del Anáhuac con su orden en El Álamo: "hasta el último hombre", o a la Presidencia Imperial ¡Que México tan diferente! Estamos legando a nuestros hijos y no es el país que luche para ellos…

Respice finem. Piensa en el resultado.