/ lunes 19 de julio de 2021

Jóvenes volver a pensar


Gobernar, del latín: Gubernāre, mandar con autoridad o dirigir algo, ingobernabilidad: Que no se puede gobernar. Es ya un hecho evidente el consenso que existe entre los diversos actores de la sociedad para juzgar el actual sexenio.

El mundo moderno impone a los gobiernos la creación de consensos, entre las cada vez más importantes y variadas instituciones que conforman una sociedad. Pero cuando vamos a las razones por las cuales debe concretarse este fracaso, las opiniones y puntos de vista son muy variadas e inquietantes.

Sería lamentable y dramático volver a cometer los mismos o nuevos errores... sobre todo, en la escogencia de los futuros dirigentes políticos. Los que rechazamos el actual régimen, ¿lo estaremos haciendo por las razones propias y correctas?, ¿estaremos madurando políticamente como país? ¿habremos aprendido esta dura lección? ¿sería probable incurrir de nuevo en un accidente político como este? Recordemos que este mismo pueblo eligió al presidente.

El rumbo que tome el país dependerá en gran medida de la solidez y el grado de convencimiento que los legisladores y sobre todo los ELECTORES hayan asimilado sobre las causas de la nefasta situación que estamos viviendo, para luego implementar los mecanismos de defensa y así proteger la democracia y las instituciones, alcanzar una “gobernabilidad democrática y sustentable” y que experiencias como éstas nunca vuelvan a repetirse.

No va a ser es una casualidad, la franca y descarada intromisión extranjera en nuestros asuntos internos, violación sistemática del T-MEC y autodeterminación que tiene su origen el pésimo manejo de él. Éstas conforman las razones nacionales e internacionales que los mueven por lo que, de tener éxito, será el estado y sus funcionarios, quienes además de ser siempre los mismos, “dictarán” las pautas y directrices de cómo debe andar la economía, la política, la sociedad y las relaciones internacionales de la nación. Nemo potes personam diu ferre. Nadie puede llevar una máscara por mucho tiempo.


Gobernar, del latín: Gubernāre, mandar con autoridad o dirigir algo, ingobernabilidad: Que no se puede gobernar. Es ya un hecho evidente el consenso que existe entre los diversos actores de la sociedad para juzgar el actual sexenio.

El mundo moderno impone a los gobiernos la creación de consensos, entre las cada vez más importantes y variadas instituciones que conforman una sociedad. Pero cuando vamos a las razones por las cuales debe concretarse este fracaso, las opiniones y puntos de vista son muy variadas e inquietantes.

Sería lamentable y dramático volver a cometer los mismos o nuevos errores... sobre todo, en la escogencia de los futuros dirigentes políticos. Los que rechazamos el actual régimen, ¿lo estaremos haciendo por las razones propias y correctas?, ¿estaremos madurando políticamente como país? ¿habremos aprendido esta dura lección? ¿sería probable incurrir de nuevo en un accidente político como este? Recordemos que este mismo pueblo eligió al presidente.

El rumbo que tome el país dependerá en gran medida de la solidez y el grado de convencimiento que los legisladores y sobre todo los ELECTORES hayan asimilado sobre las causas de la nefasta situación que estamos viviendo, para luego implementar los mecanismos de defensa y así proteger la democracia y las instituciones, alcanzar una “gobernabilidad democrática y sustentable” y que experiencias como éstas nunca vuelvan a repetirse.

No va a ser es una casualidad, la franca y descarada intromisión extranjera en nuestros asuntos internos, violación sistemática del T-MEC y autodeterminación que tiene su origen el pésimo manejo de él. Éstas conforman las razones nacionales e internacionales que los mueven por lo que, de tener éxito, será el estado y sus funcionarios, quienes además de ser siempre los mismos, “dictarán” las pautas y directrices de cómo debe andar la economía, la política, la sociedad y las relaciones internacionales de la nación. Nemo potes personam diu ferre. Nadie puede llevar una máscara por mucho tiempo.