/ lunes 30 de agosto de 2021

Jóvenes volver a pensar

Recordando en la historia médica de nuestro país, después de ocho años de la lucha armada

que devastó al país y al año siguiente de promulgada la Constitución de 1917, arribó a México la gripe española, una de las peores pandemias en la historia de la humanidad.

La “peste roja”, “muerte púrpura” o “el trancazo”, como se le conoció en México, llegó súbitamente y así desapareció, dejando a su paso cientos de miles de víctimas. La primera ola de la pandemia produjo un número limitado de casos con muy baja letalidad. Las primeras infecciones surgieron al parecer en abril de 1918 en el Cuartel de Zapadores y en la Escuela del Estado Mayor de la Ciudad de México. La segunda ola ya no pudo contenerse.

Los primeros casos se reportaron a principios de octubre en pasajeros que desembarcaron en Veracruz de los navíos procedentes de La Habana, Nueva York, de Nueva Orleans, y de Boston. De forma paralela, la infección ingresó a México por la frontera norte. En las semanas iniciales de ese mes se reportaron miles de casos de influenza en Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua. Los primeros que cayeron enfermos fueron los empleados de correos, telégrafos y aduanas.

Para variar la prensa se lamentaba de la lentitud del gobierno federal en la aplicación de medidas sanitarias más estrictas y de la falta de transparencia en el manejo de las cifras de enfermos y muertos, (edición del 10 de octubre de 1918 del periódico El Demócrata).

Versa la crónica: “A finales del mes de octubre la prensa hablaba de entre 1,500 y 2,000 muertes diarias en todo el país. Frente a la insuficiencia de los recursos gubernamentales, diversos actores de la sociedad civil se movilizaron para contribuir a enfrentar la pandemia”.

“Inclusive en la Comarca Lagunera se estableció una Comisión de Recaudación de Fondos que tenía como misión distribuir medicinas y víveres a los enfermos y habitantes de las colonias populares. Aquella pesadilla produjo entre 300,000 y 500,000 muertos en el país. Los estados con el mayor número de decesos fueron Chiapas, Coahuila, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Sinaloa y Tlaxcala. En la ciudad de México se registraron entre 7 000 y 12 000 muertes por gripe española”. Reflejando una ineptitud de la autoridad política y sanitaria evidente.

Me pregunto ¿se repitió la historia, más de cien años despues?... Flagellum Dei. El azote de Dios.

Recordando en la historia médica de nuestro país, después de ocho años de la lucha armada

que devastó al país y al año siguiente de promulgada la Constitución de 1917, arribó a México la gripe española, una de las peores pandemias en la historia de la humanidad.

La “peste roja”, “muerte púrpura” o “el trancazo”, como se le conoció en México, llegó súbitamente y así desapareció, dejando a su paso cientos de miles de víctimas. La primera ola de la pandemia produjo un número limitado de casos con muy baja letalidad. Las primeras infecciones surgieron al parecer en abril de 1918 en el Cuartel de Zapadores y en la Escuela del Estado Mayor de la Ciudad de México. La segunda ola ya no pudo contenerse.

Los primeros casos se reportaron a principios de octubre en pasajeros que desembarcaron en Veracruz de los navíos procedentes de La Habana, Nueva York, de Nueva Orleans, y de Boston. De forma paralela, la infección ingresó a México por la frontera norte. En las semanas iniciales de ese mes se reportaron miles de casos de influenza en Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua. Los primeros que cayeron enfermos fueron los empleados de correos, telégrafos y aduanas.

Para variar la prensa se lamentaba de la lentitud del gobierno federal en la aplicación de medidas sanitarias más estrictas y de la falta de transparencia en el manejo de las cifras de enfermos y muertos, (edición del 10 de octubre de 1918 del periódico El Demócrata).

Versa la crónica: “A finales del mes de octubre la prensa hablaba de entre 1,500 y 2,000 muertes diarias en todo el país. Frente a la insuficiencia de los recursos gubernamentales, diversos actores de la sociedad civil se movilizaron para contribuir a enfrentar la pandemia”.

“Inclusive en la Comarca Lagunera se estableció una Comisión de Recaudación de Fondos que tenía como misión distribuir medicinas y víveres a los enfermos y habitantes de las colonias populares. Aquella pesadilla produjo entre 300,000 y 500,000 muertos en el país. Los estados con el mayor número de decesos fueron Chiapas, Coahuila, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Sinaloa y Tlaxcala. En la ciudad de México se registraron entre 7 000 y 12 000 muertes por gripe española”. Reflejando una ineptitud de la autoridad política y sanitaria evidente.

Me pregunto ¿se repitió la historia, más de cien años despues?... Flagellum Dei. El azote de Dios.