/ martes 21 de septiembre de 2021

Jóvenes volver a pensar

El corazón, en el no nacido

El desarrollo del corazón humano se inicia en el día 18 después de la fecundación, y al vigésimo día inicia a latir.

Y a partir de su esperada completa formación a la vigésima semana de gestación, ya podemos en la actualidad examinarlo, observar sus cavidades, cuantificar su funcionamiento, mediante la ecocardiografía fetal es una técnica de obtención de imágenes en la cual se utilizan ondas sonoras para generar imágenes del corazón feto en el útero.

El ecocardiograma fetal lo realizamos los cardiólogos. Normalmente, la prueba se realiza mediante la colocación de un transductor sobre el abdomen de la madre para visualizar el corazón del feto. La ecocardiografía permite el diagnóstico de hasta el 90 por ciento de las malformaciones que tengan una cierta manifestación estructural.

Permite asimismo identificar lesiones que pueden poner en riesgo la vida en el nacimiento, y se requiera un procedimiento quirúrgico inmediatamente después del nacimiento, es decir después de la cesárea pasar al recién nacido a un quirófano a cirugía cardiovascular, para una resolución del problema estructural, claro en unidades de alta especialidad, nuestra experiencia en nuestro hospital materno-infantil de Durango ha sido benéfica para la comunidad, inclusive se traslada a la paciente con el feto in útero, prácticamente una “incubadora biológica” para darle a ese ser una oportunidad de vida, los problemas de malformaciones cardiacas, o soplos, o como los llamamos: Cardiopatías congénitas, en nuestro medio son muy frecuentes, pero sin embargo debido a la tecnología actual y a las posibilidad del medio, se debería de realizar en cada mujer gestante después de la vigésima semana, obviamente este medida de prevención.

Lo paradójico del caso es el esfuerzo del profesional de la medicina en sus distintas ramas cardiólogos, pediatras, imagenlogia, cirujanos cardiovasculares etc. De cuidar desde el vientre materno al corazón del no nacido,

Así seguimos vigente nuestro juramento hipocrático: Item, mulierem abortifacientem non praescribere; pro eo Alioquin sancte et pure vivam et exercebo artem meam. Asimismo no recetaré a una mujer un pasivo abortivo; por el contrario viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura.

El corazón, en el no nacido

El desarrollo del corazón humano se inicia en el día 18 después de la fecundación, y al vigésimo día inicia a latir.

Y a partir de su esperada completa formación a la vigésima semana de gestación, ya podemos en la actualidad examinarlo, observar sus cavidades, cuantificar su funcionamiento, mediante la ecocardiografía fetal es una técnica de obtención de imágenes en la cual se utilizan ondas sonoras para generar imágenes del corazón feto en el útero.

El ecocardiograma fetal lo realizamos los cardiólogos. Normalmente, la prueba se realiza mediante la colocación de un transductor sobre el abdomen de la madre para visualizar el corazón del feto. La ecocardiografía permite el diagnóstico de hasta el 90 por ciento de las malformaciones que tengan una cierta manifestación estructural.

Permite asimismo identificar lesiones que pueden poner en riesgo la vida en el nacimiento, y se requiera un procedimiento quirúrgico inmediatamente después del nacimiento, es decir después de la cesárea pasar al recién nacido a un quirófano a cirugía cardiovascular, para una resolución del problema estructural, claro en unidades de alta especialidad, nuestra experiencia en nuestro hospital materno-infantil de Durango ha sido benéfica para la comunidad, inclusive se traslada a la paciente con el feto in útero, prácticamente una “incubadora biológica” para darle a ese ser una oportunidad de vida, los problemas de malformaciones cardiacas, o soplos, o como los llamamos: Cardiopatías congénitas, en nuestro medio son muy frecuentes, pero sin embargo debido a la tecnología actual y a las posibilidad del medio, se debería de realizar en cada mujer gestante después de la vigésima semana, obviamente este medida de prevención.

Lo paradójico del caso es el esfuerzo del profesional de la medicina en sus distintas ramas cardiólogos, pediatras, imagenlogia, cirujanos cardiovasculares etc. De cuidar desde el vientre materno al corazón del no nacido,

Así seguimos vigente nuestro juramento hipocrático: Item, mulierem abortifacientem non praescribere; pro eo Alioquin sancte et pure vivam et exercebo artem meam. Asimismo no recetaré a una mujer un pasivo abortivo; por el contrario viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura.