/ viernes 29 de abril de 2022

Jóvenes volver a pensar

Después de ser testigo actor y protagonista del último tercio del siglo pasado y principios del actual, enarbolar la bandera de México en todos nuestros episodios cívicos, trate de heredar al menos una patria estable, noble y de actividad pujante, mis hijos me preguntan ¿Dónde está?...

Y con justa razón me cuestionan, ¿no has visto que el campo está solo?... los campesinos emigraron hacia el norte, ¿Dónde está la justicia social? Hace más de un siglo el campo mexicano se tiñó de rojo, del vital líquido de la raza de bronce; me encuentro con el “fantasma” del desempleo a todos los niveles y sólo con una realidad: el subempleo, de nuestros recién egresados de los centros universitarios. ¿Ya no hay tiendas de raya? pero hay buró de crédito. Nos prometieron democracia. –Sí, ya la tenemos- ¡pero a qué precio ¡La inseguridad, la ingobernabilidad, la intolerancia, la corrupción y la pobreza que azota al país como jinete apocalíptico ¿Hay un cambio? Cuál 4T ¿?..

Es axiomática la gran transformación social en México, donde paso tras paso la conducta moral también ha sufrido un gran relajamiento, estamos en una sociedad decadente de los valores fundamentales. En fin este lúgubre panorama nos dará el adjetivo de pesimista, sin embargo, tal vez para mitigar la “angustia existencial” de nuestros jóvenes, es ahí donde debemos incidir y de nuevo sembrar la semilla cívica, para tener una patria digna y justa con oportunidad para todos.

Se acerca el día en que el voto de ellos decidirán a los próximos dirigentes de nuestro Durango, donde en lugar de campo de batalla será la casilla electoral y el arma… ¡su voto! así tan sencillo, ¿de esta mística democrática estarán consientes nuestros hijos?, pregunta que será contestada el cinco de junio, y tal vez en el ocaso de ese día conoceremos que cuál fue su voluntad.

¿Acaso la sombra de Victoriano Huerta, nos acecha? o los émulos de la “4T” quieren regresar como fantasmas al presente. Joven valora a tu patria y piensa que país heredarás a tus hijos, que espero que sea mejor del que, yo les heredé…


Después de ser testigo actor y protagonista del último tercio del siglo pasado y principios del actual, enarbolar la bandera de México en todos nuestros episodios cívicos, trate de heredar al menos una patria estable, noble y de actividad pujante, mis hijos me preguntan ¿Dónde está?...

Y con justa razón me cuestionan, ¿no has visto que el campo está solo?... los campesinos emigraron hacia el norte, ¿Dónde está la justicia social? Hace más de un siglo el campo mexicano se tiñó de rojo, del vital líquido de la raza de bronce; me encuentro con el “fantasma” del desempleo a todos los niveles y sólo con una realidad: el subempleo, de nuestros recién egresados de los centros universitarios. ¿Ya no hay tiendas de raya? pero hay buró de crédito. Nos prometieron democracia. –Sí, ya la tenemos- ¡pero a qué precio ¡La inseguridad, la ingobernabilidad, la intolerancia, la corrupción y la pobreza que azota al país como jinete apocalíptico ¿Hay un cambio? Cuál 4T ¿?..

Es axiomática la gran transformación social en México, donde paso tras paso la conducta moral también ha sufrido un gran relajamiento, estamos en una sociedad decadente de los valores fundamentales. En fin este lúgubre panorama nos dará el adjetivo de pesimista, sin embargo, tal vez para mitigar la “angustia existencial” de nuestros jóvenes, es ahí donde debemos incidir y de nuevo sembrar la semilla cívica, para tener una patria digna y justa con oportunidad para todos.

Se acerca el día en que el voto de ellos decidirán a los próximos dirigentes de nuestro Durango, donde en lugar de campo de batalla será la casilla electoral y el arma… ¡su voto! así tan sencillo, ¿de esta mística democrática estarán consientes nuestros hijos?, pregunta que será contestada el cinco de junio, y tal vez en el ocaso de ese día conoceremos que cuál fue su voluntad.

¿Acaso la sombra de Victoriano Huerta, nos acecha? o los émulos de la “4T” quieren regresar como fantasmas al presente. Joven valora a tu patria y piensa que país heredarás a tus hijos, que espero que sea mejor del que, yo les heredé…