/ viernes 12 de junio de 2020

¿JRE candidato a gobernador por Morena?

Sólo le faltó agregar a la senadora Margarita Valdez en su respuesta: “Sino todo lo contrario”. Tienen razón los que dicen: En política a nadie se le puede dar por muerto. Este sería el caso de José Ramón Enríquez Herrera, quizá, en este momento, el político más polémico y controvertido de Durango.

¿Qué significa que el oftalmólogo se sume a la bancada de Morena en el Senado? Por supuesto, tiene varias lecturas. En primer lugar, podría ser un mensaje de sus aspiraciones políticas en 2024. Podemos pensar que, desde los tiempos de Ismael Hernández Deras, José Ramón Enríquez ya soñaba con ser gobernador del Estado de Durango.

Es también, un mensaje para el PRI y el PAN, que hasta hace unos días, no contaban con la astucia de Ricardo Monreal y Enríquez Herrera. Unirse al grupo de Morena deja colgados de la “brocha” a Enrique Alfaro que ya se siente presidente de México y al gerente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado.

Resulta entonces, que el asunto de José Ramón fue una jugada de tres bandas. Hablando de mujeres y traiciones, el presidente de la República sale beneficiado con estos acuerdos. De ese tamaño es, la maniobra política del senador por Durango y del de Zacatecas. No significa lo mismo, que Lili Téllez se fuera de la bancada de Morena a la del PAN.

Con la contingencia que estamos viviendo, ningún político puede asegurar ser candidato en 2021 o 2022. Hoy en política, adivinar el futuro ya no se puede. Los tiempos del partido hegemónico quedaron atrás, en ese partido desde mucho tiempo antes ya se sabía quién sería diputado, presidente municipal o gobernador.

En el tricolor el “dedazo” era una cultura. Sin embargo, en todos los partidos todo ha cambiado. Por ejemplo, en Morena, hoy vive condiciones muy especiales y eso al parecer, le favorece al doctor Enríquez. Si en este momento, ese partido designara su candidato a gobernador, el mejor sería José Ramón con sus virtudes y defectos.

En tan poco tiempo, los morenistas no podrían construir una candidatura como la del oftalmólogo: O estiran o se ahorcan. Morena está obligada a aprender de sus errores. En la pasada elección, para elegir su candidato a la presidencia municipal por decir lo menos, hicieron el ridículo.

Aquello parecía un carnaval, la lucha por las candidaturas pagaron su precio en las urnas: La sociedad, los regresó “a la nueva normalidad política”. Si Morena hace un papel decoroso en 2021, sería su plataforma en 2022. ¿Qué harán el PAN y el PRI con la posible candidatura de Enríquez Herrera? ¿Las palomitas blancas vestidas de azul están pensando en Jorge Salum que ya le ganó al doctor?

Si Jorge sigue como va, más vale que tengan un plan B y hasta un C. Los del PRI en este momento, cuentan con tres distinguidos militantes: Ale Herrera, Esteban Villegas Villarreal y Enrique Benítez Ojeda. ¿Harían una alianza de facto el PAN y el PRI en caso de que se les haga “bolas el engrudo” con la posible candidatura de José Ramón?

Sólo le faltó agregar a la senadora Margarita Valdez en su respuesta: “Sino todo lo contrario”. Tienen razón los que dicen: En política a nadie se le puede dar por muerto. Este sería el caso de José Ramón Enríquez Herrera, quizá, en este momento, el político más polémico y controvertido de Durango.

¿Qué significa que el oftalmólogo se sume a la bancada de Morena en el Senado? Por supuesto, tiene varias lecturas. En primer lugar, podría ser un mensaje de sus aspiraciones políticas en 2024. Podemos pensar que, desde los tiempos de Ismael Hernández Deras, José Ramón Enríquez ya soñaba con ser gobernador del Estado de Durango.

Es también, un mensaje para el PRI y el PAN, que hasta hace unos días, no contaban con la astucia de Ricardo Monreal y Enríquez Herrera. Unirse al grupo de Morena deja colgados de la “brocha” a Enrique Alfaro que ya se siente presidente de México y al gerente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado.

Resulta entonces, que el asunto de José Ramón fue una jugada de tres bandas. Hablando de mujeres y traiciones, el presidente de la República sale beneficiado con estos acuerdos. De ese tamaño es, la maniobra política del senador por Durango y del de Zacatecas. No significa lo mismo, que Lili Téllez se fuera de la bancada de Morena a la del PAN.

Con la contingencia que estamos viviendo, ningún político puede asegurar ser candidato en 2021 o 2022. Hoy en política, adivinar el futuro ya no se puede. Los tiempos del partido hegemónico quedaron atrás, en ese partido desde mucho tiempo antes ya se sabía quién sería diputado, presidente municipal o gobernador.

En el tricolor el “dedazo” era una cultura. Sin embargo, en todos los partidos todo ha cambiado. Por ejemplo, en Morena, hoy vive condiciones muy especiales y eso al parecer, le favorece al doctor Enríquez. Si en este momento, ese partido designara su candidato a gobernador, el mejor sería José Ramón con sus virtudes y defectos.

En tan poco tiempo, los morenistas no podrían construir una candidatura como la del oftalmólogo: O estiran o se ahorcan. Morena está obligada a aprender de sus errores. En la pasada elección, para elegir su candidato a la presidencia municipal por decir lo menos, hicieron el ridículo.

Aquello parecía un carnaval, la lucha por las candidaturas pagaron su precio en las urnas: La sociedad, los regresó “a la nueva normalidad política”. Si Morena hace un papel decoroso en 2021, sería su plataforma en 2022. ¿Qué harán el PAN y el PRI con la posible candidatura de Enríquez Herrera? ¿Las palomitas blancas vestidas de azul están pensando en Jorge Salum que ya le ganó al doctor?

Si Jorge sigue como va, más vale que tengan un plan B y hasta un C. Los del PRI en este momento, cuentan con tres distinguidos militantes: Ale Herrera, Esteban Villegas Villarreal y Enrique Benítez Ojeda. ¿Harían una alianza de facto el PAN y el PRI en caso de que se les haga “bolas el engrudo” con la posible candidatura de José Ramón?