/ jueves 10 de septiembre de 2020

La alianza federalista rumbo a 2021 y 2024

La Conago ya cumplió su ciclo, la salida de los gobernadores de la llamada alianza federalista sólo era cuestión de tiempo.

Cuando Fox sacó al PRI de Los Pinos, pero no al régimen autoritario del partido de estado, sólo lo sacaron de su zona de confort, y el principal promotor de lo que más tarde sería la Conago fue Ángel Sergio Guerrero Mier. ¿Su objetivo?: Que no hubiera obstáculos en el tema de los recursos financieros a los estados gobernados por el PRI. No hubo problemas, todo era color de rosa, había excedentes petroleros, el PRI se tomó 12 años de vacaciones para dar paso a la famosa corrupción azul y desplazar la corrupción del tricolor.

Pero llegó la 4T, y la familia llamada Conago, a los gobernadores aliancistas le tocaron las golondrinas, y como José Alfredo Jiménez, les dijeron ojalá que les vaya bonito.

El reto político de los gobernadores de la alianza federalista no es nada sencillo, y como la sociedad no se chupa el dedo, ni al sol se le oculta con un dedo, la lectura política de esta acción es tener la mayoría en San Lázaro en 2021 y que de alguno de ellos salga el próximo candidato a la Presidencia de la República, ya sea priista, panista o uno “independiente”, como el gobernador de Nuevo León.

En política, dicen los que saben, la forma es fondo. Que el tema del pacto fiscal sea el pretexto, esa es otra historia.

Gobernadores vemos, corazones no sabemos. De manera sistemática, con excepción del gobernador José Rosas Aispuro Torres, desde que Dios amanece no le faltan ataquen al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Político que no guarda las formas no es político.

Una cosa es la libertad de expresión y otra abusar para ofender. Por ejemplo, el gobernador de Nuevo León, que quiere ser el candidato de la alianza, acaba de decir que el verdadero virus está en Palacio Nacional. Lo que el gobernador quiso decir fue que el Covid-19 está en Palacio Nacional y es el causante de la pandemia.

Cualquier parecido del gobernador norteño con Donald Trump es pura coincidencia, Trump, cuando se refiere al Covid-19 lo llama “el virus chino”. El Bronco un día de estos podría llamarle “el virus de Tabasco”.

Al que más le urge que se acabe el virus al que se refiere el gobernador de Nuevo León es a Francisco García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, porque de un momento a otro estará en graves problemas legales. Javier Corral, gobernador de Chihuahua, no canta mal las rancheras. Con otro estilo, pero el mismo fin: Ser candidato en 2024, afirma que hay que cambiar el rumbo del país para volver a cuando todo estaba muy bien, o sea como en los tiempos del PRI y del PAN.

Creemos que si algunos gobernadores federalistas quieren llevar al baile al gobernador Aispuro, si es pasión, que se les borre. Con AMLO no ha conseguido todo, pero sí ha logrado cosas, porque es de los pocos gobernadores que saben interpretar el discurso del presidente. Si El Bronco dice que el virus está en Palacio Nacional, Aispuro le dice a López Obrador: Yo también soy terco como usted, por eso tal vez pueda aterrizar la presa El Tunal II, proyecto de muchos años y el de más alta prioridad para Durango.

La Conago ya cumplió su ciclo, la salida de los gobernadores de la llamada alianza federalista sólo era cuestión de tiempo.

Cuando Fox sacó al PRI de Los Pinos, pero no al régimen autoritario del partido de estado, sólo lo sacaron de su zona de confort, y el principal promotor de lo que más tarde sería la Conago fue Ángel Sergio Guerrero Mier. ¿Su objetivo?: Que no hubiera obstáculos en el tema de los recursos financieros a los estados gobernados por el PRI. No hubo problemas, todo era color de rosa, había excedentes petroleros, el PRI se tomó 12 años de vacaciones para dar paso a la famosa corrupción azul y desplazar la corrupción del tricolor.

Pero llegó la 4T, y la familia llamada Conago, a los gobernadores aliancistas le tocaron las golondrinas, y como José Alfredo Jiménez, les dijeron ojalá que les vaya bonito.

El reto político de los gobernadores de la alianza federalista no es nada sencillo, y como la sociedad no se chupa el dedo, ni al sol se le oculta con un dedo, la lectura política de esta acción es tener la mayoría en San Lázaro en 2021 y que de alguno de ellos salga el próximo candidato a la Presidencia de la República, ya sea priista, panista o uno “independiente”, como el gobernador de Nuevo León.

En política, dicen los que saben, la forma es fondo. Que el tema del pacto fiscal sea el pretexto, esa es otra historia.

Gobernadores vemos, corazones no sabemos. De manera sistemática, con excepción del gobernador José Rosas Aispuro Torres, desde que Dios amanece no le faltan ataquen al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Político que no guarda las formas no es político.

Una cosa es la libertad de expresión y otra abusar para ofender. Por ejemplo, el gobernador de Nuevo León, que quiere ser el candidato de la alianza, acaba de decir que el verdadero virus está en Palacio Nacional. Lo que el gobernador quiso decir fue que el Covid-19 está en Palacio Nacional y es el causante de la pandemia.

Cualquier parecido del gobernador norteño con Donald Trump es pura coincidencia, Trump, cuando se refiere al Covid-19 lo llama “el virus chino”. El Bronco un día de estos podría llamarle “el virus de Tabasco”.

Al que más le urge que se acabe el virus al que se refiere el gobernador de Nuevo León es a Francisco García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, porque de un momento a otro estará en graves problemas legales. Javier Corral, gobernador de Chihuahua, no canta mal las rancheras. Con otro estilo, pero el mismo fin: Ser candidato en 2024, afirma que hay que cambiar el rumbo del país para volver a cuando todo estaba muy bien, o sea como en los tiempos del PRI y del PAN.

Creemos que si algunos gobernadores federalistas quieren llevar al baile al gobernador Aispuro, si es pasión, que se les borre. Con AMLO no ha conseguido todo, pero sí ha logrado cosas, porque es de los pocos gobernadores que saben interpretar el discurso del presidente. Si El Bronco dice que el virus está en Palacio Nacional, Aispuro le dice a López Obrador: Yo también soy terco como usted, por eso tal vez pueda aterrizar la presa El Tunal II, proyecto de muchos años y el de más alta prioridad para Durango.