/ lunes 4 de enero de 2021

La alianza va por los empresarios

“Va por México” entripado obsceno que nos quieren vender como el salvavidas del país, que no es más que un tapa rabo, que desde un principio fue cortado para que quedaran al descubierto las gónadas sucias de sus diseñadores, los cuales nada hicieron por debajo del agua, sino todo por encima de ella, para festejar a mandíbula batiente que la alianza va por ellos.

Antes el PRIAN era identificado por los fraudes y el pillaje, características que serán fortalecidas, por el México que va por el saqueo y la devastación del patrimonio que les quedó pendiente. De ahí la urgencia de parar al presidente loco, que ha empezado a compartirlo con los muertos de hambre que por equivocación lo llevaron al poder y eso los ha herido de muerte, razón que los ha engallado para ordenar la alianza a la que se le ven nulas posibilidades, pero a ellos suficiente poder de mando.

De ahí que en los medios de comunicación impresa, se vea ridícula la fotografía de los líderes locales del PRIANRD, simulando tomar decisiones, pero lo único que de ellos se rescata, es la justificación grotesca de ser patiños de los empresarios a quienes ahora sirven, bajo el brete de los equilibrios y contrapesos, a aquel que ha tirado por la borda “el gran proyecto de nación” que ellos han impulsado, omitiendo chapuceramente que los beneficios sólo correspondían a ellos como impulsores.

Ahora la solidaridad del PRIANRD la sustentan en el bien común y cuando amasaron el poder, el bien era para ellos y el común para expulsar sus desperdicios. Le apuestan a la desmemoria y a las tragedias naturales, que agradecen al creador, por considerarse los depositarios de la justicia divina, de la que ahora se cuelgan para decir que no son tan malos como AMLO que ya dejó morir a 125 mil mexicanos.

Todos estamos en el filo de la navaja, por cuestiones que hasta yo que soy un simple ciudadano entiendo y bajo ese sentido común, también comprendo la rapacidad política y empresarial, donde todo el juego del poder ha sido para proteger y hacer crecer los grandes intereses que los mueven.

De ahí la gran brecha que se ha vivido siempre entre los se arriba y los de abajo. Los primeros empoderados de las cámaras de diputados y senadores y los segundos huérfanos de los que en su nombre se ufanaban ser sus representantes.

Por eso ahora que se han visto rebasados por la voluntad libre y espontánea de los ciudadanos de legislar por ellos y para ellos, les ha desquiciado y en sus alucines de rescatar lo perdido han urdido acelerar el crecimiento de aquel quiste que nos espantaba, pero ahora en categoría de tumor nos aterroriza, por la podredumbre de tres abscesos que lo potencian.

Las secuelas que el quiste oculto del PRIAN causó, a la fecha son irremediables. Pero ahora, con el aumento inocultable del tumor, aseguran que ya resarcieron el mal y le apuestan a abusar del olfato de la ciudadanía, como cuando ésta carecía de él. Cosa que no veo fácil, porque los mexicanos ya poseen un olfato agudo, mediante el cual detectarán el tufo purulento que les vendían por Aramis.

Y así, alucinados por su propia podredumbre, creen que la contaminación que expandieron a lo largo y ancho del país ya fue superada y que ahora sólo falta que las fístulas segregadas en ese fornículo maligno, sean la solución, porque ya sufrieron los efectos del remedio que les aplicaron y eso hizo que el tumor se agigantara.

Las razones de preparar ese coctel de pus, son la mala atención a sus antojos y a la buena vida a la que estaban acostumbrados. De ahí la flamante idea de invitarnos a que lo probemos, cosa que no sucederá, porque la náusea será inevitable cuando veamos a sus promotores comer sapos y no hacer gestos.

Pese a las malas que ya están exhibiendo, el rollo de la película se antoja de pronóstico reservado. Porque no es remoto que veamos a los grandes capos del saqueo y la devastación, capitaneando la guerra negra y empuñando el azadón, para defender sus latrocinios, bajo el lema de su reyerta: “Nosotros sí sabemos robar y vénganos tu reino”.

“Va por México” entripado obsceno que nos quieren vender como el salvavidas del país, que no es más que un tapa rabo, que desde un principio fue cortado para que quedaran al descubierto las gónadas sucias de sus diseñadores, los cuales nada hicieron por debajo del agua, sino todo por encima de ella, para festejar a mandíbula batiente que la alianza va por ellos.

Antes el PRIAN era identificado por los fraudes y el pillaje, características que serán fortalecidas, por el México que va por el saqueo y la devastación del patrimonio que les quedó pendiente. De ahí la urgencia de parar al presidente loco, que ha empezado a compartirlo con los muertos de hambre que por equivocación lo llevaron al poder y eso los ha herido de muerte, razón que los ha engallado para ordenar la alianza a la que se le ven nulas posibilidades, pero a ellos suficiente poder de mando.

De ahí que en los medios de comunicación impresa, se vea ridícula la fotografía de los líderes locales del PRIANRD, simulando tomar decisiones, pero lo único que de ellos se rescata, es la justificación grotesca de ser patiños de los empresarios a quienes ahora sirven, bajo el brete de los equilibrios y contrapesos, a aquel que ha tirado por la borda “el gran proyecto de nación” que ellos han impulsado, omitiendo chapuceramente que los beneficios sólo correspondían a ellos como impulsores.

Ahora la solidaridad del PRIANRD la sustentan en el bien común y cuando amasaron el poder, el bien era para ellos y el común para expulsar sus desperdicios. Le apuestan a la desmemoria y a las tragedias naturales, que agradecen al creador, por considerarse los depositarios de la justicia divina, de la que ahora se cuelgan para decir que no son tan malos como AMLO que ya dejó morir a 125 mil mexicanos.

Todos estamos en el filo de la navaja, por cuestiones que hasta yo que soy un simple ciudadano entiendo y bajo ese sentido común, también comprendo la rapacidad política y empresarial, donde todo el juego del poder ha sido para proteger y hacer crecer los grandes intereses que los mueven.

De ahí la gran brecha que se ha vivido siempre entre los se arriba y los de abajo. Los primeros empoderados de las cámaras de diputados y senadores y los segundos huérfanos de los que en su nombre se ufanaban ser sus representantes.

Por eso ahora que se han visto rebasados por la voluntad libre y espontánea de los ciudadanos de legislar por ellos y para ellos, les ha desquiciado y en sus alucines de rescatar lo perdido han urdido acelerar el crecimiento de aquel quiste que nos espantaba, pero ahora en categoría de tumor nos aterroriza, por la podredumbre de tres abscesos que lo potencian.

Las secuelas que el quiste oculto del PRIAN causó, a la fecha son irremediables. Pero ahora, con el aumento inocultable del tumor, aseguran que ya resarcieron el mal y le apuestan a abusar del olfato de la ciudadanía, como cuando ésta carecía de él. Cosa que no veo fácil, porque los mexicanos ya poseen un olfato agudo, mediante el cual detectarán el tufo purulento que les vendían por Aramis.

Y así, alucinados por su propia podredumbre, creen que la contaminación que expandieron a lo largo y ancho del país ya fue superada y que ahora sólo falta que las fístulas segregadas en ese fornículo maligno, sean la solución, porque ya sufrieron los efectos del remedio que les aplicaron y eso hizo que el tumor se agigantara.

Las razones de preparar ese coctel de pus, son la mala atención a sus antojos y a la buena vida a la que estaban acostumbrados. De ahí la flamante idea de invitarnos a que lo probemos, cosa que no sucederá, porque la náusea será inevitable cuando veamos a sus promotores comer sapos y no hacer gestos.

Pese a las malas que ya están exhibiendo, el rollo de la película se antoja de pronóstico reservado. Porque no es remoto que veamos a los grandes capos del saqueo y la devastación, capitaneando la guerra negra y empuñando el azadón, para defender sus latrocinios, bajo el lema de su reyerta: “Nosotros sí sabemos robar y vénganos tu reino”.