/ sábado 9 de abril de 2022

La cultura en Durango marinada a la Vitela

En el rubro cultural, llama poderosamente la atención, la visión que tiene respecto a su política cultural para Durango, de empatía y cercanía al pueblo; sin distingos de clases sociales, políticos, económicos, étnicos o de diversidad sexual.

Queda claro que la propuesta está encaminada a implementar una política incluyente, integral y de equidad de los diferentes gremios, asociaciones, sociedades, grupos culturales y artísticos que hagan la diferencia con los sexenios del pasado, donde persistió por años, una casta de privilegios y privilegiados, por encima de grupos medularmente duranguenses, que fueron ignorados por funcionarios de la cultura, cuando éstos eventualmente buscaban con sus aportes un gremio más unido y compacto, que trabajara en torno a las políticas culturales.

El discurso de Marina, se encamina a las regiones olvidadas en materia cultural, como las comunidades indígenas, por lo que su compromiso está delineado a potenciar no sólo la igualdad y equidad, sino que no se dejen manipular como un producto discursivo de campaña política, y que exista un diseño de una política gubernamental encaminada a que se conviertan en gestores culturales y turísticos de su región, al tiempo de que sean promotores del turismo cultural y cinegético, en su contexto donde radican.

Todo parece indicar que la política cultural de Marina Vitela, tenderá a socializar la cultura, y dar voz a los olvidados en los municipios y comunidades alejadas, porque para ella, la cultura no es un privilegio sino una necesidad.

Está centrada a darle el verdadero sentido a la identidad durangueña, a esa que rescate a cabalidad las raíces y costumbres y que se potencien a los actores culturales a través de los escritores, historiadores, poetas, poetisas, cronistas, escultores, pintores, teatristas, actores, actrices, creadores artísticos y culturales y todo aquel ciudadano que se precie de amar a Durango y que juntos coadyuven en el esfuerzo difusor de un gobierno de izquierda que le apuesta a devolver al pueblo lo que le pertenece.

La misión de Marina, se encamina a socializar la cultura y a defender el patrimonio tangible e intangible para generar identidad; por lo que resulta previsible, que ella impulsará a todos los actores y creadores y asociaciones de la cultura en Durango.

La prioridad de Morena y su candidata en Durango, es socializar, ciudadanizar o bien democratizar la cultura en la Entidad, y de esa manera, brindar de una vez por todas, el apoyo a los creadores y hacedores de la cultura, para que el patrimonio cultural sea garante de respeto e inclusión en la leyes locales y federales y que las futuras generaciones gocen de sus beneficios. Su pretensión es que la cultura sea garante de la promoción y difusión del patrimonio artístico y cultural en la entidad.

En el rubro cultural, llama poderosamente la atención, la visión que tiene respecto a su política cultural para Durango, de empatía y cercanía al pueblo; sin distingos de clases sociales, políticos, económicos, étnicos o de diversidad sexual.

Queda claro que la propuesta está encaminada a implementar una política incluyente, integral y de equidad de los diferentes gremios, asociaciones, sociedades, grupos culturales y artísticos que hagan la diferencia con los sexenios del pasado, donde persistió por años, una casta de privilegios y privilegiados, por encima de grupos medularmente duranguenses, que fueron ignorados por funcionarios de la cultura, cuando éstos eventualmente buscaban con sus aportes un gremio más unido y compacto, que trabajara en torno a las políticas culturales.

El discurso de Marina, se encamina a las regiones olvidadas en materia cultural, como las comunidades indígenas, por lo que su compromiso está delineado a potenciar no sólo la igualdad y equidad, sino que no se dejen manipular como un producto discursivo de campaña política, y que exista un diseño de una política gubernamental encaminada a que se conviertan en gestores culturales y turísticos de su región, al tiempo de que sean promotores del turismo cultural y cinegético, en su contexto donde radican.

Todo parece indicar que la política cultural de Marina Vitela, tenderá a socializar la cultura, y dar voz a los olvidados en los municipios y comunidades alejadas, porque para ella, la cultura no es un privilegio sino una necesidad.

Está centrada a darle el verdadero sentido a la identidad durangueña, a esa que rescate a cabalidad las raíces y costumbres y que se potencien a los actores culturales a través de los escritores, historiadores, poetas, poetisas, cronistas, escultores, pintores, teatristas, actores, actrices, creadores artísticos y culturales y todo aquel ciudadano que se precie de amar a Durango y que juntos coadyuven en el esfuerzo difusor de un gobierno de izquierda que le apuesta a devolver al pueblo lo que le pertenece.

La misión de Marina, se encamina a socializar la cultura y a defender el patrimonio tangible e intangible para generar identidad; por lo que resulta previsible, que ella impulsará a todos los actores y creadores y asociaciones de la cultura en Durango.

La prioridad de Morena y su candidata en Durango, es socializar, ciudadanizar o bien democratizar la cultura en la Entidad, y de esa manera, brindar de una vez por todas, el apoyo a los creadores y hacedores de la cultura, para que el patrimonio cultural sea garante de respeto e inclusión en la leyes locales y federales y que las futuras generaciones gocen de sus beneficios. Su pretensión es que la cultura sea garante de la promoción y difusión del patrimonio artístico y cultural en la entidad.