/ miércoles 24 de febrero de 2021

La elección que nos une

El uno de julio de 2018 marcó un parteaguas en la historia de nuestro país. Las ciudadanas y ciudadanos de todos los rincones de esta gran nación salieron a votar, aprobaron un proyecto de cambio, libremente y conscientes de la importancia de hacer valer su voluntad, pero sobre todo con esperanza.

Estamos a menos de cuatro meses de que en el país se realice la mayor de las elecciones en la cual están en juego 15 gubernaturas y más de 21 mil puestos de elección popular, de ahí que la unidad sea la mayor premisa en nuestro Movimiento de Regeneración Nacional.

En nuestro querido y mal administrado Durango, es importante reconocer que después de julio de 2014 en que Morena obtuvo su registro como instituto político, las tareas para fortalecerlo como partido han estado a cargo de impulsar su presencia y en ello ha contribuido el trabajo de nuestro incansable presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, quien antes de llegar al poder ejecutivo federal realizó una gran labor en todo el territorio nacional, y quien ahora encabeza desde el gobierno federal, la tan reconocida en todo el país, (y en el mundo), la Cuarta Transformación; que ha logrado contar con el apoyo de millones de mujeres y hombres, de todas las edades y estratos sociales, quienes acorde a las mediciones de opinión pública respaldan el trabajo presidencial y simpatizan con Morena.

Esta labor y el viento a favor dan muestra de que a quienes ocupamos algún cargo de representación popular nos toca signar los acuerdos en aras de llegar de la mejor forma al 6 de julio, cuando se jugará el futuro de la renovación de la Cámara de Diputados en lo federal y del Congreso del estado en el plano local.

Mi apuesta es lograr que caminemos unidos como parte de la 4T y cada quien desde su trinchera en mi caso el Senado de la República, con la labor legislativa y cada una y cada uno con su papel, mostremos que Morena puede probar que los acuerdos son una máxima en nuestro movimiento, y que si existen disensos estos pueden dirimirse sin reñir.

Comparto con ustedes amigas y amigos lectores, que a la mayoría de quienes participamos en este movimiento de regeneración nacional, nos motivan ideales forjados desde la niñez: el buscar que las enfermedades no sean el azote de los pobres, que el hambre no sea el pan de cada día de millones y sobre todo que nadie explote a otros robándoles producto de su trabajo.

Cuando hay voluntad todo es posible, la humanidad lo ha demostrado. En Durango la historia nos ha colocado en momentos definitorios: Buscamos un estado mejor o nos quedamos con lo que nos han dejado.

El uno de julio de 2018 marcó un parteaguas en la historia de nuestro país. Las ciudadanas y ciudadanos de todos los rincones de esta gran nación salieron a votar, aprobaron un proyecto de cambio, libremente y conscientes de la importancia de hacer valer su voluntad, pero sobre todo con esperanza.

Estamos a menos de cuatro meses de que en el país se realice la mayor de las elecciones en la cual están en juego 15 gubernaturas y más de 21 mil puestos de elección popular, de ahí que la unidad sea la mayor premisa en nuestro Movimiento de Regeneración Nacional.

En nuestro querido y mal administrado Durango, es importante reconocer que después de julio de 2014 en que Morena obtuvo su registro como instituto político, las tareas para fortalecerlo como partido han estado a cargo de impulsar su presencia y en ello ha contribuido el trabajo de nuestro incansable presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, quien antes de llegar al poder ejecutivo federal realizó una gran labor en todo el territorio nacional, y quien ahora encabeza desde el gobierno federal, la tan reconocida en todo el país, (y en el mundo), la Cuarta Transformación; que ha logrado contar con el apoyo de millones de mujeres y hombres, de todas las edades y estratos sociales, quienes acorde a las mediciones de opinión pública respaldan el trabajo presidencial y simpatizan con Morena.

Esta labor y el viento a favor dan muestra de que a quienes ocupamos algún cargo de representación popular nos toca signar los acuerdos en aras de llegar de la mejor forma al 6 de julio, cuando se jugará el futuro de la renovación de la Cámara de Diputados en lo federal y del Congreso del estado en el plano local.

Mi apuesta es lograr que caminemos unidos como parte de la 4T y cada quien desde su trinchera en mi caso el Senado de la República, con la labor legislativa y cada una y cada uno con su papel, mostremos que Morena puede probar que los acuerdos son una máxima en nuestro movimiento, y que si existen disensos estos pueden dirimirse sin reñir.

Comparto con ustedes amigas y amigos lectores, que a la mayoría de quienes participamos en este movimiento de regeneración nacional, nos motivan ideales forjados desde la niñez: el buscar que las enfermedades no sean el azote de los pobres, que el hambre no sea el pan de cada día de millones y sobre todo que nadie explote a otros robándoles producto de su trabajo.

Cuando hay voluntad todo es posible, la humanidad lo ha demostrado. En Durango la historia nos ha colocado en momentos definitorios: Buscamos un estado mejor o nos quedamos con lo que nos han dejado.

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