/ martes 10 de mayo de 2022

La eternidad de 4 minutos

Cuando era estudiante de la Fader, por tradición los exámenes eran orales; en un recipiente se vaciaban canicas marcadas con un número, generalmente cada canica representaba el capítulo de un libro.

Había que sacar una canica y, literalmente, recitar de memoria el capítulo que por suerte nos había tocado. Desde luego que el profesor podía hacer preguntas.

Para presentar nos formábamos afuera del salón de clases e íbamos pasando de uno en uno, los que habían estudiado pasaban primero, los que no iban del todo preparados hasta el final, para darle la última repasada, o en espera de que surgiera algo que los salvara; también había los que no estudiaban y de plano no iban. El examen duraba alrededor de 4 o 5 minutos, todo dependía de qué tanto se hubiera estudiado y, claro, de la paciencia del profesor.

En aquellos entonces había un licenciado que decía: Hasta en la forma de caminar se nota quien estudió, para los que no lo hicieron, 4 minutos representan una auténtica eternidad.

Imagino que algo parecido le ocurre a la candidata de Juntos Haremos Historia, Alma Marina Vitela, cada vez que tiene que exponer una idea o responder un cuestionamiento en un debate, 4 minutos le han de parecer una eternidad, la falta de capacidad en la ilación y exposición de ideas es evidente, la candidata no tiene la menor idea de lo que es dicción.

Claro que también su inseguridad se debe a que no tiene más propuestas que las que ha escuchado repetir al presidente López Obrador; ya lo dijo Gibrán Ramírez en su pasada visita por Durango: Cuando los candidatos de Morena no tienen propuestas basan su campaña en que son amigos del presidente.

Seguramente esta fue la razón por la que Marina Vitela no acudió al debate que organizara el pasado viernes 6 de mayo la Coparmex, ante un formato de mayor tiempo de exposición (hasta 4 minutos) e interacción, en donde incluso los candidatos podía hacerse cuestionamientos entre ellos, hubiera quedado muy mal parada porque se había confirmado que su único discurso, propuesta y programa de gobierno lo centra en escribirle cartas a su amigo Andrés.

El segundo debate organizado por el IEPC será este jueves 12 de mayo, la candidata de Juntos Haremos Historia deberá presentarse y exponer algo más en torno a su campaña y propuestas. También deberá responder a los cuestionamientos que seguramente le hará la candidata de MC respecto al desvío de recursos que diera a conocer el síndico de Gómez Palacio, Omar Castañeda.

No son pocas las voces al interior de Morena que comienzan a desesperarse, la campaña de la enfermera nada más no despega, los puntos que las encuestas le dan realmente no son producto del trabajo de la candidata, son por la “amistad” que dice tener con Andrés Manuel López Obrador.

Cuando era estudiante de la Fader, por tradición los exámenes eran orales; en un recipiente se vaciaban canicas marcadas con un número, generalmente cada canica representaba el capítulo de un libro.

Había que sacar una canica y, literalmente, recitar de memoria el capítulo que por suerte nos había tocado. Desde luego que el profesor podía hacer preguntas.

Para presentar nos formábamos afuera del salón de clases e íbamos pasando de uno en uno, los que habían estudiado pasaban primero, los que no iban del todo preparados hasta el final, para darle la última repasada, o en espera de que surgiera algo que los salvara; también había los que no estudiaban y de plano no iban. El examen duraba alrededor de 4 o 5 minutos, todo dependía de qué tanto se hubiera estudiado y, claro, de la paciencia del profesor.

En aquellos entonces había un licenciado que decía: Hasta en la forma de caminar se nota quien estudió, para los que no lo hicieron, 4 minutos representan una auténtica eternidad.

Imagino que algo parecido le ocurre a la candidata de Juntos Haremos Historia, Alma Marina Vitela, cada vez que tiene que exponer una idea o responder un cuestionamiento en un debate, 4 minutos le han de parecer una eternidad, la falta de capacidad en la ilación y exposición de ideas es evidente, la candidata no tiene la menor idea de lo que es dicción.

Claro que también su inseguridad se debe a que no tiene más propuestas que las que ha escuchado repetir al presidente López Obrador; ya lo dijo Gibrán Ramírez en su pasada visita por Durango: Cuando los candidatos de Morena no tienen propuestas basan su campaña en que son amigos del presidente.

Seguramente esta fue la razón por la que Marina Vitela no acudió al debate que organizara el pasado viernes 6 de mayo la Coparmex, ante un formato de mayor tiempo de exposición (hasta 4 minutos) e interacción, en donde incluso los candidatos podía hacerse cuestionamientos entre ellos, hubiera quedado muy mal parada porque se había confirmado que su único discurso, propuesta y programa de gobierno lo centra en escribirle cartas a su amigo Andrés.

El segundo debate organizado por el IEPC será este jueves 12 de mayo, la candidata de Juntos Haremos Historia deberá presentarse y exponer algo más en torno a su campaña y propuestas. También deberá responder a los cuestionamientos que seguramente le hará la candidata de MC respecto al desvío de recursos que diera a conocer el síndico de Gómez Palacio, Omar Castañeda.

No son pocas las voces al interior de Morena que comienzan a desesperarse, la campaña de la enfermera nada más no despega, los puntos que las encuestas le dan realmente no son producto del trabajo de la candidata, son por la “amistad” que dice tener con Andrés Manuel López Obrador.