/ sábado 17 de agosto de 2019

¿La feria fue para los duranguenses o para los políticos?

No tenemos remedio. Para la clase política local cualquier pretexto es bueno para estar en los medios, y qué mejor pretexto que la Fenadu 2019. Desde que Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia, para los priistas y panistas todo está mal, afirman que a ocho meses de distancia, este país anda de cabeza, como si ellos hubieran gobernado y hecho las cosas perfectamente. ¿Entonces por qué perdieron?

No cabe duda, nadie sabe el país que tiene hasta que lo ve perdido. Con sus distancias, analogías y matices, así anda la oposición de la alternancia en Durango. Como el PRIgobierno estatal ya no maneja la Fenadu, ahora resulta que la última Feria la califican como la peor de todas.

Sin duda alguna, las declaraciones del próximo presidente de la Comisión Política del Congreso del Estado, Esteban Villegas Villarreal, llevan un mensaje político. Como se sabe, el de San Juan del Río, Durango, aspira por segunda vez a ser el candidato del PRI a la gubernatura del Estado, y ya sabe usted, el que no asegunda no es buen labrador. Desde ahora le deseamos mucha suerte. Los empresarios no cantan mal las rancheras, desde que se enfrentaron a José Ramón Enríquez no le temen a nada, le contestaron al diputado y lo cuestionaron. Se le fueron a la yugular y le hicieron un poco de historia. En los dos últimos sexenios priistas, las ganancias de la Feria fueron de un promedio de $100 mil pesos, poco más de 2 millones de pesos en los últimos doce años. Las últimas ferias de la alternancia han generado varios millones de pesos, se rifó un auto cada día de feria, se bajaron las tarifas de entrada y las ganancias de esta última feria, incluyendo la subasta, suman casi 7 millones de pesos.

Pero no sólo los empresarios y los políticos con ansias de novilleros tienen derecho a opinar, nosotros los ciudadanos también. ¿Por qué las ferias del sexenio pasado dejaron ganancias por $120 mil pesos?, ¿de veras creen que la sociedad se chupa el dedo? Como dijo un día la periodista Margarita Michelena, el pueblo es noble, pero no tonto. Si alguien quiere demostrar que la última Feria fue la peor de todas, es muy sencillo, que se nos diga a los ciudadanos la diferencia entre $120 mil pesos y $6 millones. Pero no sólo eso, que se le explique a la sociedad a dónde fueron a parar las reales ganancias de las Ferias más exitosas de los dos últimos sexenios. El orgullo de San Juan del Río no se midió. Dio a entender en sus declaraciones que si él fuera el próximo gobernador, lo primero que haría es quitar a todos los organizadores de la Fenadu, desde el director hasta el recién estrenado patronato de la Feria. Nos parece excelente que regrese el PRI a manejar la Feria, para tener ganancias de $100 mil pesos y hacer en las instalaciones otro lago de Chapala.

Ahora ya lo saben, el que avisa no engaña. Alguien dijo una vez que el que no conoce la historia está condenado a repetirla. Por muchos años, las ferias de la ciudad las realizaba el Municipio y siempre hubo utilidades. “Haiga sido como haiga sido”, Ismael Hernández Deras le quitó la Feria al municipio, desapareció al patronato y se utilizó para pagar facturas a los amigos del Bicentenario, incluyendo el sexenio de Jorge Herrera Caldera. Todo esto sucedió por la ausencia de un patronato, figura que desde hace mucho tiempo maneja las ferias más importantes y exitosas del país. Con la pena, pero el patronato es lo mejor para manejar la Fenadu, y ojalá un día podamos ver que llegue quien llegue al Bicentenario nunca más nuestra Feria sea la caja chica de la o el gobernador en turno. Estamos de acuerdo con el diputado Villegas Villarreal, la Feria es para divertirnos, pero no para politizarla.

No tenemos remedio. Para la clase política local cualquier pretexto es bueno para estar en los medios, y qué mejor pretexto que la Fenadu 2019. Desde que Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia, para los priistas y panistas todo está mal, afirman que a ocho meses de distancia, este país anda de cabeza, como si ellos hubieran gobernado y hecho las cosas perfectamente. ¿Entonces por qué perdieron?

No cabe duda, nadie sabe el país que tiene hasta que lo ve perdido. Con sus distancias, analogías y matices, así anda la oposición de la alternancia en Durango. Como el PRIgobierno estatal ya no maneja la Fenadu, ahora resulta que la última Feria la califican como la peor de todas.

Sin duda alguna, las declaraciones del próximo presidente de la Comisión Política del Congreso del Estado, Esteban Villegas Villarreal, llevan un mensaje político. Como se sabe, el de San Juan del Río, Durango, aspira por segunda vez a ser el candidato del PRI a la gubernatura del Estado, y ya sabe usted, el que no asegunda no es buen labrador. Desde ahora le deseamos mucha suerte. Los empresarios no cantan mal las rancheras, desde que se enfrentaron a José Ramón Enríquez no le temen a nada, le contestaron al diputado y lo cuestionaron. Se le fueron a la yugular y le hicieron un poco de historia. En los dos últimos sexenios priistas, las ganancias de la Feria fueron de un promedio de $100 mil pesos, poco más de 2 millones de pesos en los últimos doce años. Las últimas ferias de la alternancia han generado varios millones de pesos, se rifó un auto cada día de feria, se bajaron las tarifas de entrada y las ganancias de esta última feria, incluyendo la subasta, suman casi 7 millones de pesos.

Pero no sólo los empresarios y los políticos con ansias de novilleros tienen derecho a opinar, nosotros los ciudadanos también. ¿Por qué las ferias del sexenio pasado dejaron ganancias por $120 mil pesos?, ¿de veras creen que la sociedad se chupa el dedo? Como dijo un día la periodista Margarita Michelena, el pueblo es noble, pero no tonto. Si alguien quiere demostrar que la última Feria fue la peor de todas, es muy sencillo, que se nos diga a los ciudadanos la diferencia entre $120 mil pesos y $6 millones. Pero no sólo eso, que se le explique a la sociedad a dónde fueron a parar las reales ganancias de las Ferias más exitosas de los dos últimos sexenios. El orgullo de San Juan del Río no se midió. Dio a entender en sus declaraciones que si él fuera el próximo gobernador, lo primero que haría es quitar a todos los organizadores de la Fenadu, desde el director hasta el recién estrenado patronato de la Feria. Nos parece excelente que regrese el PRI a manejar la Feria, para tener ganancias de $100 mil pesos y hacer en las instalaciones otro lago de Chapala.

Ahora ya lo saben, el que avisa no engaña. Alguien dijo una vez que el que no conoce la historia está condenado a repetirla. Por muchos años, las ferias de la ciudad las realizaba el Municipio y siempre hubo utilidades. “Haiga sido como haiga sido”, Ismael Hernández Deras le quitó la Feria al municipio, desapareció al patronato y se utilizó para pagar facturas a los amigos del Bicentenario, incluyendo el sexenio de Jorge Herrera Caldera. Todo esto sucedió por la ausencia de un patronato, figura que desde hace mucho tiempo maneja las ferias más importantes y exitosas del país. Con la pena, pero el patronato es lo mejor para manejar la Fenadu, y ojalá un día podamos ver que llegue quien llegue al Bicentenario nunca más nuestra Feria sea la caja chica de la o el gobernador en turno. Estamos de acuerdo con el diputado Villegas Villarreal, la Feria es para divertirnos, pero no para politizarla.