/ miércoles 27 de noviembre de 2019

La flexibilidad, futuro del empleo

Los trabajos a tiempo completo convencionales se están reduciendo, mientras otras fórmulas más flexibles, como contratos con fecha de caducidad, contratos de proyecto, autoempleo y pluriempleo, están cobrando importancia.

La adaptabilidad y la gestión del cambio se han convertido en herramientas clave para los trabajadores hacia el futuro, a medida que la tecnología modifique los entornos laborales conocidos hasta ahora.

Para sobrevivir en los mercados laborales del futuro, las empresas deberán analizar de forma crítica sus procesos en materia de recursos humanos, a la luz de esta nueva cultura, lo que abarca desde el reclutamiento hasta la permanencia. Esto será especialmente importante en vista del crecimiento de la comunicación digital y de los nuevos modelos de interacción en redes sociales.

Además, los trabajadores del futuro deberán tener más flexibilidad debido a que la idea de que empleo equivale a seguridad y que una carrera es lineal y ascendente se está evaporando. Un nuevo escenario está surgiendo: las vidas laborales son cada vez más individualizadas. Ruptura, discontinuidad y nuevos comienzos se vuelven cada vez más frecuentes.

Un estudio de percepción afirma que el 74% de los empleados está de acuerdo o muy de acuerdo en reentrenarse desde cero para mantener altos sus niveles de empleabilidad. Sin embargo, también el 54% opinó que ya tiene conocimiento suficiente para el resto de su carrera.

Así también, los avances tecnológicos, a la par de otros cambios impulsados por megatendencias, hacen indispensable el desarrollo continuo de nuevos conocimientos.

De acuerdo con el estudio, los trabajadores del mañana están mejor equipados y contarán con meta-habilidades, como la comunicación o la gestión de conflictos, que ya se están enseñando desde edades muy tempranas, con el resultado de que los estudiantes, cuando terminan su formación, tienen más fácil comenzar una vida laboral autodirigida que las generaciones anteriores, independientemente de su cualificación profesional.

Por otra parte, los nuevos estilos de vida se desarrollarán en un entorno cambiante con nuevos actores, como pueden ser por ejemplo los “communiteens”, criados en la era digital y accesibles a través de las redes sociales, los ‘intermedios’ con su vida en constante cambio, los ‘jóvenes globalizados’ con su exitoso talento desarrollado con su presencia en el exterior o las ‘familias latte-machiato’, fans de la vida urbana y sostenible que buscan nuevos modelos de compatibilizar la vida familiar y laboral.

Así, debemos prepararnos para el futuro, las nuevas tecnologías ya están a la mano de todos y cada día se convierten en una herramienta útil para la vida laboral y coadyuvan ya en nuevas formas de empleo.

Los trabajos a tiempo completo convencionales se están reduciendo, mientras otras fórmulas más flexibles, como contratos con fecha de caducidad, contratos de proyecto, autoempleo y pluriempleo, están cobrando importancia.

La adaptabilidad y la gestión del cambio se han convertido en herramientas clave para los trabajadores hacia el futuro, a medida que la tecnología modifique los entornos laborales conocidos hasta ahora.

Para sobrevivir en los mercados laborales del futuro, las empresas deberán analizar de forma crítica sus procesos en materia de recursos humanos, a la luz de esta nueva cultura, lo que abarca desde el reclutamiento hasta la permanencia. Esto será especialmente importante en vista del crecimiento de la comunicación digital y de los nuevos modelos de interacción en redes sociales.

Además, los trabajadores del futuro deberán tener más flexibilidad debido a que la idea de que empleo equivale a seguridad y que una carrera es lineal y ascendente se está evaporando. Un nuevo escenario está surgiendo: las vidas laborales son cada vez más individualizadas. Ruptura, discontinuidad y nuevos comienzos se vuelven cada vez más frecuentes.

Un estudio de percepción afirma que el 74% de los empleados está de acuerdo o muy de acuerdo en reentrenarse desde cero para mantener altos sus niveles de empleabilidad. Sin embargo, también el 54% opinó que ya tiene conocimiento suficiente para el resto de su carrera.

Así también, los avances tecnológicos, a la par de otros cambios impulsados por megatendencias, hacen indispensable el desarrollo continuo de nuevos conocimientos.

De acuerdo con el estudio, los trabajadores del mañana están mejor equipados y contarán con meta-habilidades, como la comunicación o la gestión de conflictos, que ya se están enseñando desde edades muy tempranas, con el resultado de que los estudiantes, cuando terminan su formación, tienen más fácil comenzar una vida laboral autodirigida que las generaciones anteriores, independientemente de su cualificación profesional.

Por otra parte, los nuevos estilos de vida se desarrollarán en un entorno cambiante con nuevos actores, como pueden ser por ejemplo los “communiteens”, criados en la era digital y accesibles a través de las redes sociales, los ‘intermedios’ con su vida en constante cambio, los ‘jóvenes globalizados’ con su exitoso talento desarrollado con su presencia en el exterior o las ‘familias latte-machiato’, fans de la vida urbana y sostenible que buscan nuevos modelos de compatibilizar la vida familiar y laboral.

Así, debemos prepararnos para el futuro, las nuevas tecnologías ya están a la mano de todos y cada día se convierten en una herramienta útil para la vida laboral y coadyuvan ya en nuevas formas de empleo.