/ martes 9 de noviembre de 2021

La ira del Mesías

Las imágenes que hiciera circular la periodista Lourdes Mendoza donde se aprecia a Emilio Lozoya Austin cenando en el exclusivo restaurant Hunan, de Lomas de Chapultepec, despertaron de tal forma la ira del Mesías, que sin más rompió el pacto de impunidad que tenía con el ex director de Pemex.

En efecto, dieciséis meses después de que llegara a México procedente de España, Lozoya fue ingresado en el reclusorio preventivo varonil norte de la ciudad de México; el 4 de noviembre el juez Artemio Zuñiga le dictó prisión preventiva esgrimiendo el argumento de que existía riesgo de fuga.

Usted podría válidamente preguntarse: ¿Antes del 4 de noviembre no existía ese riesgo? La respuesta es no, precisamente porque había un pacto de impunidad a cambio de información que lo protegía, y el juez Zuñiga lo sabía; Emilio Lozoya se sabía inmune, tanto que sin preocupación alguna salía a disfrutar de la buena vida que da el dinero.

Ahora Lozoya tendrá que seguir el procedimiento en su contra encerrado, el Mesías le ha retirado el manto protector y parece que la FGR ha recibido instrucciones desde Palacio Nacional de ahora sí actuar en su contra, hecho que podría provocar alteraciones en el guión trazado originalmente. Me explico.

El hecho de que Lozoya esté en prisión, aunque sea preventiva, puede detonar tres posibles escenarios:

1. Que el pacto se rompa por el otro extremo, por el de Lozoya, y decida no hablar (realmente no se sabe que hasta el momento haya dicho mucho);

2. Que con la intención de recuperar la confianza del presidente y salir de la cárcel, aporte las pruebas que dice tener; y

3. Que una vez perdida la oportunidad de ganar tiempo para no ir a la cárcel, termine diciendo lo que muchos suponemos, que no tiene pruebas contundentes de todo lo que ha dicho.

Los escenarios 1 y 3 podrían hacer que López Obrador explote y decida ejercer acciones contra los hermanos, la mamá y la esposa de Emilio Lozoya, debemos recordar que todos ellos están más que involucrados en el entuerto.

Como sea, Lozoya despertó la ira del Mesías y ahora tendrá que pagar las consecuencias, todos sabemos que el presidente López Obrador es un hombre que nunca olvida una afrenta, que es rencoroso pero sobre todo vengativo con quienes lo menosprecian.

Las imágenes que hiciera circular la periodista Lourdes Mendoza donde se aprecia a Emilio Lozoya Austin cenando en el exclusivo restaurant Hunan, de Lomas de Chapultepec, despertaron de tal forma la ira del Mesías, que sin más rompió el pacto de impunidad que tenía con el ex director de Pemex.

En efecto, dieciséis meses después de que llegara a México procedente de España, Lozoya fue ingresado en el reclusorio preventivo varonil norte de la ciudad de México; el 4 de noviembre el juez Artemio Zuñiga le dictó prisión preventiva esgrimiendo el argumento de que existía riesgo de fuga.

Usted podría válidamente preguntarse: ¿Antes del 4 de noviembre no existía ese riesgo? La respuesta es no, precisamente porque había un pacto de impunidad a cambio de información que lo protegía, y el juez Zuñiga lo sabía; Emilio Lozoya se sabía inmune, tanto que sin preocupación alguna salía a disfrutar de la buena vida que da el dinero.

Ahora Lozoya tendrá que seguir el procedimiento en su contra encerrado, el Mesías le ha retirado el manto protector y parece que la FGR ha recibido instrucciones desde Palacio Nacional de ahora sí actuar en su contra, hecho que podría provocar alteraciones en el guión trazado originalmente. Me explico.

El hecho de que Lozoya esté en prisión, aunque sea preventiva, puede detonar tres posibles escenarios:

1. Que el pacto se rompa por el otro extremo, por el de Lozoya, y decida no hablar (realmente no se sabe que hasta el momento haya dicho mucho);

2. Que con la intención de recuperar la confianza del presidente y salir de la cárcel, aporte las pruebas que dice tener; y

3. Que una vez perdida la oportunidad de ganar tiempo para no ir a la cárcel, termine diciendo lo que muchos suponemos, que no tiene pruebas contundentes de todo lo que ha dicho.

Los escenarios 1 y 3 podrían hacer que López Obrador explote y decida ejercer acciones contra los hermanos, la mamá y la esposa de Emilio Lozoya, debemos recordar que todos ellos están más que involucrados en el entuerto.

Como sea, Lozoya despertó la ira del Mesías y ahora tendrá que pagar las consecuencias, todos sabemos que el presidente López Obrador es un hombre que nunca olvida una afrenta, que es rencoroso pero sobre todo vengativo con quienes lo menosprecian.