/ sábado 16 de marzo de 2019

La mayoría de la gente sigue al gobierno de AMLO y lo apoya

Le ha funcionado muy bien al presidente López Obrador la comunicación diaria desde temprano con el país, por un lado no menor, porque pone el ejemplo de trabajo, es decir, del esfuerzo que le pide a todo el país para que avancemos cuanto antes; y por otra parte lo tiene informado al día y las encuestas nacionales indican que gran parte de los mexicanos siguen sus palabras y alrededor del 80% están de acuerdo con lo que están haciendo.

Ya sabemos que la propia gente lo puso a trabajar desde el siguiente día del triunfo y desapareció del mapa a Peña Nieto, pero ya como presidente inmediatamente empezó a cumplir con sus promesas de campaña, incluso las arriesgadas como empezar a detener el robo de gasolina y otras corruptelas e irregularidades administrativas, así como el tema de los altos sueldos, la venta de propiedades de lujo, convertir Los Pinos en un centro cultural, y las promesas sociales de campaña.

La promesa cumplida de inmediato de apoyo económico a los jóvenes, junto con la de los adultos mayores, va acompañada de la propuesta económica y social importante de que los jóvenes se ubiquen en empresas, como fue el gran acuerdo con los empresarios, y aprendan un oficio, también con la opción de trabajar y estudiar, aparte de los apoyos a los de prepa, el apoyo a los papás, directamente a ellos, no a las estancias infantiles, que es una polémica en curso.

Los ciudadanos han visto, también con el plan del Tren Maya y los planes agrícolas, maderables, y el apoyo a Pemex para el aumento de su producción, teniendo que posponer la refinería en Tabasco, que no para y ya está cumpliendo su plan de desarrollo.

Los desencuentros con sectores importantes de empresarios han sido inevitables, por las viejas costumbres a las que estaban acostumbrados, y porque después de la magnificada reunión que tuvieron, incluyendo a los dueños de grandes capitales, algunos de los cuales activamente propusieron a sus empleados y en general no votar por Andrés Manuel; reunió que se calificó como el inicio de “la luna de miel” de AMLO con la Iniciativa Privada, que duró poco, porque al suspender la construcción del aeropuerto de Texcoco, el escándalo no fue sólo nacional, sino internacional, pero como aseguró López Obrador, pronto pasó y el dólar se ha mantenido estable.

Lo cierto es que por eso y por algunas medidas en torno a los bancos, entre otras cosas, las calificaciones internacionales no consideran que el crecimiento del Producto Interno Bruto, el PIB, llegará al 4% sino que ni siquiera creen que al 2%, o sea que seguiríamos como siempre, porque todavía en buena medida dependemos del comercio con los EUA y de más inversiones en especial de capitales de allá; y de que los de aquí y nuestros principales inversores, que son los de EUA y los de España, no se lleven el dinero a otras partes. Lo curioso es que nos ayuda lo mal que están las cosas en todas partes, en la crisis general del capitalismo que se está estudiando a fondo hace tiempo.

Se ha cuestionado a Andrés Manuel por no tomar la postura de declararse abiertamente contra Nicolás Maduro que tiene a Venezuela en la peor situación de su historia, pero AMLO se ha mantenido en la tradicional política mexicana de no intervención en los asuntos de otros países, que tanto favoreció a Cuba durante muchos años, y junto a Uruguay proponen un diálogo abierto entre las partes, antes de llegar a la violencia y a la intervención de los EUA, mientras más de cincuenta países no están por diálogo sino que se realicen elecciones presidenciales legales y punto. Y algunos hablan de una coalición, gane quien gane.

Y aquí tenemos los temas de las consultas y la revocación de mandato. Todo lo que se prometió en marcha.

Le ha funcionado muy bien al presidente López Obrador la comunicación diaria desde temprano con el país, por un lado no menor, porque pone el ejemplo de trabajo, es decir, del esfuerzo que le pide a todo el país para que avancemos cuanto antes; y por otra parte lo tiene informado al día y las encuestas nacionales indican que gran parte de los mexicanos siguen sus palabras y alrededor del 80% están de acuerdo con lo que están haciendo.

Ya sabemos que la propia gente lo puso a trabajar desde el siguiente día del triunfo y desapareció del mapa a Peña Nieto, pero ya como presidente inmediatamente empezó a cumplir con sus promesas de campaña, incluso las arriesgadas como empezar a detener el robo de gasolina y otras corruptelas e irregularidades administrativas, así como el tema de los altos sueldos, la venta de propiedades de lujo, convertir Los Pinos en un centro cultural, y las promesas sociales de campaña.

La promesa cumplida de inmediato de apoyo económico a los jóvenes, junto con la de los adultos mayores, va acompañada de la propuesta económica y social importante de que los jóvenes se ubiquen en empresas, como fue el gran acuerdo con los empresarios, y aprendan un oficio, también con la opción de trabajar y estudiar, aparte de los apoyos a los de prepa, el apoyo a los papás, directamente a ellos, no a las estancias infantiles, que es una polémica en curso.

Los ciudadanos han visto, también con el plan del Tren Maya y los planes agrícolas, maderables, y el apoyo a Pemex para el aumento de su producción, teniendo que posponer la refinería en Tabasco, que no para y ya está cumpliendo su plan de desarrollo.

Los desencuentros con sectores importantes de empresarios han sido inevitables, por las viejas costumbres a las que estaban acostumbrados, y porque después de la magnificada reunión que tuvieron, incluyendo a los dueños de grandes capitales, algunos de los cuales activamente propusieron a sus empleados y en general no votar por Andrés Manuel; reunió que se calificó como el inicio de “la luna de miel” de AMLO con la Iniciativa Privada, que duró poco, porque al suspender la construcción del aeropuerto de Texcoco, el escándalo no fue sólo nacional, sino internacional, pero como aseguró López Obrador, pronto pasó y el dólar se ha mantenido estable.

Lo cierto es que por eso y por algunas medidas en torno a los bancos, entre otras cosas, las calificaciones internacionales no consideran que el crecimiento del Producto Interno Bruto, el PIB, llegará al 4% sino que ni siquiera creen que al 2%, o sea que seguiríamos como siempre, porque todavía en buena medida dependemos del comercio con los EUA y de más inversiones en especial de capitales de allá; y de que los de aquí y nuestros principales inversores, que son los de EUA y los de España, no se lleven el dinero a otras partes. Lo curioso es que nos ayuda lo mal que están las cosas en todas partes, en la crisis general del capitalismo que se está estudiando a fondo hace tiempo.

Se ha cuestionado a Andrés Manuel por no tomar la postura de declararse abiertamente contra Nicolás Maduro que tiene a Venezuela en la peor situación de su historia, pero AMLO se ha mantenido en la tradicional política mexicana de no intervención en los asuntos de otros países, que tanto favoreció a Cuba durante muchos años, y junto a Uruguay proponen un diálogo abierto entre las partes, antes de llegar a la violencia y a la intervención de los EUA, mientras más de cincuenta países no están por diálogo sino que se realicen elecciones presidenciales legales y punto. Y algunos hablan de una coalición, gane quien gane.

Y aquí tenemos los temas de las consultas y la revocación de mandato. Todo lo que se prometió en marcha.