/ lunes 8 de abril de 2019

La Política es así

En fecha reciente, un analista político aludía a que el caos imperaba hacia el interior de más de un partido político con motivo de la elección-selección-designación de candidatos a la Presidencia Municipal de Durango.

Apenas el lunes pasado, otro analista político expresaba su punto de vista en relación a la misma temática pero sólo concretada en la postulación del candidato a la misma Presidencia, ya fuere por el Partido dominante a nivel nacional o bien a través del medio de las candidaturas comunes, y establecía que todo lo que había ocurrido en los antecedentes, en el proceso y en (hasta hoy) la conclusión final, bien podía ser el guion de una serie de la empresa ama y señora del “streaming” muy popular y visto vía internet en diversas regiones del planeta Tierra.

Con una visión descriptiva, la selección-postulación de los candidatos a la Presidencia Municipal de Durango también se podría visualizar como una variante de “la política del vodevil”.

Para conceptualizar tal afirmación, se tuvo que recurrir a la red en la cual se encontraron dos definiciones. Una sencilla y otra más extensa, que se comprende a partir de la propia definición, en la cual se establece: “El vodevil (del francés vaudeville) fue un género de teatro de variedades que existió en los Estados Unidos principalmente entre los años 1880 y la década de 1930”.

El vodevil estadounidense presentaba una gran variedad de actuaciones que pretendían entretener y provocar la hilaridad o el asombro en el espectador, incluidos espectáculos musicales, danza, espectáculos de comedia, espectáculos con animales entrenados, espectáculos de magia, acrobacia, cine (presentación de cortometrajes y canciones ilustradas), malabarismo, obras teatrales de un acto, pantomimas y demostraciones atléticas”.

Vista tal concepción, la política del vodevil que se ha presenciado en un largo trecho en las etapas de precampaña, de intercampaña y de campaña y de las resoluciones finales tomadas por los partidos políticos, se podría realizar que fue montada en tres pistas.

En la primera, el anterior Partido en el poder estatal estableció que en el municipio de Durango la postulación del candidato se haría por el método de consulta a los militantes y simpatizantes, lo cual se realizó, más de uno diría que en forma simulada, puesto que antemano se sabía cuál de los dos aspirantes sería el que contaba con el aval de la jerarquía del Partido, así como que el otro recibiría como una especie de compensación, la ubicación de un lugar privilegiado para ser regidor de representación proporcional, ya que hacia el interior del partido, se tenía la convicción de que el triunfo era prácticamente imposible. De acuerdo a la última información al aspirante no se le cumplió lo prometido.

En la segunda se hizo presente la división que de tiempo atrás domina en el interior de los dirigentes y militantes del partido en el poder estatal.

La división se presentó en dos frentes. Al interior del frente dominante, dos de los aspirantes declinaron a favor del tercero, mientras que en el frente opositor, ubicado en las querencias del alcalde que con la calidad de ciudadano ganó la elección en 2016 con el apoyo del binomio partidista PAN-PRD, la militante opositora enfrentó a la mayoría quien la venció por un diferencia no muy significativa, lo cual condujo al partido de su militancia a que fuera ubicada en un lugar privilegiado para ser reelecta como regidora. En el imaginario político más de uno estima que apoyará al alcalde en funciones que será postulado para ser reelecto por el Partido que casi le pertenece localmente, y bien se le podría quitar el casi.

Sin embargo, quienes la conocen, consideran que ello no sucederá dados los valores personales y políticos muy propios que la caracterizan.

En la tercera pista es en la cual “la política del vodevil” brilla en todo su esplendor. La disputa por el poder entre dos facciones de Morena, se tradujo en el hecho muy relevante de que, en contra de todos los pronósticos, no se planteó, desde el principio, la alianza o coalición entre dicho partido y el Partido del Trabajo, los cuales venían de una coalición que arrasó en las elecciones federales y estatales del 2018.

Hacia el interior de Morena se planteó la elección de su candidato a través de los lineamientos partidarios; proceso que incluyó a militantes y no militantes de Morena. Al final, mediante un proceso que dejó más dudas que certezas acerca de su veracidad y de su legalidad, se definió la postulación a favor de un candidato calificado como externo, pero que había alcanzado una diputación local de representación proporcional en 2018 bajo el amparo de las banderas de Morena.

De repente hizo su aparición el vodevil, el espectáculo de la política. Al cuarto para las doce como es usual referirse a lo que ocurre en el último momento, se presentaron ante el órgano electoral local representantes de los partidos Morena, PT y PVED para registrar un convenio de candidaturas comunes, que arrojaba claros e indudables inicios que la candidatura sería para el sempiterno dirigente del PT en Durango.

El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) resolvió que carecía de la debida fundamentación tal proyecto de candidaturas comunes; y en contra de tal determinación, los partidos que consideraron ser afectados en sus derechos por la misma, recurrieron ante el Tribunal Estatal Electoral, el cual dejó sin efecto la resolución del IEPC y ordenó que en un término de treinta y seis horas debería de proceder al registro de las candidaturas comunes materia de la alianza partidaria.

Mientras lo anterior ocurría, el candidato de Morena, en las primeras horas de la apertura del registro de candidaturas, con el supuesto aval de dicho partido, acudió ante el Consejo General del IEPC y presentó solicitud de registro de su candidatura y de todos aquéllos que formarían parte de la planilla del Ayuntamiento.

Ahora, ante la resolución del Tribunal Estatal Electoral, que el IEPC está en proceso de cumplir a cabalidad, se comenta que los agraviados con la misma, la recurrieron ante la Sala Regional del Tribunal Federal Electoral con sede en Guadalajara, Jalisco.

Los vencedores en el litigio jurídico están seguros que la resolución estatal será confirmada, mientras que los vencidos, todo lo contrario, consideran que la determinación local será revertida a su favor por el órgano jurisdiccional federal y cuyo fallo será definitivo.

La comedia “del vodevil en Durango” tiene a los espectadores en ascuas para saber el final del caos o de la serie de “streaming” o del espectáculo del vodevil.

En fecha reciente, un analista político aludía a que el caos imperaba hacia el interior de más de un partido político con motivo de la elección-selección-designación de candidatos a la Presidencia Municipal de Durango.

Apenas el lunes pasado, otro analista político expresaba su punto de vista en relación a la misma temática pero sólo concretada en la postulación del candidato a la misma Presidencia, ya fuere por el Partido dominante a nivel nacional o bien a través del medio de las candidaturas comunes, y establecía que todo lo que había ocurrido en los antecedentes, en el proceso y en (hasta hoy) la conclusión final, bien podía ser el guion de una serie de la empresa ama y señora del “streaming” muy popular y visto vía internet en diversas regiones del planeta Tierra.

Con una visión descriptiva, la selección-postulación de los candidatos a la Presidencia Municipal de Durango también se podría visualizar como una variante de “la política del vodevil”.

Para conceptualizar tal afirmación, se tuvo que recurrir a la red en la cual se encontraron dos definiciones. Una sencilla y otra más extensa, que se comprende a partir de la propia definición, en la cual se establece: “El vodevil (del francés vaudeville) fue un género de teatro de variedades que existió en los Estados Unidos principalmente entre los años 1880 y la década de 1930”.

El vodevil estadounidense presentaba una gran variedad de actuaciones que pretendían entretener y provocar la hilaridad o el asombro en el espectador, incluidos espectáculos musicales, danza, espectáculos de comedia, espectáculos con animales entrenados, espectáculos de magia, acrobacia, cine (presentación de cortometrajes y canciones ilustradas), malabarismo, obras teatrales de un acto, pantomimas y demostraciones atléticas”.

Vista tal concepción, la política del vodevil que se ha presenciado en un largo trecho en las etapas de precampaña, de intercampaña y de campaña y de las resoluciones finales tomadas por los partidos políticos, se podría realizar que fue montada en tres pistas.

En la primera, el anterior Partido en el poder estatal estableció que en el municipio de Durango la postulación del candidato se haría por el método de consulta a los militantes y simpatizantes, lo cual se realizó, más de uno diría que en forma simulada, puesto que antemano se sabía cuál de los dos aspirantes sería el que contaba con el aval de la jerarquía del Partido, así como que el otro recibiría como una especie de compensación, la ubicación de un lugar privilegiado para ser regidor de representación proporcional, ya que hacia el interior del partido, se tenía la convicción de que el triunfo era prácticamente imposible. De acuerdo a la última información al aspirante no se le cumplió lo prometido.

En la segunda se hizo presente la división que de tiempo atrás domina en el interior de los dirigentes y militantes del partido en el poder estatal.

La división se presentó en dos frentes. Al interior del frente dominante, dos de los aspirantes declinaron a favor del tercero, mientras que en el frente opositor, ubicado en las querencias del alcalde que con la calidad de ciudadano ganó la elección en 2016 con el apoyo del binomio partidista PAN-PRD, la militante opositora enfrentó a la mayoría quien la venció por un diferencia no muy significativa, lo cual condujo al partido de su militancia a que fuera ubicada en un lugar privilegiado para ser reelecta como regidora. En el imaginario político más de uno estima que apoyará al alcalde en funciones que será postulado para ser reelecto por el Partido que casi le pertenece localmente, y bien se le podría quitar el casi.

Sin embargo, quienes la conocen, consideran que ello no sucederá dados los valores personales y políticos muy propios que la caracterizan.

En la tercera pista es en la cual “la política del vodevil” brilla en todo su esplendor. La disputa por el poder entre dos facciones de Morena, se tradujo en el hecho muy relevante de que, en contra de todos los pronósticos, no se planteó, desde el principio, la alianza o coalición entre dicho partido y el Partido del Trabajo, los cuales venían de una coalición que arrasó en las elecciones federales y estatales del 2018.

Hacia el interior de Morena se planteó la elección de su candidato a través de los lineamientos partidarios; proceso que incluyó a militantes y no militantes de Morena. Al final, mediante un proceso que dejó más dudas que certezas acerca de su veracidad y de su legalidad, se definió la postulación a favor de un candidato calificado como externo, pero que había alcanzado una diputación local de representación proporcional en 2018 bajo el amparo de las banderas de Morena.

De repente hizo su aparición el vodevil, el espectáculo de la política. Al cuarto para las doce como es usual referirse a lo que ocurre en el último momento, se presentaron ante el órgano electoral local representantes de los partidos Morena, PT y PVED para registrar un convenio de candidaturas comunes, que arrojaba claros e indudables inicios que la candidatura sería para el sempiterno dirigente del PT en Durango.

El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) resolvió que carecía de la debida fundamentación tal proyecto de candidaturas comunes; y en contra de tal determinación, los partidos que consideraron ser afectados en sus derechos por la misma, recurrieron ante el Tribunal Estatal Electoral, el cual dejó sin efecto la resolución del IEPC y ordenó que en un término de treinta y seis horas debería de proceder al registro de las candidaturas comunes materia de la alianza partidaria.

Mientras lo anterior ocurría, el candidato de Morena, en las primeras horas de la apertura del registro de candidaturas, con el supuesto aval de dicho partido, acudió ante el Consejo General del IEPC y presentó solicitud de registro de su candidatura y de todos aquéllos que formarían parte de la planilla del Ayuntamiento.

Ahora, ante la resolución del Tribunal Estatal Electoral, que el IEPC está en proceso de cumplir a cabalidad, se comenta que los agraviados con la misma, la recurrieron ante la Sala Regional del Tribunal Federal Electoral con sede en Guadalajara, Jalisco.

Los vencedores en el litigio jurídico están seguros que la resolución estatal será confirmada, mientras que los vencidos, todo lo contrario, consideran que la determinación local será revertida a su favor por el órgano jurisdiccional federal y cuyo fallo será definitivo.

La comedia “del vodevil en Durango” tiene a los espectadores en ascuas para saber el final del caos o de la serie de “streaming” o del espectáculo del vodevil.

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