/ lunes 27 de mayo de 2019

La política es así

Incertidumbre político-electoral

El próximo domingo 2 de junio tendrán lugar las elecciones para renovar a los treinta y nueve ayuntamientos del estado. Hoy se puede afirmar que prevalece la incertidumbre acerca de los resultados y del vencedor en el municipio de Durango.

La mayoría de los analistas y de los miembros de la comentocracia local, coinciden en que la victoria sólo está al alcance de tres partidos políticos y de sus respectivos candidatos, que por orden alfabético son: Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC) y Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

A diferencia de elecciones anteriores, las encuestas acerca de las preferencias electorales han sido pocas y sin que las más hayan trascendido a los ciudadanos en cuyos votos estará el triunfo o derrota de dichos contendientes.

Sin embargo, en lo que sí existe coincidencia total, es en el hecho de que el otrora poderoso e invencible Partido Revolucionario Institucional (PRI), no sólo no se contempla dentro del contexto de ser uno de los probables triunfadores en la contienda electoral, sino que podría quedar ubicado en un nivel inferior a los resultados de 1995, en los cuales descendió al tercer lugar por lo que se refiere a los votos emitidos a su favor. Un resultado diferente al anotado, podría constituir una agradable sorpresa tanto para el candidato como al Partido mismo.

Por otra parte, también se podría sostener que existe una mayoría tendiente a la coincidencia total, en el hecho que en la lucha por el poder municipal, detrás de cada candidato y Partido, está el ejercicio del poder ahora detentado en los espacios municipal, estatal y federal.

Lo anterior es así en virtud a que el candidato apoyado por MC, si bien es cierto que hace tres años se hizo del poder municipal con el sustento electoral de los partidos PAN y de la Revolución Democrática (PRD), en la contienda actual pretende reelegirse únicamente con el apoyo de su Partido MC que tiene bajo su control total.

No se pasa por alto de que el titular del poder ejecutivo estatal también llegó al poder bajo las banderas de los mismos partidos que aquél: PAN y PRD, lo cual no bastó para que hubiera total armonía en el ejercicio del poder municipal y del poder estatal. Por el contrario, se dieron fuertes y trascendentes diferencias que provocaron una relativa paralización en la planeación y construcción de obras de infraestructura, así como una dividida y endeble convocatoria para atraer inversiones locales que fueran más allá del periodo de sus respectivos gobiernos.

En tal tesitura, se podría sostener que, al Gobierno del Estado y a su titular, les urge que el candidato de un Partido distinto al de MC sea el triunfador el próximo domingo, sin dejar al margen el hecho de que, a veces, el PAN parece que el gobernador no pertenece al Partido, mientras que, por el contrario, a veces también pareciere que el gobernador no pertenece al PAN, a tal grado de que, en más de una ocasión, ha trascendido que se refugia bajo las alas del Partido en el cual militó, para lo cual cuenta con la operación y diligencia del secretario general de gobierno quien no ha perdido su pertenencia al PRI.

Hace tres años el candidato y vencedor en la contienda por la presidencia municipal debió haber sido su actual candidato del PAN. Por razones desconocidas no fue. Tal vez porque el extinto exgobernador de Puebla que obtuvo el poder bajo las siglas del PAN, intervino y actuó con oportunidad y habilidad para que el candidato fuera el ahora presidente municipal con licencia temporal que aspira a reelegirse bajo la cobertura de MC.

Para cerrar el círculo de la competencia electoral, el candidato de Morena, con toda la fuerza de este Partido y bajo el aura vencedora del presidente de la República, aparece en la disputa por el poder con los candidatos de los dos partidos citados, sin importar para ello el retraso considerable en la iniciación de su campaña, ello debido a los obstáculos que cuadros de Morena le pusieron en la ruta hacia la postulación, lo cual no le ha impedido ubicarse en el círculo selecto de los candidatos con probabilidades de triunfar.

Para ello tendría el apoyo y simpatía de miembros del Partido en el cual fue militante y dirigente estatal, aunado a la pretensión de militantes del partido citado quienes desean conservar la marca ganadora con miras a las elecciones federales intermedias de 2021 y a las estatales de 2022.

Sin embargo, se podría dar la paradoja de que el candidato de Morena careciere de la fuerza que presume tener debido a que militantes de su ex partido no lo querrían por haber abandonado las filas del mismo, mientras que tampoco contaría con el apoyo de los militantes de cepa de Morena y tampoco de los morenistas conversos (provenientes de otros partidos) que suelen estar con el campeón hasta que pierda, ello precisamente debido al origen partidario de aquél.

Se considera que tal ambivalencia ya fue superada por los operadores tanto de MORENA como del candidato mismo y que sí está en posición para disputar palmo a palmo y tal vez con holgura el triunfo el próximo 2 de junio.

Se ha filtrado quiénes son los operadores de cada uno de los partidos y candidatos mencionados.

Los operadores de los partidos PAN y MORENA no se visualizan con la fortaleza, habilidad y dominio territorial de los operadores del MC, y más en atención a que este partido y su candidato controlan la estructura municipal de gobierno, y todavía más si se toma en cuenta que el presidente municipal interino es ad hoc a las aspiraciones de reelección del actual alcalde con licencia quien, en una operación fast track, actuó para que aquél retornara a la posición de regidor de la cual se había separado, para luego, con un Cabildo sumiso al presidente con licencia temporal, fuera designado como presidente municipal interino.

Pero bueno, la política es así y en su ejercicio dominan las habilidades y las ambiciones para ser y permanecer, de las cuales el alcalde con licencia ha hecho gala desde 2004, año este en el cual incidió y se inició en el “proceloso mar de las pasiones humanas” (Díaz Ordaz dixit, diciembre de 1963).

La incertidumbre se tornará certidumbre el próximo 2 de junio, para que, luego, con los mismos actores más algún otro que se incorpore, se inicie la lucha por el poder estatal en 2022.

Incertidumbre político-electoral

El próximo domingo 2 de junio tendrán lugar las elecciones para renovar a los treinta y nueve ayuntamientos del estado. Hoy se puede afirmar que prevalece la incertidumbre acerca de los resultados y del vencedor en el municipio de Durango.

La mayoría de los analistas y de los miembros de la comentocracia local, coinciden en que la victoria sólo está al alcance de tres partidos políticos y de sus respectivos candidatos, que por orden alfabético son: Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC) y Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

A diferencia de elecciones anteriores, las encuestas acerca de las preferencias electorales han sido pocas y sin que las más hayan trascendido a los ciudadanos en cuyos votos estará el triunfo o derrota de dichos contendientes.

Sin embargo, en lo que sí existe coincidencia total, es en el hecho de que el otrora poderoso e invencible Partido Revolucionario Institucional (PRI), no sólo no se contempla dentro del contexto de ser uno de los probables triunfadores en la contienda electoral, sino que podría quedar ubicado en un nivel inferior a los resultados de 1995, en los cuales descendió al tercer lugar por lo que se refiere a los votos emitidos a su favor. Un resultado diferente al anotado, podría constituir una agradable sorpresa tanto para el candidato como al Partido mismo.

Por otra parte, también se podría sostener que existe una mayoría tendiente a la coincidencia total, en el hecho que en la lucha por el poder municipal, detrás de cada candidato y Partido, está el ejercicio del poder ahora detentado en los espacios municipal, estatal y federal.

Lo anterior es así en virtud a que el candidato apoyado por MC, si bien es cierto que hace tres años se hizo del poder municipal con el sustento electoral de los partidos PAN y de la Revolución Democrática (PRD), en la contienda actual pretende reelegirse únicamente con el apoyo de su Partido MC que tiene bajo su control total.

No se pasa por alto de que el titular del poder ejecutivo estatal también llegó al poder bajo las banderas de los mismos partidos que aquél: PAN y PRD, lo cual no bastó para que hubiera total armonía en el ejercicio del poder municipal y del poder estatal. Por el contrario, se dieron fuertes y trascendentes diferencias que provocaron una relativa paralización en la planeación y construcción de obras de infraestructura, así como una dividida y endeble convocatoria para atraer inversiones locales que fueran más allá del periodo de sus respectivos gobiernos.

En tal tesitura, se podría sostener que, al Gobierno del Estado y a su titular, les urge que el candidato de un Partido distinto al de MC sea el triunfador el próximo domingo, sin dejar al margen el hecho de que, a veces, el PAN parece que el gobernador no pertenece al Partido, mientras que, por el contrario, a veces también pareciere que el gobernador no pertenece al PAN, a tal grado de que, en más de una ocasión, ha trascendido que se refugia bajo las alas del Partido en el cual militó, para lo cual cuenta con la operación y diligencia del secretario general de gobierno quien no ha perdido su pertenencia al PRI.

Hace tres años el candidato y vencedor en la contienda por la presidencia municipal debió haber sido su actual candidato del PAN. Por razones desconocidas no fue. Tal vez porque el extinto exgobernador de Puebla que obtuvo el poder bajo las siglas del PAN, intervino y actuó con oportunidad y habilidad para que el candidato fuera el ahora presidente municipal con licencia temporal que aspira a reelegirse bajo la cobertura de MC.

Para cerrar el círculo de la competencia electoral, el candidato de Morena, con toda la fuerza de este Partido y bajo el aura vencedora del presidente de la República, aparece en la disputa por el poder con los candidatos de los dos partidos citados, sin importar para ello el retraso considerable en la iniciación de su campaña, ello debido a los obstáculos que cuadros de Morena le pusieron en la ruta hacia la postulación, lo cual no le ha impedido ubicarse en el círculo selecto de los candidatos con probabilidades de triunfar.

Para ello tendría el apoyo y simpatía de miembros del Partido en el cual fue militante y dirigente estatal, aunado a la pretensión de militantes del partido citado quienes desean conservar la marca ganadora con miras a las elecciones federales intermedias de 2021 y a las estatales de 2022.

Sin embargo, se podría dar la paradoja de que el candidato de Morena careciere de la fuerza que presume tener debido a que militantes de su ex partido no lo querrían por haber abandonado las filas del mismo, mientras que tampoco contaría con el apoyo de los militantes de cepa de Morena y tampoco de los morenistas conversos (provenientes de otros partidos) que suelen estar con el campeón hasta que pierda, ello precisamente debido al origen partidario de aquél.

Se considera que tal ambivalencia ya fue superada por los operadores tanto de MORENA como del candidato mismo y que sí está en posición para disputar palmo a palmo y tal vez con holgura el triunfo el próximo 2 de junio.

Se ha filtrado quiénes son los operadores de cada uno de los partidos y candidatos mencionados.

Los operadores de los partidos PAN y MORENA no se visualizan con la fortaleza, habilidad y dominio territorial de los operadores del MC, y más en atención a que este partido y su candidato controlan la estructura municipal de gobierno, y todavía más si se toma en cuenta que el presidente municipal interino es ad hoc a las aspiraciones de reelección del actual alcalde con licencia quien, en una operación fast track, actuó para que aquél retornara a la posición de regidor de la cual se había separado, para luego, con un Cabildo sumiso al presidente con licencia temporal, fuera designado como presidente municipal interino.

Pero bueno, la política es así y en su ejercicio dominan las habilidades y las ambiciones para ser y permanecer, de las cuales el alcalde con licencia ha hecho gala desde 2004, año este en el cual incidió y se inició en el “proceloso mar de las pasiones humanas” (Díaz Ordaz dixit, diciembre de 1963).

La incertidumbre se tornará certidumbre el próximo 2 de junio, para que, luego, con los mismos actores más algún otro que se incorpore, se inicie la lucha por el poder estatal en 2022.

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