/ lunes 2 de septiembre de 2019

La política es así

Durango, ¿el futuro?

Casi a la mitad del sexenio, después de haberse renovado los ayuntamientos del Estado y una vez que el Presidente de la República rindió su primer informe de gobierno, propios y extraños podrían preguntarse a cerca de cuál será el futuro de Durango en los tiempos por venir.

La percepción que se tiene al respecto podría sostenerse que se contempla un futuro incierto en atención a diversos factores concurrentes.

El primero de ellos es la división política que predomina en el Estado en atención a que el Partido Acción Nacional, solamente gobierna dieciocho de los treinta y nueve municipios, dentro de los cuales, se incluyen como sobresalientes por el padrón electoral Durango (uno) y Santiago Papasquiaro (cuatro).

El Partido Revolucionario Institucional constituye gobierno en Lerdo y Pueblo Nuevo ubicados en el tercero y quinto lugar (en el orden citado) por cuanto al padrón electoral; mientras que Morena gobernará Gómez Palacio que ocupa el segundo lugar en el padrón, y en este caso, lo destacable es que, después de veintiún años de dominio de la familia Herrera Ale, la heredera de la dinastía no tiene ni tendrá ninguna injerencia en la conducción política del municipio.

Luego pues, el Estado así dividido políticamente, no tiene por ahora un frente sólido que bajo la guía del Gobernador oriente o reoriente a la entidad hacia mejores estadios socio-económicos en pos de un desarrollo ascendente y sostenido, y más porque no se percibe una relación armónica entre aquél y el gobierno municipal, ya que, en el fondo, persiste, por un lado, la idea (cercana a la verdad) que en 2016 no se quiso que el ahora Presidente municipal fuera el candidato de la coalición, y por el otro, que en los círculos cerrados del PAN, se tiene la creencia de que el titular del Poder Ejecutivo solamente utilizó el membrete del partido y su militancia como medios para ser sin que hubiera una identidad con la ideología del partido citado.

Además, no pocos estiman que se ha gobernado más cerca del PRI que del PAN. La conformación del gabinete estatal así induce a creer lo señalado anteriormente. El gobernador tiene tiempo: Solo requiere querer.

Así pues, con tal percepción y en espera de que el gobernador del Estado dé un golpe de timón y renueve totalmente o casi su gabinete, a partir del 15 de septiembre próximo, se iniciará el declive el sexenio y las fuerzas políticas en pugna y sus dirigentes, empezarán a tratar de superar sus debilidades y a acrecentar sus fortalezas, ya sea para conservar el poder estatal, ya sea para recuperarlo ya sea para que se dé la alternancia hacia la izquierda.

Con mejores estructuras partidarias el PAN y el PRI habrán de medir sus fuerzas con Morena, el partido emergente, el cual, no obstante de carecer de estructuras y de organización, con el poder que viene y vendrá del centro con el gobierno y la fuerza electoral de AMLO, podría o estaría cerca de obtener la alternancia en el poder, y más, ante el fracaso o el rechazo hacia los gobernadores precedentes.

Mientras que los tiempos pasan y llegan los nuevos tiempos electorales, en los niveles estatal y municipal, ya se sabe que los recursos de la Federación hacia el Gobierno del Estado y a los ayuntamientos, habrán de ser insuficientes para que los mismos constituyan un impulso a la economía estatal y de los municipios.

No habrá recursos federales para obras de infraestructura relevantes. Sólo habrá recursos para los programas sociales (apoyo al campo, jóvenes, discapacitados, sesenta y ocho y más), los cuales servirán tan solo para incrementar el consumo pero sin incidir en la producción de bienes y servicios. Los beneficiarios de tales programas habrán de constituir la base electoral con miras a ganar las elecciones intermedias de 2021 y la estatales de 2022.

Por otra parte, dentro de la interrogante del futuro de Durango, habría que contemplar el análisis de los dirigentes de partido y los militantes con la fuerza ideológica y carismática para competir con éxito por la disputa por el poder en el futuro inmediato que viene.

Por parte del PAN solamente cuenta con el cuadro que lo es el Presidente municipal de Durango cuyo equipo de colaboradores no recibió, en su mayoría, calificaciones positivas, lo cual, aunado a la precaria situación económica del municipio y relaciones no muy sólidas con el ejecutivo del estado, no son indicativas que su gestión irá más allá de la tradicional medianía y que, por tanto, no podrá crecer para aspirar y ser el siguiente gobernador.

Por parte, en el viejo partido relegado al tercer lugar en el contexto nacional y ubicado en el cuarto en las pasadas elecciones estatales, existen varios militantes que, de manera implícita, ya han dado muestras de sus intenciones para ser.

Entre ellos están el actual presidente estatal, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, la exalcaldesa de Gómez Palacio, el aún presidente de la Comisión Nacional de Procesos Internos quien fuera senador de la República por Durango (1994-2000), y quien transita con soltura tanto en el Bicentenario como en el Congreso del Estado y ya ha dado muestras que no está muy alejado de figuras que conforman el círculo de poder no solo de Morena sino del mismo AMLO.

En tanto que por lo que se refiere a Morena, de entrada solo contaría por ahora con la alcaldesa de Gómez Palacio. Tal vez pronto podría configurarse la figura de alguien que pudiera querer y ser, la cual podría surgir más de la sociedad civil que de los cuadros políticos de Morena.

El Partido del Trabajo, cuya estructura y militancia le sirvió a AMLO para crear su partido y cuyo dirigente condujo la organización electoral para que Morena y sus candidatos arrasaran en el Estado en las elecciones del 2018, por ahora, al parecer ya hizo mutis de la vida política de la entidad. Además, se considera que es una figura desgastada que ya no dará más de lo que ya dio.

Solamente para cubrir el expediente, habrá que tener presentes a la Iniciativa Privada y a sus organismos empresariales (CCE, Canaco y Coparmex) cuyos dirigentes podrían aspirar a alcanzar y ejercer el poder ante el desgaste creciente de los partidos políticos, y para lo cual bien podrían partir de la plataforma lanzada por el presidente nacional de la Coparmex.

En la imaginaria popular queda la presencia de los empresarios en el informe al pueblo del presidente el pasado uno de septiembre, y la cual, sirvió más para constatar la sumisión al poder presidencial que para validar su gestión.

En el contexto local, se requiere tener presente al fantasma político que por ahora es el exalcalde de Durango. Bien pronto podría dejar de serlo.

Durango, ¿el futuro?

Casi a la mitad del sexenio, después de haberse renovado los ayuntamientos del Estado y una vez que el Presidente de la República rindió su primer informe de gobierno, propios y extraños podrían preguntarse a cerca de cuál será el futuro de Durango en los tiempos por venir.

La percepción que se tiene al respecto podría sostenerse que se contempla un futuro incierto en atención a diversos factores concurrentes.

El primero de ellos es la división política que predomina en el Estado en atención a que el Partido Acción Nacional, solamente gobierna dieciocho de los treinta y nueve municipios, dentro de los cuales, se incluyen como sobresalientes por el padrón electoral Durango (uno) y Santiago Papasquiaro (cuatro).

El Partido Revolucionario Institucional constituye gobierno en Lerdo y Pueblo Nuevo ubicados en el tercero y quinto lugar (en el orden citado) por cuanto al padrón electoral; mientras que Morena gobernará Gómez Palacio que ocupa el segundo lugar en el padrón, y en este caso, lo destacable es que, después de veintiún años de dominio de la familia Herrera Ale, la heredera de la dinastía no tiene ni tendrá ninguna injerencia en la conducción política del municipio.

Luego pues, el Estado así dividido políticamente, no tiene por ahora un frente sólido que bajo la guía del Gobernador oriente o reoriente a la entidad hacia mejores estadios socio-económicos en pos de un desarrollo ascendente y sostenido, y más porque no se percibe una relación armónica entre aquél y el gobierno municipal, ya que, en el fondo, persiste, por un lado, la idea (cercana a la verdad) que en 2016 no se quiso que el ahora Presidente municipal fuera el candidato de la coalición, y por el otro, que en los círculos cerrados del PAN, se tiene la creencia de que el titular del Poder Ejecutivo solamente utilizó el membrete del partido y su militancia como medios para ser sin que hubiera una identidad con la ideología del partido citado.

Además, no pocos estiman que se ha gobernado más cerca del PRI que del PAN. La conformación del gabinete estatal así induce a creer lo señalado anteriormente. El gobernador tiene tiempo: Solo requiere querer.

Así pues, con tal percepción y en espera de que el gobernador del Estado dé un golpe de timón y renueve totalmente o casi su gabinete, a partir del 15 de septiembre próximo, se iniciará el declive el sexenio y las fuerzas políticas en pugna y sus dirigentes, empezarán a tratar de superar sus debilidades y a acrecentar sus fortalezas, ya sea para conservar el poder estatal, ya sea para recuperarlo ya sea para que se dé la alternancia hacia la izquierda.

Con mejores estructuras partidarias el PAN y el PRI habrán de medir sus fuerzas con Morena, el partido emergente, el cual, no obstante de carecer de estructuras y de organización, con el poder que viene y vendrá del centro con el gobierno y la fuerza electoral de AMLO, podría o estaría cerca de obtener la alternancia en el poder, y más, ante el fracaso o el rechazo hacia los gobernadores precedentes.

Mientras que los tiempos pasan y llegan los nuevos tiempos electorales, en los niveles estatal y municipal, ya se sabe que los recursos de la Federación hacia el Gobierno del Estado y a los ayuntamientos, habrán de ser insuficientes para que los mismos constituyan un impulso a la economía estatal y de los municipios.

No habrá recursos federales para obras de infraestructura relevantes. Sólo habrá recursos para los programas sociales (apoyo al campo, jóvenes, discapacitados, sesenta y ocho y más), los cuales servirán tan solo para incrementar el consumo pero sin incidir en la producción de bienes y servicios. Los beneficiarios de tales programas habrán de constituir la base electoral con miras a ganar las elecciones intermedias de 2021 y la estatales de 2022.

Por otra parte, dentro de la interrogante del futuro de Durango, habría que contemplar el análisis de los dirigentes de partido y los militantes con la fuerza ideológica y carismática para competir con éxito por la disputa por el poder en el futuro inmediato que viene.

Por parte del PAN solamente cuenta con el cuadro que lo es el Presidente municipal de Durango cuyo equipo de colaboradores no recibió, en su mayoría, calificaciones positivas, lo cual, aunado a la precaria situación económica del municipio y relaciones no muy sólidas con el ejecutivo del estado, no son indicativas que su gestión irá más allá de la tradicional medianía y que, por tanto, no podrá crecer para aspirar y ser el siguiente gobernador.

Por parte, en el viejo partido relegado al tercer lugar en el contexto nacional y ubicado en el cuarto en las pasadas elecciones estatales, existen varios militantes que, de manera implícita, ya han dado muestras de sus intenciones para ser.

Entre ellos están el actual presidente estatal, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, la exalcaldesa de Gómez Palacio, el aún presidente de la Comisión Nacional de Procesos Internos quien fuera senador de la República por Durango (1994-2000), y quien transita con soltura tanto en el Bicentenario como en el Congreso del Estado y ya ha dado muestras que no está muy alejado de figuras que conforman el círculo de poder no solo de Morena sino del mismo AMLO.

En tanto que por lo que se refiere a Morena, de entrada solo contaría por ahora con la alcaldesa de Gómez Palacio. Tal vez pronto podría configurarse la figura de alguien que pudiera querer y ser, la cual podría surgir más de la sociedad civil que de los cuadros políticos de Morena.

El Partido del Trabajo, cuya estructura y militancia le sirvió a AMLO para crear su partido y cuyo dirigente condujo la organización electoral para que Morena y sus candidatos arrasaran en el Estado en las elecciones del 2018, por ahora, al parecer ya hizo mutis de la vida política de la entidad. Además, se considera que es una figura desgastada que ya no dará más de lo que ya dio.

Solamente para cubrir el expediente, habrá que tener presentes a la Iniciativa Privada y a sus organismos empresariales (CCE, Canaco y Coparmex) cuyos dirigentes podrían aspirar a alcanzar y ejercer el poder ante el desgaste creciente de los partidos políticos, y para lo cual bien podrían partir de la plataforma lanzada por el presidente nacional de la Coparmex.

En la imaginaria popular queda la presencia de los empresarios en el informe al pueblo del presidente el pasado uno de septiembre, y la cual, sirvió más para constatar la sumisión al poder presidencial que para validar su gestión.

En el contexto local, se requiere tener presente al fantasma político que por ahora es el exalcalde de Durango. Bien pronto podría dejar de serlo.

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